Joaquín es un hombre feliz. El jugador azulgrana ya entrena con normalidad al mismo ritmo que sus compañeros y este domingo será una de las novedades en la convocatoria de Cuco Ziganda para visitar al Juventud de Torremolinos, en la primera eliminatoria de la Copa del Rey.
"Estoy muy bien, con muchas ganas de volver a competir. Me siento bien después de la operación. Lo asumí rápido desde el principio, pero es duro. Verte fuera tanto tiempo, como digo, cansa un poco", resume el jugador malagueño, quien visitará su tierra para enfrentarse a un equipo de 2ª RFEF del que tiene alguna referencia.
Reconoce que "lo más duro es el momento en que me dicen que me tienen que operar. Llevábamos un mes y pico de recuperación, había que empezar otra vez el proceso, tenía el miedo de entrar al quirófano, si iba a quedar bien... Le doy las gracias a los doctores, también a García Pequerul, que fue el que me operó".
Sin embargo, tiene muy interiorizada una frase que le ha hecho llevarlo mucho mejor: "La positividad trae más positividad", asevera. Y confiesa que hablar mucho con la familia era uno de los secretos, así como "tener esa calma, que es lo primordial".
Sabe que el cien por cien y el ritmo máximo que puede alcanzar lo conseguirá "compitiendo". De momento está haciendo lo que toca: "volver a entrenar, que no tuviera molestias y que me sintiera cómodo en el campo".
Subraya que el domingo no sabe si jugará pero tiene claro que está preparado para entrar en la lista y, "a raíz de ahí, veremos si tengo minutos o no". Es una buena oportunidad para encontrar de nuevo sensaciones en un partido que califica como "bonito". Advierte que "apretarán allí, meterán gente y es un partido de mucho nivel para ellos. Lo van a disfrutar mucho. Tengo varios amigos en el equipo y nada más que salió el sorteo me llegaron muchos mensajes a través de las redes sociales para cambiar la camiseta, que querían verme".
En su opinión, y viendo a su equipo desde fuera los últimos meses, sabe que este Huesca es "muy rocoso y difícil de batir. Concedemos muy poco y hay que seguir con esta mentalidad".
Aunque sabe que es "difícil" entrar en el equipo y más cuando se gana, confía en que es importante "tener varias piezas para ponérselo más difícil al entrenador". Esa es la esperanza a la que se agarra Joaquín Muñoz tras un largo periodo alejado del césped. El primer paso ya lo ha dado, ahora es momento de dar el segundo. Veremos si llega el domingo.