La vida de Sajad Temurian, conocido artísticamente como Makhloot, refleja un gran contraste cultural. Nació en Kabul, donde el Musharram es un tiempo de luto solemne, con rituales que llenan las calles de tristeza y sangre.
Makhloot es un artista afgano pionero del Hip-hop y breakdance, comenzó su carrera en 2012 y fue fundador de grupos de breakdance en Kabul. Es uno de los primeros raperos en inglés de Afganistán. Tras la llegada de los talibanes en 2021, cofundó una misión para ayudar a artistas de Hip-hop a escapar del país.
En Huesca descubrió la alegría de las fiestas de San Lorenzo, donde la gente viste de blanco, bebe y baila junta. Este contraste le sorprendió: “En mi país hombres y mujeres están separados”.
Disfrutó de la música y la compañía en una fiesta que, aunque un poco larga, le gustó. Para él, la celebración es una forma de resistir la tristeza: “Si alguien muere por una causa buena, está bien recordarlo con alegría”.
En España lidera “Necesitamos escucharnos”, un proyecto educativo que usa el Hip Hop para conectar con jóvenes. Ha participado en festivales como Periferias y dado charlas en Alemania sobre refugiados.
Makhloot, que también es bailarín, ha grabado un vídeo en Múnich y una alumna suya fue a los Juegos Olímpicos con el Break Dance en París 2024. Esta experiencia le llena de orgullo y motivación para seguir creciendo como artista y docente.
Su intención era salir este año en las fiestas para conocer actos tradicionales y sabe que a veces la vida merece ser celebrada a pleno sol. Su historia es un puente entre culturas y un mensaje de esperanza para quienes buscan expresar su identidad a través del arte.