El reencuentro de la Magia en el viejo Pabellón: "Parece que Toño está aquí"

Testimonios de Brian Jackson, César Arranz, Iván Pardo, Javier Zaragoza y Alfredo Vizcarro sobre una época increíble: "Hicimos algo muy especial"

11 de Febrero de 2023
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Emociones a flor de piel en el reencuentro en el Pabellón del Parque con la Magia

Definitivamente, esta mañana ha vuelto la Magia. Y ha sido en su particular templo, el Pabellón del Parque, donde la memoria de Toño Riva, de Alfredo Alquézar, de Whrigt, de Ford, de Nix y de tantos y tantos que nos dejaron el sello de su recuerdo ha revoloteado. Ha sido una experiencia fabulosa compartir todos, el colosal Alfredo Vizcarro, el gran Iñaki Iriarte, el deslumbrante humilde Brian Jackson, alegrías como César Arranz o Iván Pardo. Todos, absolutamente todos, entregados a la remembranza de una época increíble, admirable.

Brian Jackson estaba alegre, feliz por el retorno a esta ciudad que tanto le quiso. "Muy bien. Creo que en aquellos años hicimos algo muy especial y estoy muy emocionado por estar en este pabellón del Parque". El estadounidense, el alter ego en la cancha de Granger Hall, mira con el espejo retrovisor. "Muy buenos recuerdos. Lo más importante, ganar aquí a los grandes en este escenario". Guarda un baúl entero de historias de aquellos años. "Hay muchos. Creo que ganar contra Zaragoza, Barcelona, Madrid... Eso fue muy  bonito".

Iñaki Iriarte, el Iri, es de otro mundo. Tiene en su mente permanentemente aquellos años. "Pienso bastantes veces, fueron años espléndidos. Era cuando empezaba a salir de Vitoria, fueron cuatro años muy buenos pero a la vez duros. Me dio la calidad de vida aquí, el público, el club, la gente del equipo. Fue todo para mí". El entrenador por excelencia caló hondo. Se mimetizaba. "Tengo muchos recuerdos. Algunos triunfos me gustaron más, el CAI primeramente, pero luego el Madrid, el Barcelona, pero al CAI porque nunca se les había ganado y fue aquí. En Huesca gustó mucho, mucho, mucho". A sus 72 años, disfruta mucho. "Vendré otra vez a ver al Alavés, cuando va el Huesca voy. Estuve hace unos meses con Manolo Torres en el palco y le sigo algo".

Con su pasión característica, este reencuientro tiene un significado especial. "Estas cosas gustan siempre, estar con gente que no ves hace años, gente que no conocías pero te habían hablado de que habían jugado aquí. Lo agradeces, está siendo bonito y está siendo un día muy agradable". Comprometido con el proyecto, hoy tiene un recuerdo singular. "Toño Riva, porque fue una relación grande con él. Habrá alguno más, pero sobre todo él fue muy importante para mí".

"AQUÍ ME HICE HOMBRE"

César Arranz tiene en lo más alto del podio la vivencia de los años en Huesca. "Los mejores del basket, porque es donde me conseguí hacer jugador. En Estudiantes nací pero en Huesca fue donde me consolidé y jugué minutos y me hice un hombre, para entendernos. A nivel emocional, una emoción brutal con la ciudad, por cómo se vivía aquí el baloncesto y por todo lo que significaron esos años".

Le cuesta encontrar un sólo recuerdo. "Alguno así muy puntual, me quedaría con el conjunto de lo que representaba cada semana jugar aquí, el compromiso de la gente, el ánimo de la gente, el aliento de la gente. Y el primer año, aquel playoff con Baskonia que nos quedamos a un triplito de eliminarlos fue muy emotivo y quizás muy especial. Pero el conjunto supera a cualquier momento singular".

De pívot a base, Iván Pardo sostiene su relación con Huesca a través de las lecciones que infunde a su descendencia. "Para mí, siempre se lo digo a mis hijos, fue una de las mejores épocas de mi vida. Llegué con 18 años recién cumplidos, muy muy joven, y enseguida me sentí muy bien tratadoy arropado por la gente del club. Me pegué seis años aquí, todos los recuerdos que tengo de Huesca son buenos, no tengo ningún momento malo".

No fue un camino de rosas. "Recuerdo siempre las primeras semanas con Iñaki Iriarte, que me apretaba mucho y yo decía: ¿dónde me he metido? Me quería volver a mi casa, pero la verdad es que solo tengo palabras de agradecimiento porque, al final, parte de lo que soy se lo debo a él. Confió mucho en mí, me dio muchos minutos, trabajaba mucho conmigo y eso siempre se lo tengo que agradecer". Y no olvida algo muy importante, la atmósfera de esta tierra. "Para mí es una de las mejores ciudades. Cuando pasamos al otro pabellón no era lo mismo pero jugar aquí en el Pabellón del Parque... Era muy difícil ganarnos, y eso era por la afición y el ambiente que había en el campo".

