La quinta amarilla que vio Óscar Sielva en el choque ante el Granada frenó la participación que venía teniendo semanas anteriores. Había sido titular ese mismo día en El Alcoraz ante el equipo nazarí y la jornada anterior hizo lo propio ante el Sporting, al que incluso logró hacerle el gol que a la postre serviría para sumar un punto en El Molinón.
Este sábado, en la visita del Levante, Sielva tendrá una nueva oportunidad para demostrar el fútbol que lleva dentro y en el que ha confiado Ziganda en los últimos choques. Sabe que es un rival “complicadísimo" que lleva 20 jornadas sin perder. “Tenemos que hacer una fortaleza con nuestra gente. Seguir siendo fuertes, hacer nuestro fútbol e intentar ganar”, añade.
El Huesca buscará una victoria muy ansiada, esa que ha conseguido en los últimos 10 partidos. Para ello “tendremos que ser fuertes como estamos siendo en casa, ayudar mucho, pero a parte de un gran equipo tienen muchas individualidades buenas. La base está ahí: en estar muy juntos y estar tranquilos, sabiendo que en casa somos fuertes. La portería a cero es lo más importante. Eso es una de las virtudes de la segunda, que quien no encaja tiene muchas opciones de ganar”.
Jugadores y aficionados ya se han acostumbrado a los constantes cambios del míster navarro en el once titular. “Las circunstancias son las que son. Hay lesiones, sanciones y el que sale lo intenta hacer lo mejor posible. Estamos todos en el mismo barco y el que sale lo intenta hacer lo mejor posible. Todo el mundo está preparado y espera su oportunidad. En eso no se nota nada porque el que sale lo hace lo mejor posible”, asevera.
Está claro que sería un buen espaldarazo vencer a un Levante que marcha segundo en la tabla y que lucha por cotas mayores. “Nos partimos la cara todos los días para que llegue el fin de semana e intentar sumar los tres puntos. Ganar al Levante sería un plus porque llega aquí jugándose un ascenso. Sobre todo sería importante para la moral del equipo y ver que estamos haciendo bien las cosas”.
Por delante todavía quedan 13 jornadas para el final, pero el centrocampista no mira más allá del manido “partido a partido”. Tras su parón obligado por sanción, solo espera que llegue el sábado para, “si el míster quiere contar conmigo, estaré a su disposición”.