Andrés Fernández: Apenas ha tenido que intervenir en un despeje de puño. Era una día de pijama y orinal hasta que... Penalti decretado por López Toca. Rubén Castro el verdugo la toma, tira a la escuadra y allí vuela el ángel amarillo, el murciano sideral. Paradón, pero paradón. De los que vale el certificado de salvación.
Andrei Ratiu: El lateral rumano es el principal activo (nunca mejor aplicada la ambigüedad del término) del equipo. El único que ha sido capaz de escapar de la disciplina de la cueva para intentarlo con sensación de peligro. La ha tenido muy clara ante Rubén Yáñez, pero su disparo ha sido deficiente. Pero lo cierto es que está descomunal. Ha exacerbado a Febas.
Rubén Pulido: Titularidad después de mucho tiempo, solvencia y una aceptable salida de balón. Se ha congraciado consigo mismo.
Jorge Pulido: Expeditivo el capitán, conocedor de las artimañas de los veteranos delanteros del Málaga, ha sido muy cuidadoso para evitar acciones de riesgo en el área. No ha tenido ninguna complicación.
Florian Miguel: Discreto, sin tantas alegrías como en otras ocasiones, ha echado un cerrojo a su banda el francés y se ha merecido una buena valoración.
Marc Mateu: Sigue sin ser el valenciano el jugador incisivo, el centrocampista reconvertido felizmente en hombre de banda de la pasada temporada. Se ha sacrificado y a punto ha estado de marcar un gol olímpico. Tiene que seguir intentándolo. Un tanto de ese tipo quizás le devolviera el ánimo para alegrarnos la vista.
David Timor: Un coloso al que han buscado las cosquillas con el consentimiento de López Toca. Se ha llevado una amarilla justita pero no se ha dejado amedrentar. Para batallas cruentas, es único el señor de la barba. Intimidación y seriedad, se le llama. Como para contarle chistes. Bien.
Óscar Sielva: Partido poco propicio para el lucimiento del guante del Huesca, ha sabido dosificarse en ataque para emplearse en defensa con rigor. Bien.
Javi Martínez: El rutilante futbolista de los primeros veinte minutos con la camiseta del Huesca se ha diluido. No puede quejarse porque hoy ha jugado con tanta libertad como escasa visibilidad.
Juan Carlos Real: Ha sacado su lado más guerrero el gallego. Se ha jugado la cara y se la han acabado partiendo. Cuando toma el balón, es una gozada. Cuando desaparece, una desesperación. Esta tarde, aceptable.
Samuel Obeng: Mermado el ariete por el mal gesto en su pierna, él que llegaba tocado. No era día para pensar en nada. Ha sido un náufrago que ha remado con dignidad hasta ser sustituido.
Pablo Tomeo: Ha salido enchufado pero le ha penalizado el penalti cometido a Escassi. Muy serio y bien defensivamente.
Ignasi Vilarrasa: Discreto el lateral catalán, cumplidor.
Enzo Lombardo: Chisposo pero sin fortuna en los regates. Voluntarioso.
Aboú Kanté: Incomprensible su frialdad, su pasotismo, su falta de compromiso. Ha tenido una para irse de cara a la portería y ha preferido perder tiempo en el córner. Sin correr a los pases de los compañeros. Con su incomparecencia real sobre el terreno, se gana la suplencia sin minutos
Juanjo Nieto: Pocos minutos. Sin calificar.