El Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca y Jaca atendió en 2024 a 471 personas: aumento alarmante de policonsumo en menores de 15 años

El centro ha tratado casos graves derivados del consumo de alcohol, cannabis y cocaína, con un aumento notable de trastornos por uso de tecnología entre adolescentes

21 de Mayo de 2025
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Óscar Nadal, Noel Torrijos y Jara Martínez, psicólogos del Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca. Foto Myriam Martínez
Óscar Nadal, Noel Torrijos y Jara Martínez, psicólogos del Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca. Foto Myriam Martínez

El Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca (CSIH) y Jaca ofreció en 2024 atención terapéutica a 471 personas con problemas de adicciones, malestar emocional o riesgo suicida, así como acompañamiento a 279 familias.

La mayoría de los casos han estado vinculados al consumo de alcohol, cannabis o cocaína, aunque ha crecido también la presencia de adicciones comportamentales como el uso compulsivo del móvil o las compras.

En jóvenes, el proyecto SOS Adolescentes ha detectado un preocupante aumento de crisis emocionales y casos de policonsumo en menores de 15 años, una tendencia que alerta sobre la fragilidad emocional y la falta de recursos preventivos eficaces. A pesar de ello, el centro ha logrado 159 altas terapéuticas que demuestran la eficacia del acompañamiento profesional, aunque sus responsables advierten: la demanda supera cada vez más la capacidad de respuesta.

Responsables y profesionales del CSIH han presentado la memoria de 2024 en una rueda de prensa, donde se han aportado datos sobre la actividad realizada el año pasado, con 385 acciones en 18 centros educativos y 15 espacios comunitarios, que han abarcado más de 30 localidades y llegado a más de 6.000 personas entre adolescentes y familias, lo que sitúa a esta entidad como un referente provincial en atención psicosocial y prevención.

ATENCIÓN POR ADICCIONES

En 2024, el área de atención psicológica y terapéutica del CSIH ha seguido enfrentándose al desafío de las adicciones, tanto a sustancias como comportamentales, con una demanda especialmente creciente en jóvenes, han acompañado a 296 personas adultas en tratamiento, con predominancia del alcohol (162 casos), seguido por cocaína (51) y cannabis (47), y se han registrado 85 altas terapéuticas que reflejan la eficacia del proceso.

Aland Medal. Foto Myriam Martínez
Aland Medal se ha referido a las adicciones. Foto Myriam Martínez

El psicólogo Aland Medal, responsable del seguimiento terapéutico, ha detallado que el trabajo se ha desarrollado en las sedes de Huesca, Sariñena, Jaca y Sabiñánigo, atendiendo a personas con problemas avanzados derivados del consumo, como alteraciones del sueño, conflictos familiares, inestabilidad emocional y falta de autocontrol. Además, han aumentado las adicciones comportamentales, como la compra compulsiva y el uso problemático de móviles y ordenadores, especialmente entre adolescentes.

Medal ha subrayado una tendencia preocupante: el regreso de casos de jóvenes de 14 y 15 años con consumo de cannabis o policonsumo, lo que exige reforzar y adaptar las estrategias preventivas para esta población más vulnerable.

Las campañas preventivas del CSIH, intensificadas en periodos clave como verano y Navidad, se han centrado en la reducción de riesgos y la promoción de hábitos saludables, alcanzando a 4.453 adolescentes, 1.235 familias en espacios comunitarios y 34 personas en entornos laborales.

Respecto al perfil de quienes reciben atención, predomina la mayoría masculina entre las personas atendidas, mientras que las mujeres asumen principalmente los roles de acompañamiento familiar, Medal ha hecho un llamamiento a una mayor implicación masculina para lograr un apoyo más equitativo y corresponsable.

Finalmente, ha insistido en la urgencia de desnormalizar el consumo de alcohol, especialmente en contextos de ocio y socialización, ya que aunque socialmente aceptado, sus consecuencias son graves y deben abordarse con la misma firmeza que el tabaco.

La psicóloga Jara Martínez se ha referido a las campañas de prevención. Foto Myriam Martínez
La psicóloga Jara Martínez se ha referido a las campañas de prevención. Foto Myriam Martínez

PREVENCIÓN DE LAS ADICCIONES

La prevención es clave para garantizar el bienestar comunitario a futuro. Así lo ha explicado la psicóloga Jara Martínez, responsable del área, quien ha resaltado la importancia de intervenir desde múltiples ámbitos para generar conciencia y acompañar a la población.

Entre las campañas más relevantes se encuentran actividades vinculadas a fechas clave como San Lorenzo, el Día Mundial contra las Drogas o la campaña de Navidad -esta última enfocada en sensibilizar sobre cómo viven las personas con problemas de consumo estas fechas y en ofrecer pautas para prevenir recaídas. Mediante programas comunitarios y difusión en medios se ha impactado a cerca de 18.000 personas.

