SD Huesca: adiós a la frustración, preparen el "Freed from desire"

Sería profundamente arbitraria la amnesia que niega los enormes momentos que estos jugadores, con su general en cabeza, nos han entregado

25 de Mayo de 2025
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Sergi Enrich, esta tarde en  Cádiz, una frustración pasajera para la SD Huesca
Sergi Enrich, esta tarde en Cádiz, una frustración pasajera para la SD Huesca

La verdad es que, si traicionara el legado conceptual de más de cuatro décadas de periodismo y más de seis de lecturas, me habría aventurado a despotricar por tierra, mar y aire, e incluso podría atribuirme sabiduría por la advertencia de hace tres semanas bajo el título "La hora de los imprescindibles". Y, sin embargo, la coherencia y la honradez intelectual demandan poso, serenidad y pensamiento. En tiempos en los que todas las corrientes inciden en el estoicismo, lo más apropiado después de un partido como el de Cádiz, donde los nuestros han hecho honor a su estadio porque han ido "de mirandilla", es respirar, echar la vista atrás con perspectiva enfocando hacia adelante. Lo escribió el gran estoico Epícteto de Frigia: si no quieres ser frustrado en tus deseos, no desees sino aquello que depende de ti.

Desde esta premisa, dejaremos atrás el duelo y concluiremos que la Sociedad Deportiva Huesca ha completado una temporada excepcional, tanto que el espejismo temprano se convirtió en una realidad ilusionante e, instalados en la esperanza justificada, circunstancias ajenas a nuestra capacidad y voluntad e insuficiencias propias nos han dejado ahí, a punto de alcanzar el tejado, en el alero, del que nos han desprendido multitud de desgracias y aberraciones externas y de carencias internas.

Si negara decepción por el partido, o lo que sea que se pueda llamar a un grupo de zombis levitando en la tacita de plata, sería absolutamente hipócrita. La incomparecencia del espíritu inyectado por Hidalgo me parece una injusticia fundamentalmente con Antonio Hidalgo. El hecho de haber acreditado durante temporada y media una gran habilidad profesoral constata que el trampantojo vespertino de este domingo sitúa las responsabilidades exclusivamente en el alero de los jugadores. No entendieron su mensaje del viernes. Quizás lo oyeron, pero no le escucharon.

Sin embargo, más allá de este desgraciado y anodino partido en Cádiz (estadio maldito, por otra parte, para el Huesca), sería profundamente arbitraria la amnesia que niega los enormes momentos que estos jugadores, con su general en cabeza, nos han entregado con un esfuerzo ímprobo desde el mes de agosto, cuando no nos llegaba la camisa al cuerpo, para articular con la afición un gran sueño, una ilusión, que queda prorrogada para la inmediatez, concebida la inmediatez como un tiempo sin tasar. Puede ser en un año o en dos, no mucho más allá.

Para el último partido ante el Eldense, que merecerá la solidaridad en su desgracia esta tarde consumada, no queda otra actitud, para no traicionar a nuestro FSSR, a nuestra historia remota y a las ligas precedentes, que acudir hacia El Alcoraz con el himno de Huesca en la mente y dspuestos a cantar el "Freed from desire", que nos ha deparado júbilos inolvidables. Como decía Pearl S. Buck, premio Nobel estadounidense, en la búsqueda de la gran felicidad nos perdemos la multitud de pequeñas alegrías que jalonan nuestra existencia, que están ahí, para que las cojamos de la mano. Este próximo finde, toca celebrar. "My love has got no money, he's got his strong beliefs", mi amor no tiene dinero, tiene creencias fuertes. Pues eso. "Want more and more, people just want more and more". Querer más y más, la gente quiere más y más. Freed from desire.

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