El belén de Grañén de Ángel Pertusa y sus amigos deslumbra a vecinos y visitantes

En una pequeña travesía, en el centro del pueblo, una cueva natural alberga un nacimiento que crece cada año

28 de Diciembre de 2023
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Tres de los cuatro amigos que van haciendo crecer el belén de Grañén
Tres de los cuatro amigos que van haciendo crecer el belén de Grañén

Una cueva de dimensiones notables, ubicada en el centro de Grañén, en la calle San Julián, se ha convertido en el cobijo de un espectacular belén, gracias a la labor de cuatro vecinos que aprovechan parte de su tiempo de jubilación para desarrollar toda su creatividad en torno a este proyecto.

Esta auténtica obra de arte cautiva a quienes tienen la fortuna de descubrirla y cada vez son más los foráneos que acuden a la localidad monegrina al conocer su existencia .

Este refugio natural tiene una extensión lineal de 50 metros y la altura va disminuyendo conforme se avanza. En algún momento estuvo sumido en el abandono y casi despojado de valor, pero ahora ha experimentado una metamorfosis.

Ha sido sometido a un proceso de rehabilitación integral y se ha limpiado cada rincón, sus recovecos drenados y un núcleo de piedra se erigió en el centro, coronado por vallas de hierro y cristal que resguardan el tesoro que alberga su interior.

Hace aproximadamente tres años, Ángel Pertusa concibió la idea de dar vida a ese espacio con algo tan especial como un Belén y encontró en sus amigos las manos y los corazones que necesitaba para hacerla realidad.

La iniciativa ha crecido con el tiempo. Ángel y sus amigos -José Mario Rivarés, Miguel Fernández y Juan Garbil- han ido llenando la cueva con detalles que se han ganado la admiración y los elogios del público.

El Belén de Grañén no solo es una manifestación de destreza artística, sino también un tributo al trabajo colaborativo y a la dedicación de quienes, con tiempo disponible, han convertido la cueva en un escenario mágico.

Cada vez son más los vecinos, foráneos y hasta colegios que acuden a visitar este belén.
Cada vez son más los vecinos, foráneos y hasta colegios que acuden a visitar este belén.

 

La caverna se ilumina durante las noches por focos de colores que realzan sus contornos. Con la incorporación de más figuras y una cuidadosa disposición de bombillas y colores, han logrado que el Belén sea aún más impresionante cuando se encienden todas las luces. La magia se extiende hasta después de la Epifanía, hasta aproximadamente una semana más, para el disfrute de todos.

A pesar de que este proyecto lleva tres años en marcha, cada temporada trae consigo novedades. Este año, destacan la incorporación de un río con agua natural y un poblado, y se han modificado las figuras de la Virgen María y San José, detalles que demuestran la evolución constante del Belén de Grañén. La atención a los detalles es evidente en cada paso, desde la creación de las figuras hasta la construcción de la serreta, que representa la geografía local.

José Mario Rivarés es experto en trabajos de hierro; Miguel Fernández, hábil en carpintería y manualidades; y Juan Garbil, el encargado de la electricidad, con destrezas para crear dispositivos que controlan el flujo del agua de forma ingeniosa. Cada uno aporta sus habilidades únicas, formando un equipo perfectamente equilibrado.

El pintor por excelencia del grupo es Ángel Pertusa, quien domina el arte del óleo. Sin embargo, debido a las características de las tablas de madera utilizadas en el Belén, para esta empresa utiliza acrílico para plasmar su talento en el lienzo subterráneo.

Comienza con un dibujo a lápiz, donde cada detalle cobra vida antes de recibir la aplicación de la pintura. Este meticuloso proceso, que fusiona la destreza técnica con la creatividad, es llevado a cabo con esmero.

Las tablones, dispuestos a una altura estratégica, albergan no solo figuras humanas, sino también animales y elementos que recrean la vida cotidiana. Ángel destaca la presencia de caballos, corderos, patos y perritos, así como un olivar con olivas caídas en el suelo. 

La respuesta de la gente no se hace esperar, y la obra recibe elogios unánimes. Desde la admiración por la destreza técnica hasta la apreciación de los detalles, los visitantes expresan su fascinación por el Belén de Grañén. Ángel, con gratitud, comparte que las respuestas han sido positivas y alienta a más personas a disfrutar de esta creación única.

Así, el Belén de Grañén, con sus aproximadamente 20-25 figuras de distintos tamaños y una fusión de arte y tecnología, se erige como un testimonio de la creatividad, la colaboración y la pasión por mantener viva la tradición navideña en la localidad.

 

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