Cuatro mil personas caminan esta mañana por las calles de Huesca, la inmensa mayoría con la camiseta rosa "oficial" de este año y algunos con la zamarra de anteriores ediciones, con un tiempo que ha respetado la Carrera contra el Cáncer de la AECC oscense cuya cinta ha sido cortada por el presidente, José Manuel Ramón y Cajal, y representantes de varios grupos del ayuntamiento en una salida en la que no han faltado instituciones (presente la subdelegada del Gobierno, Silvia Salazar) ni la representación de la Fundación Alcoraz con su director, Javier Cruz, una pata fundamental de esta iniciativa.
Aunque daban lluvias, se ha salido con un cielo nublado para recorrer cuatro kilómetros empezando en la plaza de Navarra, para seguir por Cabestany, Padre Huesca, el transmuro, otro tramo de Coso para arribar a la calle del Parque y final en el inicio, la Plaza de Navarra.
El arranque ha sido de los corredores y posteriormente los andarines. Familias con niños pequeños, un grupo de Aspace, no pocas mascotas, han acompañado esta octava edición que recupera esta cita tradicional tras la ausencia en la pandemia. Toda Huesca está representada en estas cuatro mil personas que apoyan a la AECC en sus servicios terapéuticos, de apoyo psicológico a familiares y enfermos, de sensibilización y de impulso de la investigación contra el cáncer.
La Carrera contra el Cáncer ha disfrutado de unos prolegómenos extraordinariamente intensos en las jornadas previas en las que se ha incidido en la necesidad de concienciación de la sociedad y de implicación de las instituciones para intensificar el ritmo de la investigación aprovechando, además, la excelencia de científicos y profesionales clínicos que pueden contribuir al avance contra la enfermedad.