"La salmonela puede matar a una persona. Un 5 % de la gente que tiene una salmonelosis desarrolla una bacteriemia, es decir, que pasa la bacteria a sangre y se complica. Y algunos hacen una sepsis, sobre todo los niños, que ha habido varios que han debido estar ingresados con goteros, antibióticos intravenosos. Ha habido gente que lo ha pasado mal. No es una diarrea que te pasas el día vomitando y haciendo cacas todo el día, había tres o cuatro niños de cuatro o cinco años que lo han pasado muy mal". Es la explicación de Ramón Boria, director general de Asistencia Sanitaria y Planificacion del Gobierno de Aragón, sobre la "suerte" que, dentro del cuadro multitudinario de afectados, ha habido en la intoxicación alimentaria en la Muestra Gastronómica de Barbastro.
Explica el doctor que la sepsis consiste en que la infección intestinal (que cursa en diarreas, deshidratación, vómitos y fiebre) puede pasar a la sangre y hay un cuadro general de deshidratación, de mucha más fiebre, de disminución del nivel de consciencia, de astenia tremenda, "se ponen muy malos, hay que ponerles antibióticos por vena, hidratarlos y tenerlos en el hospital. Sobre todo son niños o personas con algún problema añadido, con muchos años, o problemas de riñón o cardíacos o un tumor. Tienen grave riesgo. Antes la salmonela mataba, ahora menos porque se está muy al tanto y se ingresa a las personas y hay tratamiento de soporte que ayuda, pero aun con todo tiene una mortalidad elevada todavía".
Responde con claridad Ramón Boria a la pregunta de si ha podido haber riesgo vital: "Claro, claro. Ha habido suerte porque todos han evolucionado bien, pero la salmonela mata personas y todos los años muere gente por salmonela. Entonces, coge a una persona sensible y vulnerable, pueden ser niños pero también otras personas. Y estamos vigilando, porque en una semana puede haber complicaciones, pero esperemos que ya menos".
Alude al desenlace: "Hemos tenido suerte porque además el tipo de salmonela era de los malos, la C, que es más resistente a antibióticos. No se cura con una pastilla de antibiótico normal. Hay que ponerlo intravenoso y es más complicado".
Agrega Ramón Boria que "cuatro o cinco niños han estado ingresados con pronóstico grave, no en la UCI, pero en planta cuatro o cinco días tanto en Barbastro como es San Jorge. Están constantemente con cuidados, hoy una planta de Pediatría es como una UVI, están vigilados las 24 horas del día".
Están pendientes de una recopilación para conocer el número exacto de declarados, porque hay una parte que no se han sumado a la estadística de esos quinientos afectados. "Ha habido también pacientes que han ido dos o tres veces al hospital". Se explica la magnitud por la multitudinaria asistencia al evento y por el hecho de que la base de todo en el establecimiento implicado era el tomate.
Ya lo explicó su homónima de Salud Pública, y es que además de este ingrediente existe una posibilidad de que pueda haber personas que sean portadores sanos de salmonela tras haberla contraído, y es que de hecho dos trabajadores habían dado positivo.
El director general ha estado al tanto de toda la actividad, de los intoxicados que han sido atendidos en ámbitos ambulatorios y en los hospitales, 14 ingresados en total. "Las personas que han estado en el hospital lo han pasado mal. Y hay que sumar los muchos que no han sido ingresados pero se han pegado 48 horas en Urgencias, que de esos ha habido bastantes en la sala de observación del hospital, con gotero puesto y tratamiento por vena. Cuando han estado bien, no se les ha ingresado y se les ha enviado a casa. Esos han sido una veintena por lo menos. No es darles unas pastillas y a casa. Hay que hacerles análisis de sangre, rehidratarlos con goteros, tratamiento para los vómitos... Una persona no se puede ir a casa así". Los hospitales tienen muchos puestos para estabilizar a los pacientes sin necesidad de ingresarlos.
El mensaje, en términos coloquiales, es concluyente: "Era un bicho potencialmente muy serio. La salmonela es una enfermedad que puede matar a las personas pero hemos tenido la suerte de que todos pueden evolucionar favorablemente".