Últimas horas en el Bar París de Huesca: feliz jubilación, Carmen y Antonio

El bar restaurante cerró en Nochevieja definitivamente, entre lágrimas y reconocimiento

02 de Enero de 2023
Guardar
Últimas horas en el Bar París de Huesca

El 31 de diciembre ha cerrado el año 2022 y también un bar-restaurante que ha conocido a dos y tres generaciones de clientes y ha marcado una época en Huesca, el París. El establecimiento de Mari Carmen Barrau y Antonio Bosque echó el sábado la persiana después de 47 años de servicio, entre el local de la calle Conde Aranda y, desde la Navidad de 1984,  el último, el de Heredia 14.

Antonio Bosque reconoce que tantas manifestaciones de cariño les han sorprendido. "Nunca pensé que podríamos tener tanta repercusión social. Estamos muy contentos".

Añade que había que tomar una decisión después de tantos años de trabajo. "Nos hace duelo, más que por nosotros, que también, por la gente. Notamos que la clientela se va a quedar un poco huérfana. A ver dónde se recolocan".

"Ya encontrarán, que sitios hay muchos en Huesca", replica Carmen. "Cada vez menos -opina Antonio-, porque la gente no quiere trabajar en este oficio".

En torno a las seis y media de la tarde, cinco o seis personas, apostadas en la barra, mantenían el sábado, en este mítico lugar, la última conversación con los dueños del local y su hija. Antonio y Carmen habían trabajado mucho aquel día, como el útimo mes y como siempre, y aún aguardaban la llegada de otro grupo, que quería tomar algo en el París, por última vez.

Muchos les han preguntado qué es lo que van a hacer ahora. "Bromeando con algún cliente le digo que es como cuando te toca la lotería y no sabes qué vas a hacer hasta que no lo digieres -explica Antonio-. Lo iremos asimilando poco a poco y creo que nos sabremos adaptar a la vida de jubilados, porque a lo bueno uno se adapta enseguida. Yo hablo con muchos clientes que están jubilados y están todos encantados, alguno arrepentido de no haberse jubilado antes". 

Varios clientes que no viven ya en Huesca han viajado a la capital altoaragonesa para poder compartir este momento. "Al final, la mayoría comprende que había que tomar esta decisión, y nos dicen: Ahora a vivir y a relajaros un poco", comenta Carmen.

El público reconoce su entrega y su capacidad de trabajo sin límite. Antonio recuerda que, cuando comenzaron, estuvieron cinco años en los que sólo cerraban en Nochebuena y Navidad. "Hemos tenido muy claro qué es lo que queríamos hacer, con nuestras limitaciones, pero hemos conseguido lo que teníamos en mente y gracias a la fidelidad de los clientes".

Carmen cuenta que les han traído un montón de obsequios, hasta les han invitado a una comida en un restaurante de Zaragoza. Y es que son muchos los clientes que les van a echar en falta, como decía Benedicto Ollés, uno de los habituales. "Hay gente que, al enterarse de que ya no iba a poder venir a echar el vermú de Año Nuevo, después de 18 años, se echaba a llorar", reconoce Carmen.

Carmen ha sido el rostro visible del Bar París y Antonio ha puesto el corazón desde la cocina. Han vivido entregados a una ciudad que les ha demostrado ahora lo mucho que ha valorado su dedicación. Feliz jubilación, pareja. Ahora, a descansar y a disfrutar de la vida.

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante