Ni en los mejores guiones estaba escrito un "debut soñado" como el de Samuel Obeng. El delantero, que aterrizaba esta misma semana en Huesca para ponerse a las órdenes de Cuco Ziganda, se ha estrenado este sábado con una titularidad y un gol ante el CD Mirandés. "No puedo pedir más. Estoy muy contento", ha subrayado.
El delantero ha reconocido que ha sido "un buen gol". En la primera parte ya se le ha visto hacer un amago de chilena, pero "me he quedado a medias y no la he podido hacer".
No lleva ni una semana en Huesca y se ha puesto en el bolsillo a la afición. Sus primeros días han ido "muy bien, me he integrado muy rápido con los compañeros. El grupo humano es muy bueno, me siento como si llevara más tiempo aquí. Sabíamos lo que era conseguir una victoria hoy, encima contra un rival que lo tenías apretándote".
Reiteraba las palabras de su presentación calificando a Ziganda como un entrenador "importante" para él. La "confianza" es determinante para un jugador y por eso se lo "agradece mucho". "He venido para lo que me pida el míster y lo que puedo aportar yo. Con ese trabajo siempre llegan los goles".
Ha confesado que le "ha encantado El Alcoraz", incluso en el momento de la sustitución "se me ha puesto la piel de gallina con los aplausos".
Ahora ya piensa en el partido del Sporting en El Molinón, el eterno rival del Oviedo, equipo del que ha llegado a Huesca cedido. "Sé lo que es jugar un derbi allí contra el Sporting".