Sara, presidenta de la Asociación de Encajeras Santa Úrsula, ha cambiado el tono esta mañana del jueves. Del triste y desesperanzado del miércoles al de hoy, media un abismo. Si las noticias de todas las gestiones le habían hecho asumir que el Encuentro de Bolillos Osca 2023, el que marca la segunda edición, había de ser suspendido, ha salido ahora el sol con la certeza de que las cuatrocientas bolilleras disfrutarán y harán disfrutar de esa mañana. Que podrán gozar de su pasión y, además, disfrutar del almuerzo, y del sorteo de regalos. Una jornada de hermandad de catalanas, aragonesas, navarras...
Definitivamente, el Ayuntamiento de Grañén que preside Carlos Sampériz ha ofrecido la totalidad de las sillas para el Encuentro de Bolillos, y que llegarán a Huesca también de la misma procedencia las cincuenta mesas que precisan. El agradecimiento al consistorio grañenense y a su alcalde es total.
Esta mañana de jueves, además, han contactado con Alcaldía de Huesca y la responsable ha ofrecido facilidades para que todo transcurra con fluidez. Para empezar, las brigadas municipales para hacer el montaje. La luz que requiere el evento, y las dos casetas para guardar regalos, almuerzos y agua. Y el pabellón por si se producía la lluvia como contingencia.
La reacción ciudadana a la noticia publicada por EL DIARIO DE HUESCA había resultado reconfortante. Sin ir más lejos, Pilar Sancerni, propietaria de El Alambique y acreditada defensora de la cultura y las tradiciones, estaba pensando en promover una campaña entre los hosteleros de Huesca para facilitar sillas y mesas. "Yo ofrezco 15 mesas y 30 sillas, 6 bancos corridos y 5 tableros con patas. Si cada hostelero presta algunas mesas, quizás podría realizarse". Y eso que Pilar es de las restauradoras que abre en domingo.
Final feliz, ahora sólo falta preparar el mundillo, la cartulina, los bolillos, el hilo y los alfileres para crear un encaje magistral.