Ha tardado en debutar, pero Javi Hernández ya está aquí. El joven centrocampista cedido en el Huesca por el RCD Espanyol jugó sus primeros minutos en Anduva, el pasado sábado en la derrota ante el Mirandés (1-0).
"Estoy contento por poder debutar, que ya tenía muchas ganas. Me sentí muy cómodo. Es cierto que el contexto era complicado porque ellos estaban muy atrás y no había mucho espacio, pero contento por mi debut pese a la derrota", comentaba este martes en rueda de prensa.
También añadía que cada día que pasa se nota "más adaptado al ritmo, que he visto bastante diferencia". Ahora solo espera "poder seguir ayudando al equipo" siendo consciente "que es un salto grande. La adaptación es más complicada, pero estoy contento y confío en mí".
El dorsal 27 del Huesca viene de jugar la temporada pasada en Segunda RFEF con el Espanyol, equipo con el que disputó 31 partidos anotando 12 goles y repartiendo ocho asistencias. Sin duda, unos números muy buenos.
Dejaba muy claro que es jugador del Huesca y su cabeza "está aquí para ayudar todo lo posible". Según el centrocampista, el balance general es "muy positivo. Tenemos 12 puntos a estas alturas es muy complicado y estamos en puestos de playoff. Es verdad que las primeras partes nos ha faltado un poco, pero el balance es muy positivo".
El problema puede ser "la falta de concentración"
Se le ha preguntado por lo que sucede en las primeras partes, y ha analizado la situación: "Puede ser falta de concentración, no lo sé. Tenemos claro que no nos podemos permitir desconectar y tirar primeras partes, porque con eso no nos da. En cualquier caso, veo al equipo mentalmente muy fuerte, teniendo claro cuál es el objetivo, que son los 50 puntos".
Sabe que en casa, en El Alcoraz, "tenemos que ser fuertes y que aquí vengan los equipos rivales a sufrir y a saber que van a tener que hacer las cosas muy bien para puntuar". Ahora llega el Cádiz, un rival "siempre duro que viene de Primera". Aunque no ha comenzado bien la liga, "es un recién descendido, que siempre son peligrosos".