Una animada Ronda-aguinaldo de villancicos aragoneses ha recorrido este jueves el casco antiguo de Huesca, recuperando tradiciones y envolviendo en un ambiente especial la ciudad en el inicio de la Navidad.
Niños y mayores de grupos y escuelas de folclore se unen en este tradicional acto que impulsó en 1999 la Asociación Acordanza, y que cuenta con la colaboración de la Asociación de Vecinos Osce Biella y de Amigos de la Navidad.
“Tuvimos el parón por la pandemia, por eso hay más ganas”, señala Pablo Gracia, de Acordanza. Se trata de “disfrutar de la indumentaria altoaragonesa, de los instrumentos de percusión, de estar acompañados por un montón de niños y niñas, de cantar villancicos altoaragoneses y recorrer nuestro casco antiguo de Huesca; qué más se puede pedir hoy”, ha resumido Gracia.
Ha puesto en valor el interés de recuperar “una tradición tan nuestra como era recoger el aguinaldo. En nuestros pueblos altoaragoneses, con muy poquito, tenían siempre en casa farinosos, empanadico, guirlache, y los niños disfrutaban estos días recogiéndolos en casas de los vecinos, abuelos, conocidos… En eso estamos, en recuperar esas tradiciones que, al fin y al cabo, lo que hacen es mejorar el paso hacia el futuro recordando lo que hemos hecho”.
Ataviados con indumentaria tradicional, han desplegado un repertorio incluye villancicos aragoneses, “algunos sacados de cancioneros, pero otros de tradición oral. Hemos ido a buscar a gente mayor que se acordara y desde ahí hemos intentado sumarlo a ese repertorio, que es ideal”, ha considerado Pablo Gracia.
Con los más pequeños en primera fila, el grupo ha partido de la plaza López Allué para continuar por la calle Villahermosa, Coso Bajo, Ramiro el Monje y la calle Goya, con paradas para recoger el aguinaldo en el Palacio de Villahermosa, Rosa Casals, a quien ha dedicado una jota por su jubilación, en La Faldriquera, Panadería Santolaria y en el belén de Pepa Ramón.
El grupo ha estado acompañado por familiares y también se han sumado oscenses a quienes se ha involucrado en los villancicos. En el repertorio se han incluido, algunos en aragonés, Suenen las panderetas, de Lanaja; A Belén, pastores, de Alerre, Tan-tan, de Tarazona; En nuey chelada, Chicotón retuno; Entre pajas, de Huerto; Pues era de ver, de Sallent de Gállego; El pajarico, de Ayerbe; Aguinaldo, de Morata de Jalón; La virgen va caminando, de Lécera; La zambomba, de Tarazona; Venid pastorcicos, de Lanaja; y Vamos niños a adorarle, de Teruel.
María Grúas, de la Escuela de Danza y Folclore Elenco, recuerda este día como “uno de los más importante, porque era el arranque de las Navidades". “Nos encanta porque la ronda aglutina a todos los grupos folclóricos de Huesca y recoge gente por todas las calles. Hay muchos que salen a comprar un empanadico y llegan a casa habiendo aprendido cinco o seis villancicos aragoneses, eso se lo llevan de regalo”.
En la escuela, los más pequeños han aprendido una docena de villancicos. “Llevamos desde finales de noviembre cantando villancicos -explica Grúas-, y es una manera de divertirnos en clase, entender el folclore de otra manera. Es también folclore del nuestro, lo que cantaban nuestras abuelas, bisabuelas, y tiene un sentido muy especial de comienzo de las fiestas de Navidad y de vivirlo todo con una ilusión especial”.
Una ilusión y alegría que se ha trasladado este jueves a la calle y ha recordado que estas fechas son especialmente para los niños.