"La armonía curativa", el discurso musical de ingreso en Asemeya de Ángel Escolán que sueña el futuro de la Medicina

El otorrinolaringólogo pronuncia y toca su intervención en el Colegio de Médicos para defender el poder de la música para la vida emocional y mental

29 de Septiembre de 2023
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Ángel Escolán pronuncia su discurso de ingreso en Asemeyo

"La armonía curativa. La sinfonía entre la medicina y el órgano de tubos" ha sido el título del discurso de ingreso del doctor oscense Ángel Escolán Gelos en la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas, en un acto celebrado en el Colegio de Médicos de Huesca en el que su presidente, José Borrell, ha dado la bienvenida a un hito tan relevante y en el que el nuevo miembro de Asemeya ha pronunciado-tocado una alocución-actuación tan instructiva como atractiva para seducir la curiosidad de los presentes. En la conclusión, el valor de la música para la salud integral de las personas. "El poder de la música para la vida emocional y mental" que marcará un futuro en la Medicina.

Carmen Fernández Jacob, presidenta de Asemeya, ha recordado que la asociación nació en 1918 con el objetivo de que los médicos puedan expresar sus ideas literarias y artísticas. Se ha apoyado en Santiago Ramón y Cajal, presidente honorario que fue de esta organización, quien con su lenguaje directo y conciso, decía que "las ideas no duran mucho. Por eso, siempre que se tengan, hay que hacer algo con ellas". De ahí su invitación a los galenos con inquietudes humanísticas a unirse a Asemeya para convertir esas ideas en arte, literatura, música, y eso "nos hará ser mejores médicos".

Antonio García Omedes, médico y amigo de Ángel Escolán, entregado a la complementariedad del arte y la medicina que "nos enriquecen en el ejercicio profesional", ha explicado en la sesión sus convicciones al respecto con el ejercicio personal que él emprendió hace muchos años para investigar y divulgar sobre el patrimonio del arte románico que expresa en su reputada página web. Todo ello, como sucedió con Ramón y Cajal, cámara fotográfica en ristre, arte sobre el que pronunció un apasionado aunque breve alegato. Breve porque el protagonista era el académico en ciernes, otorrinolaringólogo y titulado en Foniatría. "Por eso conoce bien que el primer instrumento de la humanidad es la voz" a través de la laringe humana. La música es una de las "pasiones confesables de Ángel", coleccionista de instrumentos como chiflos y órganos que se afana en rehacer. 

A través de su investigación, ayuda a comprender "el mágico funcionamiento del cuerpo humano, ese primordial órgano de tubos que todos llevamos incorporado". Ha aludido al médico humanista que ayuda a la salud integral, por lo que ha estimado que Asemeya va a ganar "un importante activo con Ángel Escolán".

ORFEO Y EL REPASO POR LA ANTIGÜEDAD

Ángel Escolán ha iniciado su conferencia "La armonía curativa. La sinfonía entre la medicina y el órgano de tubos" con Orfeo al rescate de Eurídice de las garras del cancerbero del inframundo. Acompañado de su órgano, el doctor Escolán Gelos ha interpretado un pequeño fragmento de la ópera de Gluck muy reconocible. Ha asociado con la medicina al instructor de Orfeo, el centauro Quirón, capaz de "curar, de operar y docto en moral. Era buena persona, si se puede decir en un centauro. De Quirón heredó todas sus virtudes y enseñó a los griegos la música".

La voz humana toma prestado su sitio de todo el resto del cuerpo para poderla emitir, ha agregado. "El canto tiene todos los mecanismos musicales de cualquier otro órgano de viento. Es lo que más se parece a un órgano", con su serie de fuelles que son los pulmones (lo ha mostrado con ilustración en pantalla) que pasan por un secreto que "va a distribuir su voz a través de sus cuerdas vocales", con más agudos o más graves dependiendo de la altura a la que se ponga la laringe, y según la fuerza de los pulmones saldrá una u otra nota. Las cavidades supracordales darán el auténtico timbre y lo que "vamos a conocer como una bonita voz o no tan bonita".

Todas las sociedades han utilizado los sonidos, la voz o la música para hacer cambios en su entorno, en general para mejorar su evolución, "salvo las sociedades modernas que han inventado las bandas militares para llevar a los hombres a la guerra". Y ahí ha interpretado la canción que "le costó la vida al general Custer".

Ha parafraseado a la periodista Florence Klein: "En las esferas celestiales se producen eternamente una maravillosa armonía del sonido y, a partir de estas fuentes, se crean todas las cosas". Algo que ha confirmado, ha asegurado, la ciencia química con la partícula de Brix. "Al caminar llevamos un ritmo, nuestro corazón marca un compás, nuestras voces crean una melodía".