Javier Zaragoza fue otra gloria de Huesca, un entrenador en Liga ACB nacido en las orillas del Isuela. "Es un momento muy bonito, de grandes recuerdos, de grandes amigos, de momentos históricos para la ciudad y, sobre todo, para disfrutar, recordar la historia y pensar que en ese momento, a lo largo de todos esos años, la gente que nacimos en Huesca y éramos de Huesca nos sentimos orgullosos de ser de esta ciudad".

Tenía algo muy especial aquel tiempo. "La comunión que había no solo con el público que venía a ver los partidos, sino con la sociedad oscense, yo creo que no se ha vuelto a ver en eta ciudad. Nos creímos un proyecto, trabajamos todos por desarrollarlo cada uno en su vertiente y nos sentimos orgullosos de ser de Huesca, de pertenecer al baloncesto y a esta ciudad, que no es lo habitual en una ciudad tan pequeña. Siempre parece que tenemos algo negativo de nosotros mismos. Es un momento feliz porque nos demostramos en aquel momento que éramos capaces de grandes logros estando todos juntos como estuvimos".

Fotografía del reencuentro
Fotografía del reencuentro

Por vocación y profesión, incide en la grandeza deportiva del baloncesto, el balonmano (en Bada tuvo su gran papel también) y el fútbol. "Son momentos diferentes y cada uno de ellos tiene un mérito tremendo. Que Huesca, en diferentes etapas históricas, haya estado o esté al nivel deportivo que está, es un milagro. Todos mis respetos. La sociedad ha cambiado, es todo diferente, hay deportes como el fútbol que funcionan a otra velocidad. Y hay proyectos como el del balonmano que, con gran esfuerzo, se mantienen en la élite, con lo cual tienen un mérito tremendo, y yo lo que espero y deseo es que el baloncesto esté en la LEB Oro, que es donde como mínimo merece esta ciudad".

Tuvo su momento estelar un Día de Aragón. "Egoístamente mi gran recuerdo es el del día de San Jorge, en el pabellón nuevo, cuando ganamos al Andorra el playoff de descenso y mantuvimos la categoría. Lógicamente tiene su parte contraria, porque fue cuando posteriormente se vendió el club. Pero, bueno, son grandes momentos que vivimos, años muy duros. Pero en general me quiero acordar de todos, del apoyo de la ciudad, de las instituciones, de las empresas, del público, me emociona recordarlos y me hacen tremendamente feliz".

VIZCARRO EL GRANDE

Alfredo Vizcarro apenas puede contener las lágrimas. "Es reencontrarte con el pasado, con gente que no has visto en treinta años. Es un momento emotivo". No puede seguir al detectar unas presencias. "Parece que Toño está por aquí. Me acuerdo de Alfredito Alquézar, de Paco Paraíso"

Cambiamos de tono. "Fue una época inolvidable. Teníamos a la gente de Huesca detrás, era fácil hacer cosas". Remiembra innumerables momentos. "Como fundador y miembro del club, grande fue la victoria sobre el Real Madrid. Aquel día... Y miles de situaciones. Hay algunas que veo con una claridad enorme y las valoro como una parte fundamental de mi vida".

Se resiste a asumir los méritos que todos le atribuimos. "Hay que desmitificar el tema. No hay que exagerar. Yo no tuve que ver nada con el fichaje de Granger Hall, que fue capital. Fue un fichaje de Toño Riva que vino Granger con el Valladolid y nos hizo un roto una mañana en un partido televisao que se comió a Wallace Bryant con patatas fritas, y entonces Toño dijo: este tío tiene que venir a Huesa. Se fue con Marisa a Panticosa, como si fuera un monasterio y bajó y trajo fichado a Granger Hall. Brian vino a Huesca un poco de rebote porque había habido un problema con Wright. Aíto dijo: está por aquí Brian Jackson. Era romper esquemas totales, traer un alero, un exterior, porque teníamos a Joan Pagés; entonces no tuve que intervenir. Ni en muchos americanos. En algunos significados sí. Toño era el secretario técnico in pectore, el alma viva deportiva. Me mandaba que hiciera informes, que viera a jugadores pero cuando doy el paso a la secrretaría técnica es cuando se va Iñaki. Y llega un momento en que no nos podíamos despistar, teníamos que fichar a rookies, a gente de otras ligas... Si no, el club desaparecía. Y ahí tuve acierto, que está por encima de la valoración técnica".

Recuerda el fichaje de un 4 de los Knicks y estaba a punto de cerrarse cuando Walter Szczerbiak que dijo: "Alfredo, abortado el fichaje. Le dije: ¿Cómo?. He ido a almorzar con este tío y no me ha mirado una vez a la cara. No hay que ficharlos. A las dos semanas, en un taxi en Nueva York y armó un pitote. Tú puedes hacer una gran valoración técnica, pero si realmente no sabes... Fichas a un hombres y no lo conoces. Tuvimos suerte. Las judías dependían de que acertara y la cabeza te la clarifica mucho.

Y nos da su cinco ideal: John Morton, Alphonso Ford, Brian Jackson, Slater y Hall. Con estos, campeones de la ACB.

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