La Cabalgata de los Reyes Magos se ha extendido durante más de dos horas por las calles del centro de Barbastro con una ingente cantidad de público, desde los más niños a los mayores unidos por una vivencia de la ilusión de la noche probablemente más hermosa y expectante del año.
Con una luminotecnia aplicada a las carrozas de los Magos de Oriente adecuados a su dignidad real, Melchor, Gaspar y Baltasar se han prodigado en simpatía y afabilidad con los pequeños que se han acercado a ellos. Han sido generosos en regalos, en sonrisas y esperanzas que las niñas y los niños han acogido como una promesa de que, en el despertar, la casa estará convenientemente dotada de los obsequios que responden a los méritos por el buen comportamiento de todos.
La Cabalgata ha resultado espléndida en buena medida también por el centenar de voluntarios que se han ocupado de que no faltara detalle alguno, de que los reyes pudieran saludar a la chiquillería, de que escucharan las peticiones y dispusieran de kilos y kilos de caramelos que han lanzado durante todo el trayecto hasta la llegada al Ayuntamiento, donde han sido recibidos y agasajados por el alcalde, Fernando Torres.
Desde el balcón consistorial, sus majestades se han dirigido a los cientos de jovencitos que han escuchado su anuncio de la natividad del Niño Jesús y de una era nueva en la que la humanidad queda redimida por el Mesías.
Este sábado, los Reyes Magos visitan las residencias y centros asistenciales de la ciudad, llevando regalos a sus residentes, así como el Hospital, donde entregan obsequios a los niños que pasan allí este día mágico.