Ha expuesto las relaciones entre las situaciones que pasan las personas y los episodios nerviosos degenerativas. Así, ha afirmado que las personas sometidas al estrés tienen dificultades en el aprendizaje, las vengativas tienen con frecuencia trastornos de tipo hepático y biliar, las puntillosas padecen alteraciones de tipo intestinal y cardíaco, y los pensamientos negativos alteran la inmunidad, son más frecuentes enfermedades de tipo autoinmune como esclerosis en placa, diabetes, tiroiditis, etcétera. La pérdida de autoestima conlleva alteraciones de las glándulas suprarrenales y la vejiga, y la tristeza conlleva alteraciones cardíacas, mientras las temerosas acarrean infecciones urinarias. Los positivos tienen una vida más saludable. "No es dogma de fe, pero hay una gran estadística".

Los sonidos desagradables elevan los niveles de serotonina que, pese a ser una sustancia beneficiosa, da en exceso problemas de agresividad y depresión. Con gran pericia, ha asociado distintas músicas con situaciones concretas, y ha tocado la Rapsodia húngara número 2 de Liszt, que precede en el cine en ocasiones a los asesinatos. Por tanto, "no toda la música puede curar". Ha acompañado con dibujos del cerebro para explicar algunas cuestiones como el hecho de que la música puede influir sobre la presión sanguínea, el ritmo respiratorio y cardíaco y el sistema nervioso. "No todas las músicas valen para la misma persona, depende del carácter cultural y la formación de esa persona". "La música ha sido considerada la forma más antigua de curación", y ha retornado a Orfeo.

En un breve recorrido histórico, ha recordado determinadas civilizaciones y casos como los de los templos egipcios que enlazaban la música con la fertilidad. Ha bromeado: "Yo creo que algo tenía que ver la dedicación de los sacerdotes". Erófilo, por su parte, utilizaba las escalas musicales para ordenar el pulso. El primer ejercicio de musicoterapia fue entre Saúl y David, mientras duró la cordialidad que acabó rompiéndose, pero esa transferencia de buena relación no se rompió entre Farinelli y Felipe V, ya que aquel mantuvo la melancolía del monarca. Aristóteles "da un gran valor a la música" y Platón añade la danza para combatir terrores y fobias.

LOS INSTRUMENTOS

Ha hecho un repaso por los instrumentos comenzando por la lira, cuyo número de cuerdas aumentó Orfeo de 8 a 9, una por musa. Los discípulos de Pitágoras usaban acordes de órgano contra el estrés o el carácter asustadizo de niños. "No sabemos la música que utilizaban porque a todos le llamaban órganos". Además de sostener que la vihuela y la guitarra no son más que liras desarrolladas. Cuando se pretende influir en el comportamiento, "parece ser que las flautas son los más útiles de los instrumentos".

"Si se intenta relajar la tensión, los tambores son los mejores, así como cuando se va a realizar un trabajo extenuante". Y el piano es ideal para la relajación.

Respecto al órgano, los registros de gamba son excelentes cuando se desea motivar a una persona o estimularla. Y el oboe o saxofón sirve cuando alguien manifiesta tristeza, porque segrega prolactina.

Se ha concentrado en la historia del órgano, comenzando por los hospitales griegos, los templos del dios Escolapio, con órganos que funcionaban por agua, se denominaban hidraulus. Había música para "relajar a los pacientes y llevar a un máximo estado de equilibrio". El órgano se inventó en el siglo III antes de Cristo por Tesibio de Alejandría. Ha acompañado con el Epitafio de Seikilos, la composición más antigua que se conserva, esta disertación histórica.

Pasando al Imperio Romano, ha aducido que Nerón sentía devoción más por el órgano que por la lira, y de hecho se empeñó en adquirir pericia para tocarlo. Aquellos órganos tenían pocos registros, hasta que llegó al "gótico, que ya llevó mutaciones" con distintos sonidos. Gioseffo Zarlino se dio cuenta de los efectos benéficos para la salud, y la Iglesia Católica adquirió consciencia del poder de la música del órgano con su sonido continuado, etéreo y místico que llamaba a "la concentración y el diálogo espiritual con Dios". Pero ha habido reticencia para admitir "la música que no fuera vocal dentro de las iglesias".

Tras el intento de San Ambrosio de acompañar sus sermones con música oriental, a San Agustín no le pareció "muy católico" y pensó en suprimirlo, "pero cuando vio la belleza de los cantos que se hacían en la Catedral de Milán, se quedó impresionado y admitió la entrada del órgano en la Iglesia". Santo Tomás dijo después que los "sentidos eran las ventanas del alma y que, a través de la música, podía uno ascender a Dios".

