El establecimiento de Huesca Chez Marzola se traslada manteniendo su esencia

Elena Bernad deja el local del Coso Bajo y a principios de febrero abrirá en su nueva ubicación en la calle San Orencio

Periodista
12 de Enero de 2023
Guardar
Elena Bernad Marzola en su establecimiento del Coso Bajo de Huesca.
Elena Bernad Marzola en su establecimiento del Coso Bajo de Huesca.

Se instaló hace cinco años en el Coso Bajo de Huesca y desde el primer momento llamó la atención por su encanto, un espacio elegante con productos locales que aporta calidad al comercio local. Ahora, Chez Marzola ha tomado la decisión de trasladarse, pero estará muy cerca de su ubicación actual y manteniendo la misma línea de artículos artesanos.

“Nos trasladamos porque las ventas han bajado bastante este año debido a la subida de precios”, contesta con claridad la propietaria de este establecimiento, Elena Bernad Marzola. “En diciembre se cumplieron cinco años desde que abrimos y llevábamos una trayectoria de crecimiento muy buena y ya de estabilización”, explica, pero el incremento de las materias primas y todo tipo de costes ha afectado a la demanda en esta tienda de producto artesano donde prima la calidad y la cercanía. “Entonces nos toca intentar contener gastos y el más grande que tenemos es el alquiler y por eso nos vamos a trasladar”, concreta.

El cambio se va a realizar entre el 25 de enero y el 2 de febrero aproximadamente y Chez Marzola solo permanecerá 4 o 5 días cerrada antes de abrir en la esquina de la calle Padre Huesca con San Orencio. “Está muy cerquita, pero en otro punto muy diferente -opina Elena Bernad-. Ya no es el Coso, ya no es zona peatonal, pero sí que es el centro, y es el centro de otra manera, con más ocio, lugares de tapas y restaurantes. Todo el mundo acaba yendo a tomar algo a esa zona y vamos a ver si nos visibiliza un poco más el turismo”, señala.

Ubicación del nuevo espacio que ocupará el establecimiento.
Ubicación del nuevo espacio que ocupará el establecimiento.

Su proyecto inicial al arrancar con el negocio era amortizar la inversión inicial en 10 años y una parte se ha logrado en esta primera mitad. “Entendemos que en el otro local vamos a seguir recuperando la inversión o por lo menos vamos a cruzar los dedos para que eso suceda”, desea.

Su labor va a seguir siendo la misma, “intentando que el público aprecie que si un tarro de mermelada -pone como ejemplo- tiene un 70 % de fruta en lugar de un 30-40 % es una calidad que al final tiene más precio. Y que la familia que la está elaborando es de aquí al lado, de Graus, de Boltaña o de Barbastro, y paga más por los tarros, la tapa del tarro, el producto y el combustible para hacer la mermelada… Hablamos de economía circular, pero también tienen que subir los precios”, traslada.

Chez Marzola cuenta con más de 350 referencias de productos de la provincia de unos 200 productores locales. “Podremos mantenerlo -asegura-, lo vamos a poner de otra manera y también, priorizando el producto local, vamos a abrirnos a otros que sean también competitivos y de calidad. Es una línea que ya habíamos iniciado hace unos meses ampliado a todo Aragón y más territorios y vamos a seguir en esa dinámica”, apunta.

Para el productor local la visibilidad en negocios de esta calidad es importante. “Creo que sí -dice Elena Bernad-, pero tengo que decir que quizá nadie es profeta en su tierra o no es el momento. Nosotros abrimos hace 5 años con la idea de que el consumo local es más sostenible que otra forma de consumo, pero también es verdad que el aspecto tan bonito y cuidado de la tienda ha hecho pensar a la gente que éramos un sitio de productos gourmet o delicatessen. Un producto que está hecho en Ansó, en Biescas, en Graus, en Barbastro, en Fraga… no es delicatessen, es artesano -remarca-. Pero parece que gusta poner ese apellido y entonces directamente pasa a ser un sitio caro. Es un poco complicado”, constata.

Actual Chez Marzola.
Actual Chez Marzola.

En su nuevo espacio van a realizar una pequeñita reforma y Elena Bernad asegura que mantendrá la “esencia” del actual establecimiento, “con el mismo mobiliario y el mismo producto con alguna cosa diferente”; y también se trasladan las preciosas puertas que dan la bienvenida en el Coso Bajo, aunque por el momento permanecerán guardadas.

“Vamos a ver cómo van funcionando las cosas y qué viene ahora, porque creo que para todos es una incertidumbre. Con la guerra de Ucrania y la subida de precios para todos, de los alquileres, de las hipotecas, del combustible, de absolutamente todo. En un momento así de crisis -opina- también hay que saber replegar velas o diversificarse o ahorrar gastos o hacer algo. No puedes quedarte esperando, por lo menos nosotros, que solo llevamos 5 años. Si lleváramos 20 años y con una clientela fija, pues… Y eso que tenemos muchos clientes a los que además les doy las gracias por que vengan casi cada día”, destaca.

Si todo se desarrolla como espera, Elena Bernad Marzola asegura que volverá a colocar esas puertas de madera referencia de este delicioso local.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante