Aficionados taurinos de Huesca proponen encierros de toros para San Lorenzo

La vieja reivindicación de 1996 resurge con el convencimiento del impulso que daría tanto a los amantes de estos festejos populares como al turismo en las fiestas

17 de Agosto de 2023
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Coso Alto, una de las calles comerciales de Huesca.
Coso Alto, una de las calles comerciales de Huesca.

Aficionados taurinos, algunos de ellos corredores en San Fermín, están articulando un movimiento para reivindicar al Ayuntamiento de Huesca la celebración de encierros de toros durante las fiestas de San Lorenzo, convencidos del gran reclamo turístico que representaría y el impulso que daría al ciclo laurentino habida cuenta el atractivo que representan los festejos populares. Se amparan, además, en la historia de la ciudad que ya documenta que se corrían los toros en 1647.

Esta iniciativa procede de aficionados a los toros y de practicantes oscenses de los encierros (es el caso de Ángel Luis, que diariamente del 7 al 14 de julio hace el tramo de Santo Domingo-plaza consistorial en Pamplona), de miembros de la Peña Taurina, de antiguos profesionales del toreo y de personas que consideran que los encierros de toros otorgarían a la ciudad un impulso muy importante dentro de su proyección turística.

Aunque el proyecto se encuentra en una fase embrionaria, recuerdan los promotores que en 1996 ya se produjo un intenso debate en la ciudad, con Luis Acín en la Alcaldía, que profundizó hasta el extremo de que Chulio Brioso y Mairal y Carlos Jalle elaboraron documentos para anclar las razones para estos festejos. En el caso del historiador, su informe exponía el arraigo a lo largo de los siglos de estas prácticas. De hecho, otro historiador, Ignacio Almudévar Zamora, en su artículo Encierros en Huesca de su blog personal, alude a distintas manifestaciones de finales del siglo XIX y siglo XX con las corridas en la plaza de teoros que fue derribada en 1912 o el toro ensogado, a las que aludía el mismo Luis López Allué: "Ante el peligro y el miedo unos y otros se apiñaban y entremezclados corrían y por las rejas trepaban o entraba en los zaguanes o saltaban a las tapias".

Luis Mur Ventura también narra cómo en 1647 "un día que se corrían toros por las calles de Huesca, se encontró Ruiz de Castilla -catedrático de la Universidad Sertoriana- con un bravo animal que por haber roto la cuerda le persiguió hastea la iglesia de San Pedro el Viejo, tras cuya pila bautismal logró esconderse". En la hipérbole, Mur Ventura asegura que el sobresalto le causó una enfermedad que derivó en la muerte.

Chulio Brioso y Mairal documentó la existencia antigua de los encierros. Y también Juan del Triso (el seudónimo de Luis López Allué) escenificaba esta práctica festiva: "Dichosos tiempos aquellos que al empezar la tardada subían por San Francisco corriendo a la desbandada matracos y señoritos perseguidos por la vaca elegida entre las "furas de Pompién o de Lascasas", texto también presente en el blog de Almudévar Zamora.

En 1996, justificada la existencia histórica de los encierros, se valoraron distintos itinerarios con el asesoramiento de expertos como Félix Ozcoz (padre de los recientemente jubilados ganaderos) que, con su hijo Sergio, anduvo varios recorridos y apreció importantes posibilidades para correr los toros, como recientemente explicaban en EL DIARIO DE HUESCA sus hijos. Carlos Jalle recuerda que, hace 27 años, se encontraron argumentos para salir de una zona próxima a la Basílica de San Lorenzo para subir por la calle a desembocar en el Coso y de ahí hasta la Plaza de Toros. Y otra alternativa era la de la Correría y Goya para salir al coso y tomar el mismo final. No son los 875 metros de Pamplona, pero se acercan. En aquel momento, un único voto en la Comisión de Fiestas acabó por desestimar la propuesta.

En estos momentos, algunos de los inductores de la idea barajan también varios recorridos, como uno que parta del Parque, llegue a la Plaza de Navarra, Porches hacia el Coso y final en la Plaza de Toros. Otra opción manejaría ambos cosos, y una tercera contemplaría una parte del Casco Viejo.

En todo caso, en próximas fechas se va a profundizar en las reuniones para dar forma a esta reivindicación que formularán al Ayuntamiento de Huesca, convencidos de su conveniencia para consolidar el sello de Fiestas de Interés Turístico Nacional e incluso aspirar a un paso más. Recuerdan que, en las fechas de San Lorenzo, no hay festejos populares de gran consideración en ciudades con encierros y Huesca podría ser un polo de atracción de grandes corredores como algunos de los pertenecientes al denominado "club de los divinos de Pamplona". No sólo en la capital navarra, sino en algunas ciudades más modestas de distintas autonomías la incorporación de los encierros ha supuesto un imponente impulso a la dimensión turística de las fiestas. De momento, habrá planteamiento. Luego, San Lorenzo y el Ayuntamiento decidirán.

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