Grupo vasco-riojano-navarro o grupo catalán-baleares-valenciano. Esa es la cuestión. La UD Barbastro regresa a Segunda RFEF -la antigua Segunda División B- 17 años después y ahora espera rivales porque una vez resueltos los ascensos y descensos en Tercera y Primera RFEF, la Real Federación Española de Fútbol debe confeccionar los cinco grupos que componen la Segunda RFEF. Aquí surgen varias dudas e hipótesis, un cruce de equipos, un rompecabezas, se podría decir, y los equipos ya van mostrando su parecer hasta que haya una resolución oficial y definitiva que se conocerá a mediados del mes de junio.
En cuanto al club rojiblanco, su presidente, Rafa Torres, no esconde la preferencia de su junta directiva: "preferimos jugar en el catalán", tanto por distancia, sobre todo en el caso de los rivales catalanes, como por lo atractivo. El Barbastro, que renovó la pasada semana a Josete Tomás en el banquillo, será uno de los cuatro representantes aragoneses en esta categoría junto a Brea, Utebo y Deportivo Aragón, que este sábado certificó su permanencia tras superar el playout por la salvación ante el Coria. Todavía está en duda el Tarazona, que ha superado la eliminatoria ante el Compostela. Ahora jugará la final en busca de un puesto en Primera RFEF ante el Navalcarnero.
En ese grupo catalán hay varios equipos ya confirmados que jugarán sí o sí la próxima temporada en Segunda RFEF: Lleida Esportiu, Manresa -ya eliminado del playoff por el Navalcarnero este pasado fin de semana-, Terrassa, Badalona, Cerdanyola, Europa -que asciende desde Tercera- y Espanyol B -eliminado por el Atlético de Madrid B en el playoff-.
En territorio valenciano y alicantino hay equipos que irían a parar a este mismo grupo: Atlético Saguntino, Valencia B -eliminado por el Cacereño en el playoff-, Alzira, La Nucía -que baja desde Primera-, Hércules de Alicante y Orihuela. En el lado balear están la Peña Deportiva -eliminado por el UCAM Murcia en el playoff-, Andratx -que llega desde Tercera- y Formentera.
La otra cara de la moneda aparece con el grupo vasco-riojano-navarro que podría incluir, además de los aragoneses, al Numancia, que ha perdido la categoría en Primera este pasado fin de semana tras firmar una pobre segunda parte del campeonato. Así, junto al equipo soriano, los posibles rivales del Barbastro podrían ser la UD Logroñés, Calahorra, Athletic Club B -todos estos bajan desde Primera RFEF-, Tudelano, Izarra, San Juan, Mutilvera, Real Sociedad C, Barakaldo, Arenas Club, Gernika, el riojano Naxara -que sube desde Tercera- y el navarro Valle de Egües.
Al igual que sucede con el Tarazona, todavía hay que esperar la resolución del playoff para ver qué hace el Alavés B, quien podría dejar la categoría de Segunda RFEF en caso de superar la eliminatoria que tiene por delante ante el Atlético Sanluqueño. También queda pendiente la eliminatoria de la final en el playoff de Tercera entre el Ejea y la Penya Independent. En la ida que se disputó este pasado sábado el equipo de las Cinco Villas sumó un empate a uno y deberá resolver en la vuelta en tierras baleares.
En cualquier caso, la incertidumbre está servida hasta que la RFEF anuncie la composición de los grupos. Hay que recordar que los grupos de Segunda RFEF están formados por 18 equipos cada uno. En estos momentos es más factible que el Barbastro vaya a parar al grupo vasco-riojano-navarro, pues la suma con los aragoneses, sin contar al Tarazona, Ejea y Alavés B, resulta 18.
Tampoco sería descabellado que la Federación optara por separar a los equipos aragoneses y mandarlos a grupos diferentes, tal y como ha hecho por primera vez esta temporada; con Brea, Tarazona y Utebo en el Grupo 2 y Ebro, Teruel y Deportivo Aragón en el 3.