La campaña “Huesca te abraza” ha sido impulsada por un grupo de personas y colectivos ciudadanos como respuesta al despliegue de varias vallas publicitarias con mensajes racistas promovidos por VOX. Estos soportes vinculaban a las personas migrantes con la delincuencia y la inseguridad, atacando tanto su dignidad como la de las vecinas y vecinos de la ciudad, según denuncian. Frente a este discurso de odio, los impulsores de la campaña sintieron la necesidad de mostrar que la ciudad es mayoritariamente acogedora, inclusiva y comprometida con la convivencia.
El primer gesto colectivo fue crear un cartel con un mensaje claro y visualmente atractivo, bajo el lema “Huesca te abraza”, diseñado por la ilustradora Vicky de Sus. Tras su distribución en papel y redes sociales, se elaboró un manifiesto colectivo al que se han adherido ya 480 personas, incluidas 27 entidades entre asociaciones, sindicatos, partidos y empresas. La posibilidad de suscribirlo siguie abierta.
Quienes apoyan esta campaña comparten la convicción de que la mayoría de la población, en cualquier parte del mundo, desea simplemente vivir con dignidad, contar con buena salud, un trabajo estable y la seguridad de su entorno. Nadie elige para sí la guerra, la pobreza, la enfermedad o la persecución. Cuando estas condiciones hacen imposible una vida digna, muchas personas no encuentran otra opción que huir y buscar refugio en otro lugar.
Desde esta comprensión profunda del fenómeno migratorio, las personas adheridas denuncian que se utilicen discursos simplistas y peligrosos para convertir a las personas migrantes en chivos expiatorios de problemas que tienen su origen en las carencias estructurales del sistema: falta de servicios públicos, vivienda inaccesible, precariedad laboral o recortes en sanidad y educación.
También critican que el ayuntamiento no actuara con la rapidez y contundencia necesarias, a pesar de contar con herramientas como la Ordenanza Municipal de Seguridad y Convivencia, que permitiría retirar mensajes contrarios a la dignidad y la convivencia. Las vallas permanecieron visibles durante más de dos semanas, mientras el gobierno municipal alegaba su carácter privado como excusa para no intervenir.
Frente a esta pasividad institucional, los colectivos firmantes afirman que Huesca debe ser una ciudad abierta, multicultural, respetuosa y libre de expresiones de odio. Rechazan los intentos de sembrar el miedo y la división, y exigen que se garantice una acogida digna a todas las personas que llegan, independientemente del motivo de su desplazamiento.
La campaña reivindica que hablar de migración no es hablar del otro, sino hablar de nosotros mismos: de nuestras propias historias, de quienes emigraron en generaciones pasadas, de quienes podrían verse obligados a hacerlo en el futuro. Porque la condición de migrante no es fija ni ajena, sino una posibilidad humana que depende del momento, el lugar y las fronteras impuestas.
Como respuesta al intento de generar enemistad y señalar al de fuera como amenaza, quienes respaldan “Huesca te abraza” llaman a construir una realidad distinta, en la que las personas tengan el derecho a moverse y establecerse libremente, con la misma libertad que hoy se le reconoce al capital. Una realidad donde no tengan cabida ni el miedo ni el odio.