Javier "Tritón" Jiménez sorprendió este sábado al público oscense con un formato de concierto tan exigente como emocionante. Aunque mantiene su esencia de hombre orquesta, en esta ocasión estuvo acompañado durante buena parte del repertorio por Jorge Benedicto, lo que añadió riqueza instrumental y variedad tímbrica a la actuación. Aún así, hubo momentos en solitario donde brilló su capacidad para sostener el escenario sin artificios ni apoyos técnicos.
Con una propuesta tan singular como honesta, el artista defendió su esencia de cantautor sin renunciar a la experimentación. El espectáculo fue un viaje por estilos diversos -baladas intimistas, ritmos latinos, jazz manouche-, siempre con letras muy cuidadas y una estructura sonora trabajada.
Tritón contó con dos invitados muy especiales: uno de ellos, como ya se ha indicado, el trombonista Jorge Benedicto -tocaron juntos en La Talega-, que le acompañó en canciones como Por tu apariencia, Desesperado, Fría, Tiempos modernos, Vicente Candela, Romance de lo contrario, El aspirante, La noria de la vida, Canto rodado, Gente maravillosa y Amor tóxico.
También subió al escenario el rapero Yeray Ruiz, para compartir Alicia en el parking de las maravillas y Vigilia, esta última con los tres músicos en escena. Por su parte, Tritón interpretó cinco piezas en solitario, sin perder su esencia.
El concierto se estructuró en dos partes diferenciadas: una primera más lírica e introspectiva, y una segunda más movida, pensada para conectar con un público que se incorporaba tras las cenas.
Tocar en su ciudad ha sido especialmente emotivo para él. “No es habitual que se programe a un cantautor local con canciones propias en este tipo de citas”, explicó. Reconoció que se sentía nervioso por ello, pero también muy ilusionado: “Poder actuar aquí con mi música tiene un valor enorme para mí”, recalcó.
En su repertorio no faltaron canciones que invitan a la reflexión, a detenerse un momento entre el bullicio de las fiestas para escuchar con atención lo que se dice. La crítica social está presente en muchas de sus letras, a veces de forma explícita y otras más sutil, pero siempre con un mensaje claro: la música también sirve para pensar, no solo para entretener. Tritón Jiménez defendió esa identidad con coherencia y compromiso, sin artificios ni concesiones fáciles.
Este año está siendo muy positivo para su carrera. Ha actuado en varias ocasiones en distintos pueblos de la provincia y en la capital, se le ha podido escuchar recientemente en citas como el Festival de Cine o El Abrazo del Seminario. “Me lo he currado mucho, y esta oportunidad en el prelaurentis me hace muchísima ilusión”, afirma.
Desde que dio su primer concierto en directo en 2008, Javier “Tritón” Jiménez ha mantenido una trayectoria independiente y sólida. Sus canciones propias, su actitud sobre el escenario y su capacidad para generar atmósferas han hecho que su propuesta destaque por su singularidad.
Actuar en el Prelaurentis y en la plaza López Allué fue algo especial para él. Lo dijo con emoción y lo dejó ver también en el escenario. Después de muchos conciertos fuera de Huesca, que su ciudad le reconozca su trabajo como cantautor supone un paso importante en su carrera. “Es una responsabilidad y un orgullo”, decía, sabiendo que esa plaza tan emblemática no siempre acoge propuestas propias y personales como la suya. Para él, fue una noche para recordar.