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Happytalismo

Bancario jubilado
12 de Febrero de 2023
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He aludido en artículos anteriores al concepto y término "happytalismo". Entiendo que se pregunten a qué filosofía responde este sistema. Basicamente, pretende crear "un nuevo sistema para un mundo feliz". Personalmente, al igual que ustedes me pregunto… ¿Esto es posible?

Partamos de la base, que según la ONU, "la felicidad es un derecho", y un derecho fundamental. Pero…¿Quién lo garantiza? Según Aristóteles, la felicidad depende de uno mismo.

Luis Gallardo y Javier Garcia Campayo, autores del libro "Happytalismo", proponen un cambio de paradigma, donde la riqueza de la humanidad se medirá no solo a partir del PIB (producto interior bruto), también en función de la FIB (felicidad interior bruta) y la calidad de vida de cada ciudadano.

Según los citados autores, ser "happytalista" significa estar comprometido con la felicidad de uno mismo, con los demás (incluidos seres vivos) y con el planeta. Proponen un cambio del capitalismo al happytalismo, donde el crecimiento económico y la producción no deben ser un medio, sino un fin, el fin de generar bienestar y felicidad en las personas y la sostenibidad del planeta.

Sin duda, nos enfrentamos a grandes retos, cómo el cambio climático, desastres naturales, guerras, hambrunas…y tanto la conciencia social como una actitud de respeto hacia todos nosotros y hacia la tierra ayudarían a mejorar las condiciones de vida en general.

El trabajar para que los ciudadanos seamos felices, no es nuevo. Parece ser que desde hace miles de años se está intentando. Hoy, una de las organizaciones preocupada y ocupada por acercarnos al happytalismo es la World Happiness Foundation o Fundación Mundial de la Felicidad. Entidad fundada por el citado Luis Gallardo, con sede en Miami, también tiene Delegación en España, concretamente en La Coruña.

Pretende ser la Plataforma global sobre felicidad y bienestar líder y referente, aunando trabajos de expertos, instituciones e iniciativas comprometidas y enfocadas hacia la obtención de un mundo "donde todas las personas sean libres, conscientes y felices".

Una de sus acciones, ya comentada en el artículo "Felicidad y economía" el Festival Mundial de la Felicidad, a celebrar en Zaragoza, con motivo del Dia Mundial de la Felicidad (20 de marzo). Otro evento celebrado en su primera fase en Costa Rica, más en concreto en la Universidad de la Paz,  es la Cumbre de Felicidad Global Bruta, plataforma que ofrece una oportunidad para que expertos en el campo de la felicidad, se reúnan y diseñen programas innovadores y de alta calidad que aborden los desafíos del siglo XXI.

El delegado en España de la Fundación Mundial de la Felicidad, señor Varela, explica que se han creado tres categorías de patronos: profesional, empresa e institucional. Recientemente se puso en marcha una cátedra en la Universidad de Zaragoza sobre Ciencias Contemplativas, que será la primera en el mundo hispano, dirigida por el citado Javier García Campayo. 

Los principios de estas organizaciones están muy alineados con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible). Entiendo que debe ser así, puesto que cada uno de los 17 ODS busca la mejora de la calidad de vida de las personas y la incidencia en la sostenibilidad del planeta.

Se apoyan en sistemas de salud, educativos y financieros. Valoran muy positivamente la técnica del Mindfulness o la atención plena, por el efecto positivo que produce en las personas, ayudando a mejorar su bienestar. Pueden ver post en mi blog de abril del 2019

Tangencialmente a las técnicas y sistemas de medición de la felicidad y bienestar, se utilizan el IDH (Índice Desarrollo Humano), indicador nacido de la mano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que mide el nivel de desarrollo de cada país, valorando su nivel de riqueza, esperanza de vida y logro educativo.

Otro índice utilizado es el IBES (Indicador del Bienestar Economico Sostenible). Indicador económico cuyo objetivo es reflejar la realidad económica, social y cultural de un país o región. Indicador económico alternativo que intenta reemplazar al Producto Interno Bruto (PIB) como indicador de bienestar social. Lo analizaré con más detenimiento, puesto que ya empieza a contemplar vectores como el ahorro y control de gastos.

Habitualmente finalizo con unas reflexiones. Partiendo de la base de que, a través de los tiempos, todavía no hemos sido capaces de definir el concepto felicidad, que por supuesto aquello de "que yo soy yo y mis circuntancias" y que "la felicidad depende de cada uno", el camino para obtenerla no puede prefijarse. Ir por el camino correcto y los métodos para obtenerla… ¡Esa es otra historia!

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