El nuevo Huesca de Hidalgo se presenta con coherencia y competitividad para sumar en Eibar (1-1)

El entrenador catalán debuta en el banquillo azulgrana con un empate resuelto con goles en propia. Rubén Pulido volvió a anotar en Ipurúa

Adrián Mora
Periodista
15 de Octubre de 2023
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El Huesca celebra el gol en propia en Ipurúa ante el Eibar.
El Huesca celebra el gol en propia en Ipurúa ante el Eibar.

Ficha técnica:

SD Eibar: Luca Zidane; Berrocal, Sergio Álvarez, Quique (Aketxe 56’), Matheus, Tejero, Corpas (Bautista 56’), Stoichkov (Qasmi 90’), Ríos Reina, Arbilla y Mario.

SD Huesca: Álvaro; Nieto, Loureiro, Rubén, Martos, Vilarrasa; Kento, Sielva (Mier 89’), Javi Martínez (Kortajarena 80’); Joaquín (Kanté 73’) y Obeng (Vallejo 73’).

Árbitro: Trujillo Suárez (comité canario). López Toca (VAR). Ha amonestado a Nieto (66’), Kanté (83’) y Rubén (90') por el Huesca y a Qasmi (90') por el Eibar.

Goles: 0-1, minuto 39: Corpas (en propia). 1-1: minuto 71: Rubén Pulido (en propia).

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 11 de LaLiga Hypermotion disputado en Ipurúa ante 5.438 aficionados.

Un punto es mejor que nada. El Huesca, que quería cortar una pésima racha de tres derrotas consecutivas, ha empatado a uno este domingo en su visita a Ipurúa ante un Eibar que llegaba como una moto tras cinco triunfos consecutivos.

La carta de presentación de Antonio Hidalgo, que debutaba como nuevo entrenador azulgrana, ha dejado cosas interesantes pero, en cualquier caso, no hay que engañarse, pues este equipo todavía tiene mucho de Ziganda. Rubén Pulido ha sido protagonista para mal porque de nuevo, caprichos del fútbol, ha marcado un gol en propia puerta en la segunda mitad que tiraba por tierra todo el provechoso y meticuloso trabajo que el Huesca había labrado hasta ese momento.

El entrenador catalán apostaba por una defensa de cinco, con tres centrales -Loureiro, Rubén y Martos- y dos carrileros altos -Vilarrasa y Nieto-, ayudando mucho en labores defensivas. En el centro del campo ha colocado a Sielva -que ha portado el brazalete de capitán- y Kento, escoltados por Javi Martínez. En punta, la referencia ha sido Joaquín y Obeng.

Aparecían las primeras pinceladas “made in Hidalgo”, queriendo desde un principio sacar el balón jugado pero el Eibar ejercía una presión alta sin balón que obligaba a dar algún pelotazo. Ha sido algo más protagonista con la pelota que con Ziganda, sobre todo teniendo en cuenta el contexto de visitante y lejos de El Alcoraz, pues en Alcorcón, recordamos, en lo que fue el primer y único triunfo hasta el momento, el equipo apostó por un juego más vertical de robar y salir en velocidad al espacio. La alta presión sin balón ha sido protagonista durante buena parte de los minutos estructurada mediante un bloque muy alto.

Partido muy parejo en la primera media hora en la que bien podrían haber jugado sin porteros, con el Huesca cada vez más asentado sobre el verde aunque con la sensación de que, en cualquier momento, un machetazo del Eibar sería suficiente para borrar de un plumazo la tranquilidad.

Pero el equipo de Hidalgo ha encontrado el premio en una jugada a balón parado, que sigue dando mucho rédito en el presente curso: córner botado por Sielva que peina Arbilla y posteriormente choque contra Corpas, el centrocampista del Eibar que en ese momento estaba emparejado con Kento en el interior del área pequeña. El cuero se ha ido para adentro tras tocar en el palo de forma tímida.

Los azulgranas -este domingo de blanco y con la cruz- se han animado tras el gol y, lejos de arrinconarse atrás, ha ido a campo rival a buscarle las cosquillas al Eibar a base de balones filtrados. Aquí no se ha entendido del todo bien la sociedad Joaquín-Javi Martínez, que se han mandado un par de melones para desespero de ambos.

En la segunda parte, el Huesca ha salido con intensidad y sin especular. Una jugada trenzada entre Obeng y Joaquín ha terminado con un disparo potentísimo de Sielva desde el balcón del área que se ha marchado muy cerca del palo de Luca. Era tan sólo un aviso. Mientras tanto, los centrales locales seguían incómodos, los centrocampistas se atascaban y eso se traducía en errores no forzados que daban aire al Huesca porque no reculaba metros.

Joaquín ha gozado de un mano a mano lateral con Luca Zidane, pero el guardameta, muy acertado, ha tapado bien el hueco sacando una mano dura para despejar el cuero. Álvaro ha ido al suelo para despejar un tiro raso muy peligroso de Aketxe desde la frontal; una parada celebrada con rabia por el propio portero con ganas de reivindicarse.

Pero todo era demasiado bonito hasta entonces porque Rubén Pulido, que casi siempre aparece en la foto, en el mismo escenario y tal y como sucedió el curso pasado, anotó un gol en propia puerta en el minuto 71. La jugada, sin aparente peligro, ha partido de un centro de Matheus con el exterior desde el pico del área. El central azulgrana, que no tenía ningún oponente cerca, ha saltado forzado para ir a despejar pero ha terminado peinando hacia atrás. El balón ha hecho una parábola imposible para Álvaro.

Ha tenido que marcar el Eibar para que Hidalgo moviera el banquillo: Kanté y Vallejo al campo, Joaquín y Vallejo fuera. Mario Soriano ha puesto el miedo en el cuerpo con un disparo lejano muy potente que no ha cogido puerta por fortuna para el meta visitante.

El marcador ya no se ha movido y el Huesca ha celebrado un punto que, visto lo visto, no es poco.

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