Cuatro establecimientos de la provincia recibieron con gran sorpresa la noticia de que habían sido distinguidos este año por la Guía Repsol con un Solete de verano, lo que les señala como espacios que seducen por su propuesta apetecible y buen ambiente, que son ese establecimiento que recomendarías a un amigo o un conocido. Se trata de La Llardana de Benasque, el Bistró Kanguro Truchero de Bielsa, la Borda Chaca de Ulle en Jaca y el Camping La Banera de Ayerbe.
Desde este último, su propietaria, Marisa Marcuello, recuerda que hace unos días recibió un sobre con una pegatina que acredita la consecución del Solete de la Guía Repsol y una carta con una explicación sobre esta categoría de distinciones. "Como camping salimos en muchas guías españolas y también extranjeras a las que nosotros no nos hemos dirigido, pero que nos han incorporado por los buenos comentarios de los clientes", explica. "En este caso, no sabemos quién lo ha decidido", agrega. La guía aclara que un equipo de expertos en gastronomía ha salido de los circuitos habituales y "ha puesto el foco en sitios que son el secreto mejor guardado del público local".
En el caso de La Banera, con 24 años de andadura, cita: "En el restaurante de este camping entre Ayerbe y Loarre se puede comer cocina casera de estilo tradicional entre una vegetación frondosa". Marisa comenta que adapta su carta al cliente, sobre todo extranjeros que se alojan unos días y que principalmente se reúnen para cenar en la terraza del establecimiento. "Generalmente ofrecemos un entrante, un plato combinado y un postre. Antes teníamos carta, pero los clientes buscan no cocinar y cenar por un precio económico". También se atiende a quien no está instalado en el camping.
La Guía Repsol dice de La Llardana que su terraza es "un tesoro. Las carnes a la brasa típicas de la zona son las protagonistas, y también tapas más informales", agrega. Jacinto Escartín y Cristina Gil son los propietarios de este establecimiento en marcha desde hace 15 años en el valle de Benasque. Su hija, Clara Escartín, recuerda que también recibieron una carta comunicándole que tenían un Solete. "Me estuve informando sobre el tema y vi que destacaban nuestra terraza voladiza en medio de la montaña", precisa.
Ruth Polo, propietaria de El Kanguro Truchero, primero se enteró por Instagram de que su establecimiento había logrado un Solete y al llegar al servicio de la tarde ya se encontró una carta certificada con la distinción. "Fue una sorpresa y estamos supercontentos, jamás habíamos tenido pretensiones de un reconocimiento así. Nosotros intentamos trabajar lo mejor posible para que todo el mundo se vaya contento, y por lo visto también lo hicimos con el experto de Repsol", ríe.
La oferta gastronómica del Kanguro Truchero es "muy diferente a la del resto de la zona". Según explica Ruth, "empezamos con lo tradicional, pero nos resultaba supermonótono, por lo que apostamos por poner nuestro sello de identidad. Todos los platos que añadíamos tenían una acogida superbuena, por lo que nos liamos la manta a la cabeza". Cuentan con cocina tailandesa, con toques hindúes, coreana... "todo con producto fresco que podemos comprar aquí. Es una cocina saludable, nosotros lo elaboramos todo", confirma. "Este pequeño restaurante con terraza es toda una sopresa. Cocina sin fronteras y vistas maravillosas", resume la Guía Repsol.
Desde la Borda de Chaca, Agustín Jiménez Lucha también recibió la carta con su Solete. "Fue una sorpresa y siempre es gratificante cuando valoran tu trabajo", constata. Abierta desde hace 4 años, la Borda Chaca ha tenido una vertiginosa evolución. "Estamos muy contentos, nunca hubiéramos pensado que íbamos a llegar a tanto. Todo ha sido positivo desde que abrimos", resume. Ofrece en la borda típica comida aragonesa, incluida la olla jacetana, con producto local, y chuletón que traen desde el País Vasco, "porque aquí no es tan fácil de conseguir", explica. Ocho o nueve primeros y otros tantos segundos forman la extensa carta, además del menú de sidrería.
El trabajo es la principal receta de este establecimiento y la Guía Repsol lo valora como "sidrería con terraza en plena naturaleza, en Ulle, al lado de Jaca. Unas buenas migas o tortilla de bacalao, chuletón y mucho aire puro".
Todos ellos "rincones majos con un no sé qué que te hace volver", dicen los expertos.