El trabajo de una ciudad que se ha convertido en referente de la participación infantil a través del proyecto de la Ciudad de las Niñas y los Niños se muestra en una exposición que este miércoles ha sido inaugurada en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner, un acto en el que se ha homenajeado a Lidia Bañales, Pilar Moreno, María Jesús Vicén y Azucena Lozano, las cuatro docentes del Campus oscense que se enamoraron de la idea del pedagogo italiano Francesco Tonucci y lograron transmitir ese amor a las instituciones y a la ciudad. El Ayuntamiento, la Universidad de Zaragoza y el Gobierno de Aragón colaboran para mantener un proyecto ya consolidado.
Los consejeros de la Ciudad de las Niñas y los Niños actuales y también de otros ejercicios han participado en la inauguración de la muestra que conmemora diez años de trabajo, que ha sido presidida por el alcalde de Huesca, Luis Felipe, y en el que han participado la vicerrectora del Campus de Huesca, Marta Liesa, la subdelegada del Gobierno en Huesca, Silvia Salazar, la delegada del Gobierno de Aragón, Carmen Luesma, otros representantes del Ayuntamiento, de la Universidad y del Justicia de Aragón.
“He querido hacer de Huesca una ciudad un poquito mejor”, ha resumido Alejandro Bernués, consejero de segundo año de la Ciudad de las Niñas y los Niños, trasladando el sentir de todos sus compañeros. “Me parecía interesante mejorar la ciudad para nosotros”, ha expresado el consejero Alejandro Coloma.
“El proyecto me gusta mucho -ha señalado la consejera Irene Biescas-, porque me gusta la idea de que a los niños también se nos escuche, también tenemos cosas que decir. Es importante para nosotros y es una experiencia que no vive todo el mundo”.
Nerea Duque ha destacado la importancia de no ver las cosas siempre desde el punto de vista del adulto. “Vemos las cosas a nuestra manera y cuando los adultos escuchan nuestras opiniones y les gustan es como que te hace sentir bien”, ha añadido la consejera de la Ciudad de las Niñas y los Niños.
El coordinador del proyecto, Rubén Oliván, ha guiado la inauguración y la entrega de placas a las profesoras que iniciaron esta andadura, quienes han agradecido a Luis Felipe el interés que demostró hace diez años por “escuchar” a los niños y niñas –“ciudadanos de pleno derecho”-, que se mantuvo con Ana Alós como alcaldesa y de nuevo con Felipe al frente de la corporación. Lidia Bañales, Pilar Moreno, María Jesús Vicén y Azucena Lozano han puesto el acento en que es una “labor colaborativa” y han destacado que son las chicas y chicos “quienes están trabajando para la ciudad”.
La huella en Huesca se plasma en proyectos destacados como el diseño del Parque del Encuentro, que se desarrolló junto al colegio Pío XII; el mural de Valentín Cardedera, con el colegio de El Parque; el proyecto de Todos Juntos a la Escuela, con todos los colegios de la ciudad para intentar hacer más accesibles sus entornos escolares, reducir el uso del coche y favorecer el del patinete o la bicicleta; y otro tipo de acciones como la Jornada de los Derechos del Niño junto al Justicia de Aragón.
Luis Felipe ha valorado que el proyecto pedagógico que le propusieron hace diez años “ha seguido consolidándose y sobre todo desarrollando un modelo y un espacio de ciudad diferente”.
“Como alcalde -ha trasladado- me siento muy satisfecho de dos proyectos que creo que marcan mucho la identidad de la ciudad. El Consejo de las Niñas y los Niños como gran proyecto de participación infantil, y al mismo tiempo el Huesca Más Inclusiva, que engloba una parte importante de acción sobre la ciudad”.
Ha valorado Luis Felipe que los consejeros infantiles muestran cada año “esa ambición de ser ciudadanos muy participadores de la vida en la ciudad” y ha mostrado su satisfacción cuando quienes formaron parte del consejo le paran por la calle. “Es muy importante por el sentimiento de pertenencia a un proyecto, pero sobre todo de sentirse ciudadanos que participan a la hora de hacer ciudad. Todo eso es gracias a una ciudad comprometida con un proyecto que nació por cuatro mujeres que se enamoraron de él y han contagiado ese cariño al conjunto de Huesca”, ha dicho.
El alcalde ha trasladado el protagonismo a los niños y niñas, sin olvidarse del equipo técnico, de los profesores y profesoras y los centros escolares que lo han hecho posible. “Nos queda una andadura de otros no sé cuantos años construyendo ciudad bajo la mirada de un niño o una niña”, ha indicado, mostrado su convencimiento de que “quien sea alcalde o alcaldesa continuará con este proyecto” tras las elecciones.
La vicerrectora ha explicado que el proyecto cuenta en Huesca con unas características especiales “porque tiene un peso muy importante la Universidad. El origen del proyecto estuvo en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación y en cuatro profesoras -dos pedagogas, una filósofa y una matemática- que se enamoraron del proyecto, nos enamoraron a todos, y llevan 22 años trabajando en él”.
“Todos los egresados desde 2001 hasta la actualidad han conocido el proyecto de Francesco Tonucci, los principios pedagógicos, la importancia de la participación infantil, de escuchar la voz de los niños y las niñas y esto es muy importante”, ha comentado Liesa, quien ha puesto el acento en que no se ha quedado en una investigación básica sino que “han hecho una investigación aplicada, de transferencia, de responsabilidad social; la Universidad devuelve a la sociedad esos resultados de investigación para mejorar en este caso la ciudad de Huesca”.
Ha agradecido Marta Liesa que el Ayuntamiento desde 2011 “escucha la voz de los niños para hacer ciudad”, y el Gobierno de Aragón en 2017 se alineara con el proyecto.
Rubén Oliván ha explicado que la exposición, que puede verse hasta el 2 de abril, recoge los 10 años de trabajo que se han hecho con las niñas y niños de la ciudad a través de procesos participativos, “donde en cada acción ellos han formado parte de principio a fin de todas las decisiones”. La exposición muestra los contenidos teóricos y los cuatro ámbitos de trabajo principales para desarrollar estas acciones: la participación infnatil, la transformación de la ciudad, la autonomía de movimiento y el derecho al juego. Finalmente, una línea del tiempo de los diez años de trabajos.
El horario de la exposición es de lunes a viernes de 18.00 a 21.00 horas, y los fines de semana de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas. Además, los colegios visitarán la exposición bajo reserva en horario de mañanas de lunes a viernes.