El pollo al chilindrón, joya culinaria de Aragón, ha sido reconocido y elevado a símbolo nacional al ser plasmado en un sello conmemorativo emitido por Correos, que salió a la luz el 22 de abril de 2025. Esta pieza filatélica, valorada en 4,60 euros y disponible en todas las oficinas y plataformas digitales de la empresa postal, forma parte de la colección nacional de gastronomía española, integrada por 19 platos, una serie que ensalza la riqueza cultural y gastronómica de las distintas regiones.
El Salón Azul del Casino de la capital oscense ha acogido su presentación en un acto conducido por el periodista y académico de la Academia Aragonesa de Gastronomía, Javier García Antón, director de EL DIARIO DE HUESCA, quien ha reivindicado con erudición y pasión el valor cultural y simbólico del pollo al chilindrón. Ha comenzado evocando el carácter popular y versátil del plato, “con ese sabor profundo que solo puede provenir de la tradición”.

Ha recordado que la preparación clásica necesita tres pollos grandes para seis comensales. “Entonces se comía de verdad”, ha afirmado, describiendo con precisión el proceso culinario, subrayando que “han de ser tiernos” y que, tras estar “bien limpios, se cortan en trozos de tamaño regular”, para luego dorarse en aceite con ajo, sal, pimienta, jamón magro, cebolla, pimientos y tomates. Según ha explicado, “el plato queda seco, con apariencia definitiva, más energizado”.

Ha rendido tributo a la historia de la cocina aragonesa recordando a figuras como Teodoro Bardají, “histórico cocinero de referencia de España, procedente de Binéfar”, y a Antonio Beltrán Martínez, polígrafo, historiador y primer presidente de la Academia Aragonesa de Gastronomía, quien en su célebre obra La cocina aragonesa, escrita a cuatro manos con José Manuel Porquet -el barón de Regrustrán- honraba esta preparación.
Ha señalado que “de esta manera se rendía homenaje a un manjar nuestro”, profundamente vinculado con la identidad de la ciudad de Huesca, que “recuerda al Santo patrón del que ahora mismo estamos celebrando el 1800 aniversario de su nacimiento”. Con lirismo festivo ha hilado referencias culturales y religiosas, mencionando “el Dance de espadas, las Completas, los danzantes y las ofrendas de flores y frutos”, esas “flores que van a adornar nuestra existencia y los frutos que van a acompañar al pollo”.
En un giro lírico, ha elevado el plato a una dimensión casi espiritual: “El pollo al chilindrón se transforma en explosión de júbilo, en señal de fiesta, en expresión de amistad y acompañamiento, en sentido del placer, en oración de gratitud hacia los ancestros que nos legaron su sabiduría para elaborarlo de una manera absolutamente coherente, pero también divertida.”

García Antón ha destacado el valor simbólico y cultural de este sello y ha concluido con una imagen poética: “Aquí, en este mítico salón azul del Casino, lanzamos el cohete, evocando la campana de Ramiro el Monje, que retumbará con el matasellado más allá de los confines del Reino”.
El presidente de la Academia Aragonesa de Gastronomía, Ernesto Fabre González, ha recordado cómo este proyecto fue ideado y trabajado desde octubre del año anterior, resaltando el esfuerzo colectivo de académicos y colaboradores para que la iniciativa se hiciera realidad.
Fabre ha destacado el valor simbólico del sello como un reconocimiento a la riqueza cultural y gastronómica de Aragón, y especialmente de Huesca. Ha subrayado que, aunque cada familia conserva su propia receta, el pollo al chilindrón es un plato que une a la comunidad, representando una tradición humilde pero llena de carácter, sabor e historia. Además, ha remarcado el sello como una carta de presentación al mundo que refleja la identidad y el orgullo aragonés.

Finalmente, ha agradecido a Correos, y en especial a la subdirectora de Filatelia, Nuria Lera Hervás, por impulsar esta iniciativa que no solo tiene un gran valor cultural, sino también un enorme potencial turístico y educativo. Ha invitado a los presentes a valorar esta emisión como un fragmento de historia y alma gastronómica de Aragón, destacando la importancia de preservar y difundir estas tradiciones culinarias.
LA IMAGEN DEL SELLO
El sello conmemorativo está ilustrado por una imagen tomada por Miguel Ángel Vicente, de un plato elaborado por el chef Carmelo Bosque, del restaurante Lillas Pastia de Huesca, y fue publicada en el Libro de oro de la cocina aragonesa. El fotógrafo ha explicado que su objetivo fue capturar la esencia del “pollo al chilindrón”, resaltando su textura, color y el carácter tradicional que lo hace especial para la región.

