El capitán de la SD Huesca Jorge Pulido ha hablado claro en zona mixta tras la victoria de su equipo en La Romareda. Después de escuchar insultos feos desde una gran parte de la grada blanquilla, el jugador azulgrana ha confesado que no ha dejado acudir hasta el estadio a su madre y su mujer.
“Hay muchas cosas que erradicar en el fútbol, no sólo el racismo. Mi madre y mi mujer querían venir y les he dicho que no lo hicieran porque sabía lo que iba a pasar”, ha lamentado.
El club altoaragonés se ha tomado con humor la situación, aunque LaLiga denunciará los cánticos como cada vez que ocurren este tipo de actos, y ha publicado un tweet diciendo: “Azulgranas, no os equivoquéis, cantaban “Pulido muévete”. ¿Es la nueva versión?”, se preguntaba en tono irónico.
El capitán ha recibido insultos desde que ha enfilado los últimos metros antes de llegar a La Romareda, subido en el autobús junto a sus compañeros. Una vez se ha cantado su nombre al anunciar las alineaciones, en el campo, se ha llevado una sonora pitada, al igual que cada vez que tocaba el balón.
Con el pitido final, Pulido ha sido quien ha liderado la celebración delante de la afición azulgrana; alrededor de 500 desplazados.