Sergi Enrich ha rescindido su contrato con el Real Zaragoza, que era la primera condición imprescindible para buscar un acuerdo con la Sociedad Deportiva Huesca para incorporarse a una segunda temporada tras la cesión de la pasada, cuyos resultados fueron satisfactorios.
El delantero de Ciudadela está a la espera de su futuro, en una negociación con el Huesca que en buena medida dependía de la composición a dos o a tres bandas. Las posturas no son, ni mucho menos, irreconciliables pero la confluencia de las cifras todavía está alejada en las pretensiones del futbolista y los cálculos del club.
Una de las tres partes de la ecuación, la relación con el Zaragoza, ha quedado resuelta con la resolución del contrato. Ahora, habrá que ver, en ese juego de chicle entre las aspiraciones de uno y la disposición de la sociedad, hasta dónde se pueden aproximar las posiciones para el delantero de 35 años que la pasada campaña marcó 7 goles.
Más allá del rendimiento deportivo de la Liga pasada, una de las valoraciones que juegan a su favor es la ascendencia que su figura tenía sobre el conjunto de la plantilla, un futbolista muy querido y capaz de aglutinar voluntades en momentos difíciles además de salir a dar la cara como sucedió en la semana horribilis tras la derrota cruel en Albacete.
En cualquier caso, con el fichaje casi asegurado de Enol Rodríguez y el contrato en vigor de Iker Unzueta, todo es un puzzle cuya solución conoceremos pronto.