El camino hacia la introspección con la música hace que la Iglesia se incline por el órgano en forma de realejo que acompañaba incluso a las procesiones por la calle. Y llamaba al resto de instrumentos "artefactos de escaso gusto".

En estos momentos, el órgano es muy complejo. Ha proyectado el órgano más antiguo de España, del siglo XIV, en Salamanca, de tipo gótico. Luego otro de estilo barroco, con más riqueza de tubos que extraen diferentes notas. Y la complejidad del de Cuenca, que es como dos complementados. Luego, los de tipo romántico como el de la Iglesia de San Patricio en Nueva York.

LA MÚSICOTERAPIA

Miedo, amor, odio o venganza eran las pasiones que en el Barroco descubrieron que podría provocar la música. El término musicoterapia aparece en el siglo XIV con el concepto del freno a la ansiedad o el estrés, incidiendo en la cantidad de cortisol que se producía. Por la liberación de endorfinas, sienten menos dolor físico y lo hacen ideal para tratar las migrañas o las artritis.

Ángel Escolán ha aludido al "poder de la música para la vida emocional y mental", como la mayor tolerancia al dolor, la mejora de la memoria, su carácter euforizante, el combate del insomnio o de la dislexia, la mejora de la circulación y neurológica (alzhéimer y párkinson), el estímulo endocrinológico, la optimización del razonamiento temporo-espacial y la mejora del desarrollo fetal. "La música de Mozart es capaz de activar todo el cerebro y la persona se siente más creativa y optimista. Puede acompañar a los buenos y malos momentos". Y ha concluido que tendría sobre las personas el mismo efecto que "unas caricias, un chocolate o un acto sexual".

Pero no todas las músicas son iguales. Ahí es fundamental concebir la diferencia de los intervalos de distintas escalas para cada situación o pretensión, cada uno de los cuales ha interpretado. Lo mismo sucede con los acordes que predisponen a actividades diferentes.

Sobre los estilos musicales, cada uno tiene sus fortalezas. La clásica, "con media hora que se escuche, se ha demostrado que tiene una mayor conexión neuronal, más relajación, concentración y estar más despierto y aprender mejor".

En la Salsa, "el ritmo cadencioso y alegre combina la excreción de dopamina y adrenalina. Beneficia física, mental y emocionalmente. Libera del estrés y aumenta la capacidad cardiorrespiratoria, mejorando la coordinación y el equilibrio".

En cuanto al rock, no es la mejor forma de potenciar una concentración, pero "inyecta una mayor cantidad de adrenalina en la sangre y puede venir bien después de un ejercicio intenso, cuando se debe continuar, aumentando la resistencia del cuerpo y mejorando el rendimiento cardiovascular". Sobre el reggaeton, bromeaba, "me gusta cuando cantan el Despacito y sobre todo lo bailan". Riendo, concluía que la techno es un "totum revolutus porque se ha demostrado que aumenta el cortisol plasmático, la CTH, la prolactina y la hormona del crecimiento, un cóctel que puede pasar cualquier cosa".

Ha concluido que, si el órgano tuvo una gran trascendencia histórica, con los instrumentos avanzados de ahora "podríamos sacarles un mayor rendimiento. Yo creo que en los próximos años vamos a ver un auge de este tipo de música dentro de la medicina".

Y el colofón ha sido el de los últimos compases de la Chacona dedicada a la musa Euterpe de Fisher.

LA RESPUESTA

Ha respondido al discurso de ingreso la doctora Rosa Solanas con una intervención repleta de erudición histórica en torno al órgano con un recorrido por los del mundo, de España, Aragón y Huesca. "El doctor Escolán ha despertado en su discurso nuestra curiosidad en la búsqueda de interrogantes que se plantean en el proceso creativo. La idea de que el arte, en forma de pintura o música, posee un significado que a su vez provoca emociones no ha sido puesta en duda desde los orígenes de la civilización y la filosofía occidental", apelando a Platón o Aristóteles.

Ha aludido a los estudios neurocientíficos sobre la influencia en los planos cognitivo o emocional. En su repaso por la historia y la geografía del órgano, ha recorrido los de la Catedral de Huesca, el Colegio San Vicente Mártir, el de la Basílica de San Lorenzo y San Pedro el Viejo. "A pesar de los avances tecnológicos, cada órgano tiene unas características propias, sin que haya dos iguales, como si se tratara de un ADN musical, donde un buen mantenimiento y el afinado puntuales les aseguran una larga vida".

Ha finalizado dando la bienvenida a Ángel Escolán Gelos, del que espera muchas colaboraciones, y a la Academia por la "incorporación de este magnífico asociado".

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