El trabajo en el ámbito educativo constituye el núcleo de su labor, con aproximadamente 385 talleres y charlas dirigidos a 4.453 estudiantes. Los contenidos incluyen habilidades socioemocionales (autoestima, gestión emocional, resolución de conflictos, detección de presión grupal), promoción de relaciones saludables y prevención de adicciones a sustancias y comportamentales. En estas últimas se pone especial énfasis en el uso responsable de tecnologías, ludopatía y juegos de azar, fenómenos a menudo normalizados por las redes sociales.

El área de prevención también trabaja con familias, fomentando la crianza positiva y ofreciendo herramientas para gestionar problemáticas relacionadas con las adicciones. En 2024 han llevado a cabo unas 33 acciones con talleres, charlas y actividades culturales en zonas rurales, que han alcanzado a más de 1.200 personas.  Entre adolescentes y familias, se ha llegado a más de 6.000 personas en 30 localidades, consolidando un trabajo integral de sensibilización y acompañamiento.

Martínez ha subrayado la creación de espacios de escucha activa para jóvenes, donde puedan expresarse sin juicio y validar sus emociones, favoreciendo el desarrollo del pensamiento crítico necesario para tomar decisiones saludables durante la adolescencia.

Óscar Nadal y Noel Torrijos. Foto Myriam Martínez
Óscar Nadal y Noel Torrijos. Foto Myriam Martínez

SOS ADOLESCENTES

El proyecto SOS Adolescentes ha permitido atender a 175 jóvenes de entre 12 y 29 años, con la participación activa de 104 familias, y se han alcanzado 74 altas terapéuticas que demuestran la efectividad de la intervención temprana.

Óscar Nadal, junto a su compañero Noel Torrijos, gestionan este proyecto, que se puso en marcha en septiembre de 2022. Esta propuesta se enfoca en la prevención del suicidio y en abordar el malestar emocional.

Las intervenciones se han llevado a cabo principalmente en Huesca, donde se concentra la mayor parte de la atención, así como en la comarca de Los Monegros, en Sariñena y Zuera. Recientemente, han asumido la asesoría emocional del Instituto Aragonés de la Juventud de la Comarca del Alto Gállego, donde brindan asistencia todos los jueves.

Esta iniciativa surgió como respuesta a una necesidad detectada en el trabajo que desarrolla la psicóloga Jara Martínez en centros educativos, enfocado en el ámbito emocional y social, pero que puso de manifiesto la demanda urgente de un espacio para la atención individualizada a jóvenes y adolescentes que realmente requieren apoyo.

Para contextualizar, Nadal ha subrayado que los datos más recientes sobre suicidio en España, correspondientes a 2023, revelan que 4.116 personas se quitaron la vida. Aunque esta cifra representa un leve descenso respecto a años anteriores, continúa siendo alarmante y exige una mayor implicación social.

De igual forma, diversas investigaciones indican que un 41 % de los adolescentes ha experimentado problemas de salud mental en algún momento, y más de la mitad de ellos nunca ha solicitado ayuda. En cuanto a hospitalizaciones por trastornos psicológicos, estas han aumentado un 10 % en los últimos años. Asimismo, cerca del 20 % de los jóvenes entre 14 y 18 años ha consumido medicación para tratar la ansiedad o el insomnio.

El especialista ha enfatizado que, a pesar de que España es uno de los países con mayor consumo de psicofármacos, es también uno de los que cuentan con menor número de psicólogos por habitante en comparación con la Unión Europea, lo cual evidencia la imperiosa necesidad de iniciativas que respalden la salud mental de la juventud.

Durante 2024, esta intervención ha atendido a 175 adolescentes y a 104 familias. Muchas de estas familias acuden con diversas dificultades vinculadas a sus hijos y la dinámica familiar, razón por la cual se llevan a cabo sesiones conjuntas para fortalecer el apoyo familiar.

Ha resaltado que la familia puede constituir tanto un factor de riesgo como un factor de protección, por lo que se insiste en la importancia de fomentar la colaboración familiar en el proceso terapéutico.

El psicólogo ha destacado también que la iniciativa ha otorgado 74 altas durante el último año. Además, ha señalado que la demanda ha crecido notablemente desde sus comienzos, en ocasiones superando la capacidad de atención, lo que genera dificultades para preservar la calidad y rapidez en el servicio.

Finalmente, ha puntualizado que, a diferencia de años anteriores, cuando existía una paridad de género, en 2024 se ha producido un incremento en la presencia femenina entre los usuarios, con un aproximado de 60 % mujeres frente a 40 % hombres.

GESTIÓN, COMUNICACIÓN Y AUTOCONCEPTO

Por su parte, el psicólogo Noel Torrijos ha recordado que todas las personas han sido jóvenes alguna vez y que, en cierta medida, aún conservan algo de esa etapa. En su experiencia, ha constatado cómo, en múltiples charlas y sesiones, madres, padres y profesionales han planteado con frecuencia la pregunta de “cómo está la juventud hoy en día”. Frente a ello, ha señalado que a menudo se olvida que los malestares emocionales que atraviesan los adolescentes han sido, en esencia, similares a los que vivieron generaciones anteriores, aunque con matices distintos en su expresión y en los entornos donde se manifiestan.

