Estilos de aprendizaje & coaching en la formación en la empresa y en lo personal

Incrementar tu capacidad de resolver problemas de personas multiplica tu valor profesional

25 de Agosto de 2023
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Alfredo Lachos
Alfredo Lachos

Las formaciones en liderazgo que hago en las empresas están muy focalizadas en detectar y corregir los errores más graves que desmotivan y destruyen la autoestima de las personas.

Y esto es por una frase que una vez me dijo una compañera profesora de Hosteleria/Turismo: "Por favor Alfredo, más que enseñarles a motivar, enséñales a cómo no desmotivar al personal". Hasta ahí bien.

Pero, ¿qué pasa si ya tienes un buen nivel de liderazgo, o eres un buen profesional, y quieres convertirte en uno de los mejores de tu sector?

De esto te voy a hablar hoy, con un caso práctico para que veas cómo enfocarlo.

Primero la estrategia

Mira, veo mucha gente que no para de hacer formaciones y acumular títulos, como si el que más medallas tenga es mejor que los demás….

Error… muchos títulos, muchos conocimientos, muy sabelotodo, pero no destaca en nada…

Hay una estrategia antigua, que me recordó esta semana un buen amigo, y que yo mismo he usado en mi carrera profesional. Si quieres destacar entre la multitud, no se trata de ser perfecto, de pulir todas tus carencias, sino de potenciar tu talento diferencial.

Los mejores profesionales del mundo de cada sector no lo son porque sean perfectos, sino porque destacan en algo en lo que son los mejores. Por ejemplo, Rafa Nadal no es el tenista con la mejor técnica del mundo. Sin embargo, su fortaleza mental es superior a la del resto.

Bien. Entonces, la primera tarea es encontrar aquello en lo que destacas. La segunda, potenciarla.

Para lo primero, posiblemente ya tengas una idea de aquello que se te da mejor. De tu talento natural.

Aun así, si quieres verificarlo, lo más sencillo es preguntar a los compañeros que te conocen y con los que trabajas a diario:

Oye, ¿en qué crees que destaco? ¿Qué es lo que más valoras de mí como profesional? Posiblemente te lleves sorpresas.

Otra opción, que usé yo hace muchos años, fue usar una herramienta de autoconocimiento. Si buscas por Internet hay muchas. Seguro que alguna vez te han hecho un test DISC o algún otro similar, en algún proceso de selección.

La que yo usé en particular fue un cuestionario de estilos de aprendizaje. Lo aplico personalmente. Para conocer y ayudar a mi equipo y lo imparto como formación. 

Solamente y, ojo a esto: ESTILOS DE APRENDiZAJE.

Fue un cuestionario que cayó en mis manos, en mi experiencia americana en la formación, y en la gestión en multinacionales de la hospitalidad y me resultó muy útil como directivo y facilitador  para entender las 4 formas en las que las personas aprenden.

De esa manera podía estructurar mis contenidos para asegurar que todo el mundo aprendía porque toco todos los palos.

Pero aquella herramienta escondía algo importante.

Las 4 formas de aprender que tenemos las personas están relacionadas con el lóbulo cerebral que usas de forma predominante.

Es decir, ya sabes que hay personas diestras, zurdas o ambidextros.

Pues lo curioso es que nuestros talentos y carencias naturales están relacionados con el lóbulo cerebral que más usamos.

Entonces, con esa herramienta, puedes descubrir en qué cuadrante estás, y con esta herramienta estilos de aprendizaje descubres los talentos naturales de ese cuadrante.

¿Para qué me sirvió a mí?

Para descubrir que mi talento natural es la comunicación y la conexión emocional.

O sea, que enfocarme en la formación como actividad profesional no era solo lo que me pedía el cuerpo, sino que era la actividad profesional donde podía brillar.

Dedicar mi vida a trabajos administrativos, físicos o rutinarios, como los que tuve en el pasado, no solo me deprimían, sino que jamás conseguiría destacar y llegar lejos….

Segundo, el caso práctico

Una vez sabes aquello que se te da mejor, hay que trabajarlo.

¿Cómo lo hago?

