Amigos para siempre, la gran fiesta del Colegio Universitario Ramón Acín

Cuarenta y cuatro residentes han recogido sus becas en un acto emotivo y alegre de homenaje a una convivencia alegre y diversa

15 de Abril de 2023
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Fiesta anual del Colegio Universitario Ramón Acín de Huesca

Santiago Ramón y Cajal se consideraba hijo de la Universidad, donde encontró a algunos de sus mejores compañeros de vida, a pesar de que su irrupción en la Complutense le demostró un cierto aislamiento entre los profesores. Vivimos sin conocernos y morimos sin amarnos, parafraseaba a un profesor de Higiene, Félix Guzmán, en airada crítica a ese desdén por las relaciones. Esta mañana, en la Facultad de Empresa y Gestión Pública de Huesca, se ha vivido el efecto contrario, los residentes del Colegio Ramón Acín del Campus de Huesca que han concurrido en una fiesta entrañable en la que la amistad y el cariño se han enseñoreado del salón de actos en medio de un ambiente entrañable. Con el carácter de jóvenes que apenas han superado la veintena, ora alegre, ora desenfadado, ora emotivo, siempre auténtico. Con expresiones juveniles, a veces desenfadadas, otras profundas, en unos casos extemporáneas y en muchos humanos y humanistas.

La vicerrectora, Marta Liesa, la directora del Colegio, Esther Puyal, y la administradora, Virginia Sanz, han padecido el contagio de un virus muy distinto al que algunos de los residentes han padecido y han sufrido, y que no ha sido otro que el del júbilo en un acto en el que han participado algunos de los 110 jóvenes de España, de Italia o de Francia, de multitud de comunidades autónomas a los que Esther Puyal ha recordado que su paso por la residencia y por la universidad es la manifestación de un aprendizaje continuo en el que no han de cejar.

El Coro Universitario que dirige el maestro Alejandro Escuer ha levantado como arranque del acto las alas del corazón de los jóvenes, el paso previo a la primera alocución estudiantil, a cargo de Eloy Andrés, que ha comenzado con un agradecimiento sincero a la dirección del Colegio, al personal de limpieza y de seguridad, al de cocina y servicio, en un tono simpático e irónico, porque de humor iba esta mañana el asunto. Si hubiera que calificar el discurso de Eloy Andrés, sería bajo el epígrafe "Secretos a voces", porque prácticamente nadie ha quedado libre del relato de anécdotas sentimentales, festivas y hasta gamberras. En el final, la manifestación de lazos para siempre: "Os quiero".

Era el preludio de la fotografía de un instante eterno, el de la recepción de manos de Marta Liesa y Esther Puyal de las becas selladas con el escudo del Colegio Mayor que acreditan la participación de la vida del colegio durante varios años, habitualmente un par de cursos. Todos jaleados, todos vitoreados de uno en uno, exclamaciones castizas en unos casos, cariño en todos.

Una congoja se ha apoderado de las gargantas de todos con el video de los finalistas, figura que reconoce a los que han prolongado su estancia durante cuatro años. En este caso, Carmen López, Marc Llinas y Edu Paricio. Carácter soriano, balear y aragonés confluyente en la Huesca que han recogido a través de un video hermoso, incluso capaz de mover el lacrimal. Carmen, en representación de los tres, ha tentado tanto la suerte del sentimiento que a duras penas ha podido concluir un discurso de unión en la trinidad amistosa sembrada y cosechada durante el cuatrienio. Aplausos para acompañar su emoción y un estallido de euforia a través de una ovación cerrada, entusiasta, un clamor.

Marta Liesa, la vicerrectora, ha reconocido en su intervención final antes de clausurar la jornada que los finalistas especialmente pero todos los que han recibido la beca han vivido una época convulsa por el coronavirus y de ahí que se haya congratulado de la actual normalidad. "Hoy es un día muy especial porque celebramos el final de una etapa y el comienzo de una nueva". Ha valorado la "convivencia" en el Colegio Mayor de jóvenes de distintas ciudades, provincias, comunidades y hasta países, "que os ha enriquecido como personas".

Y, de paso, este mosaico ha dejado "una huella en cada facultad, en la ciudad y en las personas que habéis conocido". Ha afirmado la vicerrectora que la "vida es un proceso continuo de aprendizaje. Nunca os rindáis ante los obstáculos. Sólo el trabajo lograr vencerlos". Les ha felicitado por el alto grado de responsabilidad y eficiencia y ha agradecido a sus familias la confianza en la Universidad de Zaragoza.

Alumnado de Medicina, Gestión Pública, Odontología, Enfermería, Magisterio, Ingeniería Agrícola o Ciencias del Deporte; estudiantes Erasmus y otros procedentes, entre otras comunidades, de Canarias, Andalucía, Galicia, Baleares o de distintos puntos de Aragón, conviven en esta residencia oscense de la Universidad Un profesor o profesora -Esther Puyal, actualmente- dirige el Colegio Mayor, acompañado por un equipo de cinco subdirectores , todos ellos estudiantes, que gestionan las actividades culturales y deportivas y distintos aspectos de la vida cotidiana en él.

Con la clausura del acto proclamada por la vicerrectora de la Universidad, ha cerrado un acto bonito en el estricto sentido de la palabra. De los que rejuvenecen. De los que terminan con una foto de familia y este término no es un eufemismo, sino una realidad. Una familia sin lazos de sangre, pero atada por la vivencia y la convivencia. Que unen más.

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