La Festa del Tossino ha regresado a Albelda con un lleno total de público atraído por las tradiciones alrededor de la matacía del cerdo, que la Peña lo Magré muestra desde hace 36 años, con la única ausencia de los dos años que tuvo que suspenderse por la pandemia.
Quizá por eso en esta 34 edición la percepción es que en la localidad había más gente que nunca para participar en las distintas actividades que se programan, y que se preparan a conciencia desde el mes de octubre, apretando el acelerador desde Navidad y con “los últimos quince días de mucho trabajo”, explica Pedro Gracia, presidente de la Peña lo Magré.
La alcaldesa de Albelda, María Ángeles Roca, se ha mostrado satisfecha por el desarrollo de la jornada, en la que ha acompañado el sol. “Siempre decimos que acuden unas 5.000 personas, pero podrían ser más porque hay un gran flujo de entrada y salida. Ha habido muchísima gente. Teníamos mucha ilusión tras el parón por la pandemia y ha sido lo que esperábamos, un día festivo”, ha expresado.
La Festa del Tossino ha comenzado sobre las 8 horas con el reparto de chocolate y madalenas, “aunque entonces todavía no había mucha gente por el frío”, ha comentado Gracia. Pero a partir de las 10 horas el ambiente ya era impresionante, con el mercado tradicional de productos relacionados con esta fiesta, la degustación de 1.000 kilos de carne de cerdo asado en las barbacoas y la llegada del cerdo ya muerto en un carromato para llevar a cabo la matacía tradicional que se realizaba en todas las casas para el autoconsumo a lo largo del año.
Utilizando la indumentaria y enseres de antaño, el cerdo se quema con el fuego de las aliagas y después se escalda, para proceder al despiece y la elaboración del mondogo como ‘xoricets’, loganiza, torteta blanca y morcilla.
En esta ocasión ha habido algunas novedades como el traslado unos metros al recinto de la Cooperativa Agrícola San Isidro, un acierto, según comenta Gracia, porque el suelo asfaltado elimina las complicaciones del barro que se forma en caso de lluvia en la anterior ubicación.
Además, en esta edición no se ha elaborado la olla barreada, pero se ha disfrutado de 3.000 raciones de la tradicional caldereta de cerdo, con manzanas de postre y café de puchero.
“Se ha acabado todo”, ha comentado satisfecho Pedro Gracia, que pertenece a la Peña lo Magré desde hace 31 años y preside desde hace unos 25. Explica que la fiesta ha ido creciendo con los años, y la declaración de fiesta de interés turístico de Aragón fue el espaldarazo definitivo.
La vicepresidenta de la Diputación Provincial de Huesca, que ha participado en la Festa del Tossino, ha afirmado que es “todo un ejemplo de que el mantenimiento de las raíces culturales de nuestros municipios puede convertirse en recursos turísticos de primer orden, dando lugar a la promoción del territorio y a la atracción de visitantes”.