Durante las fiestas de San Lorenzo, oscenses que residen fuera de la ciudad se reúnen en un emotivo encuentro organizado por el Ayuntamiento de Huesca al que año se han sumado medio centenar de personas. Aunque residan lejos, mantienen un profundo arraigo con sus raíces y tradiciones y este martes han brotado las emociones con las jotas de Toño Julve y su grupo Emociones a la Carta y durante el tiempo lleno de viviencias y recuerdos compartido entre ellos y con los miembros de la Corporación municipal.
Entre los asistentes que han participado en este acto institucional de reconocimiento celebrado en el Ayuntamiento se encontraban oscenses que viven en Niza, Praga, Boston, Feltham (Reino Unido), San José (California), Ciudad de México, Cáceres, Gerona, Varsovia, Tarbes o Bizkaia.
La alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, ha pedido a los asistentes que “alcen la voz como orgullosos oscenses, sirvan de bandera de nuestra ciudad y le cuenten a todo el mundo la maravillosa ciudad que tenemos”.
“Huesca os necesita, contamos con vosotros para proclamarla y para recordarla. Donde late el corazón de un oscense, ahí está también la ciudad. Gracias porque con vosotros nuestra querida ciudad se hace universal”, ha añadido.
Por su parte, la concejala de fiestas, Nuria Mur, ha destacado la emotividad del acto y la emoción que manifestaban los participantes.
Entre ellos, Sandra, de la familia Sanagustín, que nació en Francia, pero tiene gran arraigo con Huesca de donde es su madre, que se marchó a Francia con 21 años. Sandra vive en Alsacia y viene desde pequeña tres meses al año a casa de sus abuelos. Para ella Huesca es familia y “ese olor a albahaca que sólo hay aquí”, dice.
Este año ha venido a Huesca con sus hijos para que conocieran las fiestas de Huesca y les han encantado. “Quieren volver y uno quiere quedarse aquí a vivir”, dice sonriendo.
Marta Ballestín también ha acudido a este acto que le ha parecido muy agradable y que permite la posibilidad de juntarte con otros oscenses que viven fuera y compartir vivencias. “Es importante para los que vivimos fuera”, apunta.
Reside en Cáceres desde hace 40 años y cuando viene a Huesca se dedica a disfrutar de la ciudad y comprobar las cosas que han cambiado y lo que sigue igual. Le gusta que “la gente de Huesca quiera seguir manteniendo la esencia de la ciudad y se viven las fiestas como las vivíamos nosotros, y eso mola mucho”, dice.
El matrimonio de María Teresa Herrero Galindo y Andrés Alegre Escartín acudió el año pasado a este mismo acto y han querido repetir. Desde que se casaron en 1965, residen en Barcelona, ciudad en la que también viven sus hijos y sus nietos, “que tiran mucho”, traslada. Pero también tira Huesca, adonde vienen muy a menudo. “Aquí te encuentras como en casa. En Barcelona estamos bien, pero en Huesca la gente es mucho más abierta, te encuentras mucho mejor”, señala Andrés.
La pequeña Olivia Espinosa Franco ha acudido con sus padres desde Bizkaia y, como dice, viene a Huesca desde siempre. Lo que prefiere hacer es "ir a las ferias con mi familia y a los conciertos, porque -comenta- así escucho música y me relajo”. Le gusta Huesca “un montón”. “Me gusta que tiene una catedral muy bonita y que vayas a donde vayas ves algún sitio donde te gustaría estar”, apunta.
El acto ha contado con Emociones a la Carta, el grupo de Toño Julve, que ha logrado sacar las emociones a los participantes que han acabado cantando la jota de San Lorenzo, que sigue siendo un puente de unión entre todos los oscenses.