La Plataforma por la Dignidad de los Autónomos ha ampliado este 25 de noviembre su alcance territorial, tras confirmar la adhesión de Ceuta, Fuerteventura, Lanzarote, Santander y Sevilla a la convocatoria nacional del próximo 30 de noviembre, una jornada que se perfila como la mayor protesta unificada del colectivo en España. El movimiento ciudadano, surgido al margen de partidos y estructuras sindicales, ha consolidado así una oleada de apoyo que se expande por todo el país y que busca denunciar lo que define como una situación de “asfixia fiscal, burocrática y social”.
Según ha trasladado la organización, la incorporación de estas cinco ciudades ha elevado ya a decenas los puntos de movilización en los que miles de trabajadores por cuenta propia, acompañados de familias, estudiantes y vecinos, marcharán para reclamar “condiciones de trabajo dignas” y un modelo que no penalice el emprendimiento. La protesta, convocada como pacífica y apolítica, aspira a visibilizar la fragilidad creciente del tejido autónomo y del comercio local.
Las manifestaciones de este 30 de noviembre partirán de lugares emblemáticos en cada ciudad, recorrerán sus centros urbanos y culminarán con la lectura del Manifiesto Nacional de los Autónomos, un documento que resume las principales reivindicaciones del movimiento. La información actualizada sobre rutas, horarios y puntos de inicio se encuentra disponible en la web oficial y en los canales locales de Telegram creados para la coordinación.
El Manifiesto, que volverá a sonar de forma simultánea en todos los finales de marcha, ha puesto el foco en varios frentes que el colectivo considera insostenibles. Entre ellos, el incremento de cuotas y gastos pese a la caída de ingresos; la falta de una protección social equiparable a la de los asalariados; el retraso en la aplicación de la directiva europea que permite eximir del IVA a quienes facturan menos de 85.000 euros; y una burocracia que describen como “asfixiante” y que dificulta desde el acceso a ayudas hasta la simple posibilidad de facturar con normalidad. La organización ha advertido también de la desaparición acelerada del comercio de proximidad, un fenómeno que atribuyen en parte a esta presión estructural.
Desde la Plataforma se ha detallado que las exigencias centrales pasan por una revisión justa de las cuotas, una rebaja real de la carga fiscal, protección social digna, la aplicación inmediata de la exención del IVA prevista en la directiva europea y un apoyo decidido al pequeño comercio, junto con el fin de los retrasos administrativos que impiden cobrar ayudas o avanzar en trámites básicos. “No pedimos privilegios, pedimos justicia”, ha recalcado la organización, que recuerda que los autónomos “mantienen vivo el comercio local y sostienen una parte esencial de la economía”.
La Plataforma ha insistido en su carácter ciudadano, independiente y sin ánimo de lucro, respaldado por los artículos 21 y 22 de la Constitución, que reconocen el derecho de manifestación y de organización sin autorización previa. No se consideran un sindicato ni una asociación formal, sino un movimiento transversal que ha nacido para representar a un colectivo “cada vez más castigado”.
De cara al 30 de noviembre, los convocantes han apelado a autónomos, trabajadores, estudiantes, familias y vecinos, subrayando que su situación repercute directamente en la vida diaria de los barrios y pueblos. “No somos enemigos del Estado, somos su motor”, han recordado, convencidos de que el cierre de negocios locales afecta al conjunto de la ciudadanía.
La Plataforma ha puesto a disposición del público sus canales oficiales en web, redes sociales y grupos de mensajería para facilitar información verificada y actualizada sobre cada una de las convocatorias. También se ha habilitado un contacto de prensa para los medios interesados en cubrir la jornada.
El movimiento confía en que el 30 de noviembre se convierta en una demostración masiva del malestar y de la voluntad de cambio que atraviesa al colectivo en todo el territorio. Una demanda compartida que, según trasladan, trasciende lo laboral y refleja el pulso de miles de emprendedores que sostienen la actividad económica de España.