El paradigma de la DPH y otras formas de hacer política

29 de Mayo de 2023
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Once elecciones autonómicas y municipales, doce generales y unas cuantas europeas, además del referéndum de la OTAN. Es mi bagaje personal de cobertura de comicios como profesional. La experiencia, que es un grado, me dicta que las urnas de este domingo han sido diferenciales. En realidad, cada una de las casi treinta que contabilizo tiene su afán, como escribió la santa, pero en esta hay varios paradigmas que voy a reseñar editorialmente en orden cronológico inverso, más allá de la influencia nacional, que haberla la ha habido.

El gran bastión socialista ha caído en la madrugada ya bien entrada. Tal era la certeza de su victoria, tal la convicción de la derrota en el gran triunfador de la noche de escrutinio que nadie deparaba en la DPH. Se daba por descontada la continuidad de quienes han ejercido el poder durante 36 de los 40 años últimos. No voy a extenderme en la manera en la que lo han hecho. Baste leer nuestra información sobre el Plan de Medios en un ejercicio de transparencia que ningún otro periódico ni radio ha querido contar (por el interés te conoceré...), seguramente porque la inflación de sus partidas contradecía la actitud hacia EL DIARIO DE HUESCA, que ha sido en sus diez meses de vida una voluntad de periodismo libre e independiente, sin ataduras.

Pasadas las diez de la noche, un veterano popular me llamaba y me decía: "Hasta hace una hora, lo veía imposible. Ahora mismo creo que no lo es, igual hasta damos la sorpresa". No es dado al optimismo exacerbado, como no lo es quien estaba al frente de los datos de todo Aragón y a las cinco de la tarde ya me adelantaba que las encuestas pintaban muy bien para el Partido Popular. Lógicamente, en la praxis periodística, nada trascendió hasta su consumación. No soy tan aventajado como la gran cabecera regional que, en un grueso error, publicaba en la madrugada de ayer una información con los resultados de Huesca... radicamente contrarios a la realidad postrera.

El caso es que el PSOE, el derrotado, tenía un candidato. Y el Partido Popular no lo tiene. "Nos sobra gente con preparación para hacerlo mejor que los que se van", es la respuesta. Pero no lo había contemplado, y es que la Diputación se había convertido en una fortaleza económica y de influencia.

Las elecciones han derribado muchos paradigmas. Como la campaña electoral que ha hiperventilado anuncios a troche y moche, como un Gran Marshall de última hora. Sí, tanto en Gobierno de Aragón como en el Ayuntamiento de Huesca y otros consistorios han sobreactuado. Han pensado que los ciudadanos padecían de amnesia y que aprobarían al mal estudiante que deja todo para el final. Seguramente, los que han perdido piensen que esta frase es ventajista. No lo es. En mis treinta comicios, no había visto un acúmulo de promesas en el tiempo de descuento como las de las dos semanas anteriores. No rozando, sino vulnerando la ley electoral que, para evitar actitudes semejantes, ha de multiplicar las sanciones. Es muy barato saltarse la legalidad para obtener un beneficio desmedido. Lo de la jornada de reflexión es una broma.

Un capítulo especial merece la que será alcaldesa de Huesca por el Partido Popular, Lorena Orduna. Sin la amenaza de un voto en blanco comprado, tomará la vara de la Presidencia del consistorio y habrá alcanzado un gran éxito que se alinea con su acrisolada trayectoria como directiva empresarial. Como en esa ejecutoria, en la que se inició en puestos de base, ha llegado a la política sin experiencia alguna, con todo lo que representa en una política híper profesionalizada. Quizás sobreestimamos la prolongación en la vida pública y creemos que es virtuosa cuando sólo tiene virtud... cuando le acompaña el buen desempeño.

Desde hace meses, vengo escuchando que estaba muy verde. Y a algunos les espetaba que es como la huerta de Barbereta: verde, pero fresca. En ese contubernio de la opinión publicada, alejada como se ha apreciado de la opinión pública, creemos estúpidamente que los debates que organizamos son la piedra filosofal cuya contemplación guía a los ciudadanos con las papeletas hacia las urnas. Y cada vez que se ha producido uno y se han desnudado las habilidades dialécticas de una candidata bisoña, he escuchado la misma sentencia: el alcalde se la ha comido con patatas fritas. Y, al día siguiente, la he visto recorriendo los comercios, me he detenido a hablar con ella y me ha asegurado que ha estado con los de los barrios, con los de las asociaciones tal o cual, con los de los clubes. Y con ellos ha ejercido la escucha activa (me he acordado de Oprah Winfrey, la multimillonaria periodista estadounidense: me he hecho más rica por escuchar que por hablar). Y se ha comprometido. Como buena gestora empresarial, no necesita explayarse en interminables e insufribles circunloquios. Sus comparecencias de prensa son de dos minutos. ¿Hacen falta más?

Lorena Orduna ha roto los moldes, igual que Luis Felipe estaba preparado para una supervivencia como primer edil superior a todos los que lo han sido en democracia (habrían sido trece). Primera comparecencia y diana. Tiene un plan, como reza su campaña, y ha de ejecutarlo. Si cumple con Azcón en la DGA y algún conmilitón en la DPH, el campus biosanitario abre nuevas perspectivas y el Seminario puede tener una solución digna. Para ambas realizaciones, igual que para la movilidad o la vivienda, habrá de soportar en una carrera de fondo de cuatro años el ritmo vertiginoso que le ha caracterizado estos meses: escuchar y actuar, promover la participación. Quienes la conocemos, sabemos que va a descansar sobre el respaldo del sillón consistorial lo justo, porque ya ha empezado a interpretar la versión oscense de "Lo imposible". Pero en este caso no es Juan Antonio Bayona el director, sino ella misma y su equipo. En el eje de la suerte de nuestros munícipes (como Claver en Monzón, Gramunt en Fraga, González en Tamarite, Pueyo en Aínsa, Escalzo en Sariñena y el resto de pendientes de pactos) girará nuestro futuro.

P.D. en clave nacional y tras el anuncio de convocatoria de elecciones generales: Sí, Sánchez ha perjudicado ostensiblemente las aspiraciones de sus compañeros de las comunidades y los municipios. Con el escándalo del voto por correo. Y por sus flirteos inacabados con Bildu. Y, vistos los resultados de los proetarras y de los secesionistas catalanes, me pregunto en medio de la desmemoria: ¿Alguien puede sostener todavía sin ruborizarse ni reñir con su coherencia que Rajoy era "una fábrica de independentistas? El bumerán es el peligro en la política.

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