El torero Manuel Escribano protagonizó un divertido pasaje laurentino en la presentación de la Feria Taurina de la Albahaca de Huesca en la Casa de Aragón en Madrid.
En el acto presentado por el veterano periodista deportivo y aficionado taurino Roberto Gómez, el maestro de Gerena quiso explicar su primera experiencia en Huesca el 10 de agosto de 2024, el día en que hizo el paseíllo desmonterado como debutante y en el que salió de la Plaza de 95 años de antigüedad a hombros por la Puerta Grande.
Manuel Escribano, después del triunfo, salió a cenar con su mozo de espadas y fue, por recomendación, al Fosko, donde en la puerta se encontró con el presidente de la Sociedad Deportiva Huesca, Agustín Lasaosa, quien le felicitó y, ante el anuncio del sevillano de que pretendía cenar, Agustín le dijo que estaba repleto, pero tiró de su relación de amistad con los propietarios del establecimiento para que Karen, la mâitre, le hiciera un hueco. Eran las diez de la noche y una mesa reservada para las nueve no había llegado (esta aclaración es de Lasaosa). Y allí les habilitaron para que cenaran.
Escribano siguió relantado que, después de cenar estupendamente, salieron y se dirigieron al reclamo de la música a la plaza López Allué, donde una orquesta había congregado miles de personas. Tomaron algo y disfrutaron, pero de paso se dieron cuenta del ambientazo de San Lorenzo en Huesca.
De paso, el diestro recordó su amistad con Chimy Ávila, que fue el inicio de la conversación tras el saludo con Agustín Lasaosa. El bueno de Ezequiel, jugador del Betis, había protagonizado una anécdota que se hizo viral cuando el torero fue prendido por un astado en la Feria de Abril de Sevilla en abril de 2024 que le corneó la cara interna del muslo. Se negó el de Gerena a que le anestesiaran y pidió un pantalón. Chimy mandó a recoger de su domicilio -cercano- unos vaqueros pirata que sirvieron a Escribano para rematar la faena, todo ante la atenta mirada del doctor Juan Carlos Galindo, amigo del argentino y entonces en funciones de galeno en la Feria de Abril, hoy, como se sabe, jefe de los servicios médicos del Huesca.
Al final, todo se entrelazaba y la deliciosa anécdota de Manuel Escribano, entre gastronomía, música y la amabilidad de Huesca, fue proyectada a los atentos oídos de la concurrencia para reconocer que, efectivamente, San Lorenzo es la mejor fiesta del mundo mundial.