Te comparto el caso práctico real que te mencionaba. Un directivo amigo ya tiene un gran nivel de liderazgo como demuestran los resultados de sus equipos. De él destacan su nivel de escucha, su cercanía, su honradez, sus principios y su visión.

Casi nada. En realidad, destacan muchas cosas. Entonces ¿Cómo enfoca su progreso para convertirse en uno de los mejores?

Aquí tienes las 3 opciones que yo le di:

Opción #1 Estrategia de concentración: elegir aquel aspecto que tú consideres que más te identifica y potenciarlo. Por ejemplo, si tu capacidad de escucha para ti es diferencial, transfórmala en un sistema. Es decir, marcarme en mi agenda un horario para tener una conversación profunda (un desayuno o café) a diario con uno de mis colaboradores. Y darle estructura para que haya una rotación equitativa.

Es decir, si tengo 10 colaboradores, les comunico mi sistema, y sabrán que cada 10 días tendrán oportunidad de "estar" conmigo, o de yo "estar" con ellos. Ese sistema ya hace destacar esa cualidad por encima de las demás….

Opción #2 Estrategia de palanca: elegir aquel aspecto que más impacto pueda tener en tu modelo de dirección.Por ejemplo, para mí, actualmente, el valor más demandado, valorado y de más impacto en el liderazgo de cualquier persona es la "vulnerabilidad" Se refiere a la capacidad del líder de expresar y compartir sus errores, debilidades y sentimientos. Es decir, mostrarte como un líder imperfecto y humano. 

Y esto requiere de un nivel de madurez emocional muy grande (por eso pocos lo hacen). De hecho, es lo contrario de lo que hace todo el mundo, que tapan sus debilidades y tratan de mostrarse cada día como héroes inquebrantables. ¿Por qué? Por miedo a que mostrar esa vulnerabilidad les haga ser percibidos como débiles.

Nada más lejos de la realidad. Tener la valentía de mostrar con naturalidad tus carencias y sentimientos transmite tu enorme autoestima y confianza en ti mismo. Esconderte detrás de una coraza, lo contrario. Y lo más importante. Si comparto mis miedos y mis errores, por ponerte un ejemplo, estoy dando ejemplo y permiso a que los demás pueden hacerlo también. Que pueden mostrarse tal y como son y liberarse de esas falsas caretas… 

Fíjate que uno de los grandes descubrimientos en los procesos de coaching es que mucha gente está cansada de no ser ellos mismos sino de estar jugando un rol para ganarse el reconocimiento de los demás. Y tanto escondite le hace a uno sentirse falso. Sentirse mal. Por eso, cuando el líder es el primero que se desnuda, que se muestra como persona, libera y autoriza a que los demás puedan hacerlo también. Y esto ha conseguido los mayores niveles de fidelización y compromiso del personal.

Claro está que, como te decía antes, para poder mostrarte vulnerable, requiere de inteligencia emocional, y no todo el mundo está dispuesto a invertir en ello. Por eso es una hoja de ruta limitada a unos pocos. A los que realmente quieren estar arriba.

Opción # 3 Estrategia de efectividad: elegir las habilidades que más puedan potenciar tu eficacia profesional. El líder, que no jefe, es un rol enfocado a construir los mejores equipos y a sacar lo mejor de las personas. Entonces, ¿Quién es el mejor líder del sector?

Un criterio pragmático podría ser aquel capaz de lograr el mejor equipo de personas. El que más y mejores resultados consigue (reputación, ventas, productividad, etc.). Por lo tanto, si usamos ese criterio, otra opción interesante sería potenciar tu nivel de liderazgo con una formación en herramientas de coaching.

¿Por qué coaching? Porque el coach es un profesional con unas habilidades muy desarrolladas de psicología y comunicación verbal y no verbal, precisamente para conectar, explorar, descubrir y finalmente sacar lo mejor de las personas. Así que entrenar ese conjunto de habilidades podrían marcar una diferencia.

Y hablando de formación. Todos me dicen, en encuentros en la ciudad, que los problemas de las empresas son problemas de personas. Por lo tanto, incrementar tu capacidad de resolver problemas de personas multiplica tu valor profesional.

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