Torrijos ha subrayado que esta conciencia ha permitido una conexión más genuina con quienes acompaña, ya que les ha recordado que ese niño o adolescente que fueron sigue formando parte de su identidad. Este reconocimiento interno ha resultado fundamental para acercarse a las realidades de los jóvenes desde la empatía y la comprensión.

En su práctica clínica, ha trabajado de forma prioritaria tres ejes fundamentales: la gestión emocional, la comunicación y el autoconcepto. En cuanto a la primera, ha explicado que muchas personas jóvenes ni siquiera han sabido identificar o nombrar lo que sienten. Por ello, ha considerado esencial brindar herramientas para que puedan expresar sus emociones y reducir la carga que estas generan.

Torrijos ha compartido una idea que suele repetir con frecuencia: las emociones, especialmente las desagradables, se desgastan al ser verbalizadas. El simple acto de compartirlas con alguien alivia parte del malestar y facilita la toma de distancia para ganar perspectiva.

En relación con la comunicación, ha señalado la importancia de acompañar los procesos de transición en los que los jóvenes pasan de tener como referentes a sus familias a mirar hacia sus iguales. Ha compartido que, en muchas ocasiones, se ha utilizado el humor para introducir la reflexión, mencionando que “si tienes bien educados a tus padres, todo va mejor”. Aunque lo plantea como una broma, ha explicado que este tipo de dinámicas les alienta a expresar cómo desean ser tratados y a generar vínculos más equilibrados.

Respecto al autoconcepto, ha observado que este se ha construido, en gran parte, a partir de la mirada del otro. Por ello, ha considerado imprescindible ayudar a los adolescentes a reflexionar sobre la percepción que tienen de sí mismos y sobre cómo se posicionan frente a su entorno. Esta labor ha requerido tiempo, constancia y sensibilidad, especialmente en los casos en que las personas jóvenes han llegado desmotivadas o reacias a participar en el proceso.

Torrijos ha reconocido que, aunque algunas sesiones han resultado frustrantes por ausencias inesperadas o por tareas no realizadas, el simple hecho de que los adolescentes hayan acudido y hayan tomado ese espacio como una referencia válida ha tenido un valor incalculable.

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También ha destacado que muchas de las ideas trabajadas hayan sido construidas conjuntamente, respetando siempre el ritmo de cada persona. Ha insistido en que adaptarse a esos tiempos, sin forzar, ha sido clave para generar confianza y consolidar los avances terapéuticos.

Asimismo, ha señalado que el acompañamiento no solo ha beneficiado a los adolescentes, sino que también ha sido una fuente constante de aprendizaje para los profesionales. Ha manifestado que esta experiencia les ha impulsado a mantenerse en continua formación, no solo para adquirir nuevas herramientas, sino también para gestionar la propia frustración y reconocer que no siempre es posible tener todas las respuestas.

Finalmente, ha lanzado un mensaje de esperanza, destacando que desde el inicio del proyecto han recibido una respuesta muy positiva. Ha explicado que muchas de las personas que han participado han llegado por recomendación directa de otros jóvenes o profesionales que han valorado el enfoque cercano y libre de juicios. Según ha afirmado, saber que existen espacios donde pueden sentirse escuchados, respetados y acompañados ha marcado una diferencia significativa para quienes buscan orientación en momentos de vulnerabilidad.

REALIDAD PREOCUPANTE

El director del centro, Alfredo Carrera, ha destacado que la creciente demanda refleja una realidad social preocupante, especialmente entre la población joven, y ha reivindicado la necesidad de adaptación constante para responder con calidad y humanidad a estos nuevos retos.

También ha intervenido el presidente del Patronato del CSIH, José Antonio Torres, quien ha expresado el respaldo absoluto de Cáritas Diocesana de Huesca y de Jaca a la labor del centro, definiéndolo como un pilar esencial dentro de su estructura, y ha puesto en valor el compromiso del equipo profesional, voluntariado y entidades colaboradoras que sostienen tanto el tratamiento como la prevención.

Carrera ha reforzado este mensaje agradeciendo de manera explícita el apoyo de Cáritas, sin el cual la sostenibilidad del centro se habría visto en riesgo, dada la dificultad creciente para mantener los recursos ante la demanda al alza, asimismo, ha reconocido la colaboración de financiadores clave como el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Huesca, distintos ayuntamientos, entidades privadas, socias y donantes, cuya contribución ha sido fundamental.

Carrera ha destacado el esfuerzo de un equipo profesional comprometido y una red sólida de voluntariado y colaboración que sostiene esta labor cada vez más exigente.

Por ello, ha lanzado un llamamiento a la sociedad para sumarse como voluntarios, socios o donantes, contribuyendo a una causa que ofrece acompañamiento, esperanza y desarrollo a quienes más lo necesitan.

Alfredo Carrera ha destacado que los dos pilares del centro son la atención terapéutica, con casi 27 años de trayectoria en tratamiento de adicciones, y la prevención, en la que el CSIH es la entidad con mayor alcance y continuidad en centros educativos de la provincia de Huesca, reconocido por su consistencia metodológica y la confianza de los centros participantes año tras año.

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