Tan felices estaban, que la cita que teníamos para después del partido se había demorado. Amadeo Ibarz, impulsor de la Peña de la Sociedad Deportiva Huesca en Barcelona, me había citado en un templo gastronómico de los seguidores azulgranas, el Bar Jorge, hasta donde este escribano llegaba procedente de la Quebrantahuesos y con premura porque el horario del Huesca-Leganés exigía llegar muy pronto al Alcoraz. En la terraza convertida en refectorio, Carlos, Amadeo, Angelo y Enrique, con familiares y amigos, daban buena cuenta de "huevos con", a elegir aunque se apreciaba mucha presencia de longaniza. Y algunas ensaladas propias de la huerta. Quedábamos citados, antes de su partida a la ciudad condal, frente a la salida de jugadores. Los cuatro, con sus allegados y con el presidente (que había sido invitado al palco), obsequiaron con las preciosas camisetas de la Cruz de San Jorge específicas de la peña al presidente, Manolo Torres, al presidente de la Fundación Alcoraz, Petón, y se hicieron una foto con el gran capitán, Jorge Pulido, cara de hormigón y corazón de león como había quedado constatado apenas media hora antes con el balonazo que le dejaba tendido en el suelo.
No hemos podido encontrarnos por el desajuste entre ese tiempo y el mío profesional, pero el compromiso es inquebrantable. De ellos, en su almuerzo, no he recibido más que palabras de ánimo y un obsequio de lujo: los recuerdos de "Oli", del gran José Manuel Oliván, redactor jefe de Radio Marca en Barcelona, quizás quien mejor sabe ver el fútbol del mundo y con certeza quien mejor acompaña en los momentos en que precisas a un buen amigo. Además, una zamarreta de la peña con las medidas adecuadas, de esas que con una XL me entran perfectamente y me elevan el ánimo.
El viaje desde Barcelona no admitía otra contraprestación que la victoria. Los de Ziganda no podían perder. Hubiera sido una falta de lesa desconsideración. Eran, en El Alcoraz, los mejores aficionados del mundo, los que más animaban -lo siento, Alcorazados, admitidme esta licencia-, los que tenían más encogido el corazón cada vez que las hordas de Leganés se aproximaban al área, los que más gritaban el gol -incluso que el locutor- de Juan Carlos Real, los que salían más felices tras los 90 minutos de taquicardias. Carlos, Amadeo, Angelo, Enrique y el presidente.
El año del descenso, cuando la limitación a medios superó el redactor único, llegué a la recta final y vi ganar al Athletic. Y a la Real Sociedad. Mi amigo Manolo, el entonces consejero delegado, me animaba a que siguiera acudiendo. Talismán, me decía. No pudo ser ante el Valencia, si bien es cierto que en aquella ocasión le advertí antes de entrar de que la acumulación de políticos quizás anulara mi efecto amuleto.
Me alegra sobremanera entregar el testigo del cargo de talismanes a Carlos, Amadeo, Angelo y Enrique. Es una responsabilidad porque les obliga a acudir más al Alcoraz, pero a cambio han de saber que nos alegramos infinito que les conocemos, ellos que son excelentes aficionados, grandes personas y, además, oscenses con la vitola de héroes porque sus padres en algunos casos, ellos en otros, fueron tan generosos que salieron de sus raíces para buscar no sólo su sustento, sino lo mejor para la provincia que aman. Así que me da la sensación de que el balón le ha llegado a Kevin Carlos y sus alientos lo han impulsado hasta la bota de Juan Carlos para que hiciera Real su felicidad.
Los veremos mucho más, pero estos tres puntos, para mí, son de ellos, porque son unos embajadores que, en la Casa de Aragón en Barcelona, hacen patria del Huesca y del Alto Aragón, y se dotan del espíritu de San Jorge para ganar todas las batallas.
LA RESILIENCIA
La Peña de la Sociedad Deportiva Huesca en Barcelona, precisamente, ha resistido la pandemia como las huestes del santo en la Batalla de Alcoraz, y ahora está en fase resiliente. No hay como ver esas magníficas camisetas, la apertura de cuentas en cuatro redes sociales desde las que animan a su-nuestro club y la recuperación de socios para volver al centenar y superarlos.
Amadeo Ibarz, oriundo de Castarlenas y de Berdún, está ilusionado con esta temporada que, de momento, pinta más esperanzadora que la precedente y, consecuentemente, se atisban mejores expectativas. Fieles Siempre sin Reblar, la campaña de captación de socios tendrá, seguro, sus efectos porque la fuerza motriz de su voluntad es incontenible.
Cuentas en twitter, facebook e instagram, y la actualización de la web, intentan absorber a los jóvenes a la peña. Igual que las camisetas. Y que las acciones que, con absoluta certeza, serán una reconquista. Desde aquí, la correspondencia a su aliento con nuestro respeto. Y la exigencia al equipo y al club de que, por ellos, por todas las peñas, y por toda la afición, se partan el pecho. Talismanes no les van a faltar.