Gerard Valentín es un hombre insustituible en la SD Huesca. El extremo catalán, que ya suma 200 partidos tras su pado por Lugo, Nàstic, Deportivo y Huesca, está pasando por un gran estado de forma y el equipo lo nota y se aprovecha de ello. Ha jugado como titular en los últimos cuatro partidos ligueros y, desde entonces, el Huesca no ha perdido.
Los azulgranas vienen de ganar en sus dos últimas salidas (Amorebieta y Zaragoza). "El equipo venía trabajando desde hace tiempo para conseguir estos resultados. A veces, las cosas salen y otras veces no. El equipo se está encontrando cómodo en el campo y se está trasladando en los resultados", ha subrayado este miércoles en su comparecencia en la sala de prensa de la Base Aragonesa.
No encuentra una "receta concreta" del mal inicio de temporada a nivel grupal. En el apartado individual, confirma que ante el Espanyol "sí que saqué una buena versión pero el otro día estuve correcto. Espero que la mejor versión esté por llegar".
Vivió un periodo duro porque estuvo alrededor de dos meses lesionado: "Al final lo pasas mal porque ves al equipo sufrir. Por querer ayudar estuve más tiempo del necesario para recuperarme".
En la comparativa entre Cuco Ziganda y Antonio Hidalgo, ha dicho que "son maneras diferentes de trabajar". Cada uno "tiene su receta para lo que cree que es como van a salir las cosas. Unas veces funcionan y otras no. A veces las mismas cosas, en un periodo de tiempo funcionan y en otro no".
El Huesca todavía no ha conseguido salir de manera definitiva del descenso pero eso a Valentín no le importa demasiado porque "sigue faltando mucho y hay tiempo de todo". En cualquier caso, ha confesado, "siempre es importante verse fuera del descenso. Esto es una carrera de fondo, no es un esprint".
No se marca una meta de aquí a Navidad ni una cifra de puntos en concreto. "Hagas lo que hagas, esto va de lo que suceda en la jornada 42". Ahora mismo el Huesca suma 16 puntos y es 19º clasificado, un punto por debajo de la salvación que marca el Andorra con 17.
Real Valladolid
A priori, ha dicho, "es uno de los tres equipos fuertes" por esa condición de recién descendido. Y lanza un mensaje al Real Valladolid: "Se está viendo que en esta categoría, da igual el equipo que sea, puedes sufrir y ganar a cualquiera".
Ganar en casa "está quedando pendiente" y por eso este viernes sería un buen día para acabar de una vez por todas con la mala racha. Un dato: el Huesca no gana como local desde el mes de abril. "Se nos resiste la victoria aunque hemos hecho algún partido para ganarlo".
Un mensaje para la afición
Para concluir, ha lanzado una cuerda a la afición azulgrana con el deseo de que la agarre. "Vamos a intentar estar en la misma sintonía. Notamos cómo el público nos alentaba y estuvimos muy cerca de ganar ese partido. Con ellos también es mucho más sencillo".