Andrés Fernández: Inédito en la primera mitad a pesar de que el balón ha merodeado dos o tres veces su área. Poco trabajo en general
Andrei Ratiu: Desbordado en ocasiones por Gelabert y por debajo de su línea habitual. Atropellado, pero fuerte.
Jorge Pulido: Le gustaría arreglar todos los déficits de este equipo, pero eso es sobrenatural. Omnipresente y meritorio.
Jeremy Blasco: Nervioso por momentos, aunque en su línea de sobriedad.
Florian Miguel: Voluntarioso, errático, en línea media. No es lo suyo el patadón. Bien como central en los últimos minutos.
Joaquín Muñoz: Contagiado por la mediocridad general, reñido con el mundo. Ha de centrarse en lo que sabe hacer, que es mucho.
Kento Hashimoto: Multiplicando sus esfuerzos por mil. En un centro del campo disminuido, imposible más. Un náufrago. Se ha perdido.
Cristian Salvador: Como Kento. Un latifundio que recorrer permanentemente. Su lucimiento va a menos, en proporción inversa a su esfuerzo.
Juan Carlos Real: Desubicado. La banda no es su hábitat. Va clamando por un descanso.
Samuel Obeng: El único que ha puesto chispa en la primera mitad. Se ha fabricado un jugadón con remate fuera por poco. Y golazo de chilena. Se nos ha ganado a todos. Una esperanza grande su debut.
José Ángel Carrillo: Si Kento y Cristian son náufragos, este es directamente Robinson Crusoe. Nada que reprocharle, nada que aplaudirle. Quizás la paciencia. Es el santo Job. Inédito.
Javi Martínez: Debut del ex de Osasuna. Ha salido fabuloso, con dos jugadones consecutivos a punto de fructificar. Mucha calidad.
Gerard Valentín: Imprescindible en este equipo. Ha tenido una que a punto ha estado de convertir, pero es que necesita el equipo que salga de su estado de abulia.
David Timor: Mucha energía la del centrocampista. Ha recordado al de la temporada pasada.
Ignasi Vilarrasa: Buenos minutos del lateral en los momentos más feos.
Aboú Kanté: Ha entendido que había que llevar el balón y lo ha hecho. Sin brillo.