Un despacho de abogados oscense ha pedido la ejecución de la sentencia y el subsecuente embargo de bienes al Banco de Santander "por negarse a cumplir sentencia firme y además seguir cobrando a una cliente las cuotas de un préstamo al consumo declarado judicialmente como nulo en diciembre", por el que la consumidora pasó de afrontar una deuda de 19.000 euros a tener que recibir 4.000 euros por una condena por usura emitida contra la entidad financiera, como reflejó EL DIARIO DE HUESCA el 18 de diciembre.
El despacho de abogados oscense Calvo & Sáez-Benito ha pedido la ejecución de la sentencia, con el consiguiente embargo de bienes, por la que fue condenado el pasado 9 de diciembre de 2024 el Banco de Santander al declararse nulo el préstamo al consumo de 35.500 euros otorgado a su cliente en 2019.
La declaración de usura reflejada en la Sentencia del Juzgado nº 4 de Huesca es consecuencia de la aplicación de la centenaria Ley de Usura de 1908 en un préstamo al consumo que reunificaba tres prestamos anteriores, y que conllevaba la nulidad del mismo por aplicar un tipo de interés usurario del 19,095 % TAE.
La consecuencia de la declaración de usura del préstamo concedido por el Banco de Santander ha sido que todos los intereses, comisiones y gastos pagados por la cliente del Banco Santander deberán ser devueltos a la consumidora reduciéndose su saldo deudor existente hasta el punto de que éste desaparece al ser ese importe mayor al de la deuda existente en el momento de la reliquidación por orden judicial, explica el despacho de abogados.
Tras no recurrir el fallo de la sentencia ante instancia superior, y por tanto adquirir firmeza, la entidad financiera ha dejado pasar el plazo para abonarle al cliente el exceso de intereses y comisiones pagados por éste con respecto a la deuda que aún presentaba, resultando un importe a ingresar de 5.296,88 euros tras la firmeza de la sentencia, y para cancelarle el préstamo que ascendía a 19.112,73 en fecha 31 de enero de 2024.
"La sorpresa, e indignación de la consumidora se produce porque, a pesar de haber avisado a su sucursal bancaria ya a mitad del pasado mes de febrero de que la sentencia ya era firme, la entidad bancaria condenada le volvió a cargar en fecha 29 de febrero en su cuenta bancaria la cuota de 657,77 euros del préstamo declarado como usurario, lo que ha obligado a tener que recalcular la cantidad a indemnizar a 5.954,65 y reduciendo la deuda existente con el banco a 18.709,80 euros, que deberá quedar cancelada y por tanto, no volver a cargarse más cuotas de este préstamo", añade el despacho.
La ejecución de sentencia ocasionará además un perjuicio al banco del 30% de la cantidad reclamada en concepto de provisión para intereses y costas judiciales, o sea 1.786,40 euros, añadido a la condena en costas de primera instancia, que ya se reflejó en la Sentencia de 9 de diciembre de 2023 del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 4 de Huesca, y que ya es firme.
Además, tras notificarse al banco el embargo de sus cuentas bancarias en caso de que no consignen las cantidades dictada en los 10 días posteriores al Auto de ejecución de sentencia del pasado 6 de marzo, la entidad bancaria continuó girando los 657,77 euros de cuota mensual el pasado 31 de marzo de 2024, situación que se ha vuelto a repetir en fecha 30/04/2024 con un nuevo cargo de 657,77 euros. El mismo Juzgado número 4 ha emitido una ejecución de títulos judiciales por la que acuerda la ampliación en la cantidad de 657,77 euros más otros 197,33 euros de intereses ante la continuación en los giros, comunicación fechada el 10 de abril de 2024.
Resulta llamativo para el despacho que una entidad del prestigio del Santander "no solo ignore imprudentemente las sentencias judiciales a las que es condenada en firme, sino que también haga caso omiso de los autos que le obligan a ejecutar las sentencias cuando no le son favorables y siga aplicando a sus clientes las condiciones declaradas judicialmente nulas por abusivas de sus contratos de préstamo, como si las sentencias judiciales no fueran con ella y obligando a sus clientes a acudir nuevamente a la justicia para obtener la reparación del daño causado".
La cliente del banco, tras intentar infructuosamente comunicar a su sucursal que al menos dejen de pasarle las cuotas del préstamo, ha decidido cancelar su cuenta con dicha entidad, pero teme que si no atiende los pagos le incluyan en un fichero de morosos.
Mientras tanto, la consumidora espera que la justicia embargue alguna de las cuentas del Santander, para así cumplir lo sentenciado en diciembre y a la vez obligue a la entidad bancaria a que cese en "sus contumaces, a la par que ilegales, giros de cuotas del préstamo usurario", estima la cliente.