Los Bomberos de Huesca transforman la plaza López Allué de Huesca esta semana en una gran aula para enseñar a los más pequeños cómo prevenir y actuar ante una emergencia. Los escolares que han iniciado la activiad este lunes se han divertido aprendiendo desde cómo utilizar un extintor hasta cómo escapar del humo en el interior de un edificio.
El Servicio de Bomberos de Huesca, junto a Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), organizan esta XX edición de la Semana de la Prevención de Incendios (SPI 2025) con mañana intensas de actividades dirigidas a los colegios de la ciudad.
De 9.00 a 14.00 horas, los alumnos de tercero a sexto de Primaria participan en el Parque de la Prevención, donde se desarrollan talleres de autoprotección, primeros auxilios y prevención de incendios, además de una exposición de vehículos y material de los bomberos. En el primer día, los escolares han disfrutado especialmente con la casita del humo, un hinchable en el que han podido experimentar de forma segura cómo reaccionar si se encuentran en un espacio lleno de humo. Ataviados con trajes de bombero, también han practicado con extintores, que han aprendido a usar también profesores, y conocido de primera mano el funcionamiento de las herramientas y equipos de intervención.
“Estamos toda la semana en horario de mañanas recibiendo a los colegios de la ciudad. Hemos querido enfocarnos en la prevención de incendios y enseñar a los escolares qué hacer y qué no hacer, tanto en un incendio en casa como en el propio colegio. Queremos que sea divertido, que aprendan y que pasen la mañana entretenida”, ha explicado el jefe del Servicio de Bomberos de Huesca, Ignacio Farjas, que ha destacado además que el jueves por la tarde tendrá lugar uno de los actos más llamativos: el Car Crash Show, un simulacro de siniestro de tráfico con intervención de Policía, Bomberos y sanitarios que se celebrará a las 17.30 horas en la plaza López Allué, en este caso abierto a todo el público.
El responsable ha insistido en la importancia de la labor pedagógica. Como ha apuntado, “la prevención es clave. El año pasado nos centramos en las residencias y en los barrios, y este año hemos querido dirigirnos a los más jóvenes. Creemos que si creamos esa base de cultura preventiva en ellos, evitaremos emergencias en el futuro. Lo más importante es prevenir, pero también saber cómo actuar si ocurre un incendio y activar lo antes posible los servicios de emergencia”.
CÓMO ACTUAR EN CASO DE INCENDIO
Entre los mensajes que se trasladan a los escolares figura cómo deben comportarse en caso de incendio en el colegio. Lo primero es avisar siempre a los profesores si se ve o huele humo, y en caso de sonar la alarma, seguir sus indicaciones sin dudar. Es fundamental salir rápido de clase sin llevarse nada, caminar en fila pegados a la pared, sin correr ni empujar, y dirigirse siempre a la salida de forma ordenada con el grupo. Una vez fuera, deben acudir al punto de encuentro y no moverse hasta que se pase lista, ya que la prioridad es asegurarse de que nadie queda atrás.
En el caso de un incendio en la vivienda, los consejos son similares en cuanto a mantener la calma, avisar al 112 y no asumir riesgos innecesarios. Si es posible salir, hay que asegurarse de que lo hagan todas las personas, cerrar la puerta al salir y nunca usar el ascensor. Pero si el humo invade la escalera, lo más seguro es permanecer en casa, cerrar puertas, tapar rendijas con una prenda mojada y buscar una habitación lo más alejada posible del fuego. Si hay humo en el interior, conviene agacharse y cubrirse la boca y la nariz con un paño húmedo. En caso de que el fuego suba por la fachada, se recomienda cerrar ventanas, subir persianas, retirar cortinas y refrescar con agua los cristales para evitar que las llamas se propaguen. Otra recomendación es no esconderse.
VEINTE AÑOS
La Semana de la Prevención de Incendios es una iniciativa de Fundación MAPFRE y APTB, en colaboración con servicios de extinción y prevención de incendios de toda España, que cumple este año su vigésima edición. Su objetivo es divulgar conocimientos de autoprotección entre la población y promover la cultura de la seguridad frente a los incendios en diferentes ámbitos: hogares, colegios o centros de trabajo.
En esta edición, el programa vuelve a poner el foco en los detectores de humo y la prevención en el hogar, sin olvidar el protagonismo del público escolar. La idea es que los niños adquieran hábitos preventivos y actúen como transmisores de estas enseñanzas en su entorno familiar.
Además de las actividades para los colegios, se organizarán propuestas abiertas a toda la ciudadanía, como el simulacro del jueves, que permitirá a los oscenses ver de cerca cómo trabajan los equipos de emergencia en un accidente de tráfico.