Tal y como estaba previsto, este primer fin de semana de abril ha regresado el Mercadillo de los sábados al Paseo Ramón y Cajal de Huesca y lo ha hecho en medio de una gran animación, con los vendedores y vendedoras de los puestos muy contentos y el público que ha acudido, también muy satisfecho.
Los portavoces de este colectivo habían expresado su descontento con la ubicación anterior, que, según han reiterado a este periódico, había provocado una disminución de las ventas y una merma en la calidad de los puestos.
Como se recordará, el cambio de emplazamiento se produjo como consecuencia de las obras de urbanización que se acometieron en esta importante arteria de la capital altoaragonesa.
A las 8:00 se ha cortado al tráfico el paseo Ramón y Cajal y una hora más tarde el montaje ya había concluido y han dado comienzo las ventas. En torno a las 10:00, según las consultas realizadas, se registraba ya una notable actividad, que ha ido creciendo a lo largo de la mañana hasta las 14:00, momento del cierre. Una hora después, la calzada había quedado completamente despejada y se ha reabierto la calle al tráfico.
Han faltado cinco puestos por motivos de enfermedad y otros motivos personales, pero el resto ha trabajado con normalidad, en torno a 35.
La oscense Sara Giménez, directora general de la Fundación Secretariado Gitano, ha señalado que este sábado era un buen día, al poder celebrar el regreso del mercado al paseo Ramón y Cajal, algo "tan demandado por los propios vendedores" y ha asegurado que las sensaciones que estaba recogiendo eran positivas, tanto por parte de ellos como de la clientela, "porque está en un lugar que invita mucho más al paseo, un lugar mucho más digno, más céntrico".
Ha apuntado también, que iba a servir para "mejorar la situación laboral de los vendedores y las vendedoras" y para "dinamizar" la ciudad, y ha considerado que es el momento de ir pensando en retos de futuro, como el de "embellecer mucho más el mercado" e incluso "digitalizarlo y modernizarlo".
"Al final no se nos puede olvidar que de él viven muchas familias gitanas de nuestra comunidad", ha agregado.
A Mari Carmen Molero, el cambio le parece fenomenal, considera que "hacía falta", y cree también que es bueno que el de los martes permanezca en su ubicación actual, porque así pueden ir todos los oscenses a uno u otro.
Séfora tiene su puesto, “Los caprichos de Séfora”, desde hace diez años. Explica que en el Paseo Ramón y Cajal le funcionaba “súper bien”, pero el cambio al entorno de San Jorge le supuso un descenso de las ventas de entre el 40 y el 50 por ciento.
“La alegría que nos da volver es inmensa. Ya desde el punto de la mañana, ha sido abrir el puesto y empezar a entrar gente y a felicitarnos por estar aquí otra vez. Y se nota en las ventas. El fluido de gente es una maravilla, ha comentado.
Israel Bautista lleva unos diez años con sus Calzados Pamela. ”Me parece muy bien lo que han hecho los señores del ayuntamiento, un excelente trabajo y le doy las gracias”, ha declarado.
Abdel Satar señala que el cambio es mejor. La presencia de gente es mucho mayor que en el espacio de San Jorge y eso propicia que la venta aumente. “Había muchísima gente ya por la mañana y más animada para comprar”, ha indicado.
Las concejalas Susana Oliván y Sonia Latre se han dado una vuelta para cerciorarse de que todo se desarrollaba correctamente. “Hemos estado hablando con varios puestos y también con algunos de los representantes que han acudido a las reuniones con el ayuntamiento que hemos mantenido para preparar todo esto ,y en general, todo el mundo nos han transmitido muy buenas sensaciones, que había bastante gente, muchísimo mejor que en el otro lado”, ha comentado Oliván.
Latre ha señalado que, según les han explicado algunos vendedores, si en el entorno de San Jorge sopla el viento con fuerza, la asistencia de público baja notablemente y no así en el paseo Ramón y Cajal, así que había satisfacción por la afluencia de este sábado.
También han explicado las concejalas que la puesta en marcha del Mercadillo a primera hora de la mañana había discurrido sin incidencias, y que los responsables de los puestos también se han comprometido a que la zona permanezca libre de basuras y que se respeten los horarios. “Todo el mundo estaba muy contento y muy conforme, así que nosotros también”, ha agregado Oliván.