Ha considerado que se trata de un homenaje visual a un plato fundamental en la gastronomía aragonesa y ha expresado su satisfacción por que dicha representación forme parte de esta serie impulsada por Correos, con la esperanza de que este sello contribuya a difundir la cultura culinaria aragonesa más allá de las fronteras.
Carmelo Bosque, por su parte, ha expresado su satisfacción por la celebración del sello dedicado al pollo al chilindrón y ha recordado que el restaurante Lillas Pastia cumple 30 años. Ha anunciado que van a celebrarlo preparando pollo al chilindrón, un plato emblemático de la cocina oscense y un símbolo de la tradición local.

Ha resaltado que esta receta forma parte de la memoria viva de la gastronomía de Huesca y que es un orgullo que ahora esté reconocida y difundida a través de un sello conmemorativo. Asimismo, ha destacado que este reconocimiento permite compartir la cultura gastronómica aragonesa con un público más amplio, más allá de la provincia y del país.
UN BUEN MARIDAJE
Nuria Lera Hervás, directora de Filatelia y Relaciones Institucionales en la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, ha explicado que “los sellos y la gastronomía siempre han marinado muy bien”, y que desde Correos han querido aportar “una herramienta para difundirla” mediante esta serie iniciada en 2014, vinculada a las academias gastronómicas, los mejores embajadores.
Ha detallado que en 2020 Correos firmó un convenio para potenciar “lo que sabemos hacer bien ambos”, refiriéndose a la cocina y a la promoción postal. Ha recordado que la serie recorre comunidades autónomas facilitando que la gastronomía se dé a conocer “a través de sus platos”.

Ha reflexionado sobre la dificultad de expresar en un sello “a lo que sabe este maravilloso pollo al chilindrón”, y ha recordado que en 2014 Correos lanzó sellos con olor, como el del jamón ibérico y la flor de mandarina, invitando a los filatélicos a conocerlos.
Según Nuria Lera, “este sello no es un simple fragmento de papel engomado, sino un poderoso mecanismo de contar, trasladar y dar a conocer qué es nuestro país, nuestra historia y nuestra gastronomía”.
Nuria ha destacado que en Huesca el pollo al chilindrón “no es solo una comida, es una fiesta”, especialmente en San Lorenzo, el 10 de agosto, cuando las mesas se llenan de este guiso transmitido con cariño por las familias y abuelas.
También ha animado al público a utilizar los sellos, recordando que aunque el franqueo tradicional ha disminuido, estos fragmentos de papel siguen teniendo valor en colecciones y representan la historia, incluso en la era digital.
La Comisión Filatélica del Estado aprueba cada año unas 90 propuestas y muchas de ellas surgen de filatélicos que aportan ideas y señalan acontecimientos relevantes. “Los sellos despiertan curiosidad y conexión, generando inquietud y deseo de conocimiento”, y ha expresado su esperanza de que este sello viaje internacionalmente, despertando interés por este “maravilloso plato”. Así, ha pedido que se utilicen para enviar cartas, especialmente en Navidad, para promover esta joya gastronómica.
La alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, ha reconocido la labor del fotógrafo Miguel Ángel Vicente y le ha agradecido “haber captado la esencia en esta fotografía maravillosa que se va a ir por toda España”.
Orduna ha definido el pollo al chilindrón como un plato que “sabe a casa, a domingo, en familia, a sobremesa con los nuestros”.

"A mí me huele a albahaca, me suena a San Lorenzo, y me recuerda a mis abuelas, a mi familia en esos días emotivos en los que nos rodeábamos en una mesa a comer", ha añadido.
Ha declarado que este plato “resume mejor que ningún otro la calidez, el alma y la autenticidad de nuestra tierra de Aragón”, y especialmente de Huesca, y ha asegurado que el sello “dará la vuelta a nuestro país” y “circulará más allá de nuestras fronteras”, siendo “una ventana a la historia, a nuestra forma de vivir y compartir”.
Ha reivindicado “un homenaje merecidísimo a uno de los grandes embajadores de la cocina oscense”, una cocina “que nace de la tradición, respeta el producto y sabe reinventarse sin perder la esencia”. Ha afirmado con convicción que “Huesca, sierra de gastronomía” no es solo una afirmación, sino una realidad refrendada por visitantes, expertos y guías, pero sobre todo “por quien viene, quien prueba y quien vuelve”.
"En Huesca se come con alma y el alma, amigas y amigos, no se finge; el alma se siente”, ha finalizado.
El acto ha contado también con la presencia de la presidenta de la Comarca de la Hoya, Mónica Soler, la concejala Nuria Mur, la diputada Lola Ibort, y la secretaria general de la Subdelegación del Gobierno en Huesca, Amparo Roig, entre otras autoridades.