Miguel Montoro: "Con hábitos saludables y otras medidas bajaría el cáncer de colon que afecta cada vez a personas más jóvenes"

Un grupo de especialistas destacan la alimentación, el ambiente y el estilo de vida como los tres factores que más inciden en la enfermedad

08 de Abril de 2025
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Los especialistas han analizado en la Fundación Ibercaja Huesca las claves de la enfermedad y su prevención. Foto Myriam Martínez
Los especialistas han analizado en la Fundación Ibercaja Huesca las claves de la enfermedad y su prevención. Foto Myriam Martínez

La alimentación, el ambiente y el estilo de vida son factores clave en el desarrollo del cáncer de colon y recto, por lo que adoptando una serie de medidas se podría reducir significativamente la incidencia de esta enfermedad. El doctor Miguel Montoro, profesor de Gastroenterología y Nutrición en la Universidad de Zaragoza y uno de los mayores especialistas de España en esta área, ha abordado este tema en una charla organizada por la Asociación Española Contra el Cáncer, que ha tenido lugar este martes en la Fundación Ibercaja de Huesca.  "Con hábitos saludables y otras medidas bajaría el cáncer de colon que afecta cada vez a personas más jóvenes", sostiene.

En el evento también han participado la profesora Iva Marqués, titular de Nutrición y Bromatología en Unizar, el coordinador de la Unidad de Endoscopias Digestivas del Hospital Universitario San Jorge, Santos Santolaria, y las nutricionistas Iratxe Espino, Julia Cisneros y Patricia Saura. Al acto, que se enmarca en el Día Mundial para la Prevención del Cáncer de Colon, ha asistido, entre otros, el presidente de la AECC en la provincia altoaragonesa, José Manuel Ramón y Cajal.

Durante la sesión, los expertos han alertado sobre el alarmante aumento de casos de cáncer colorrectal a nivel mundial, con más de 42.000 diagnósticos en España el último año. "Lo más preocupante es que la enfermedad ahora afecta también a personas menores de 50 años, una tendencia inusual, ya que antes era más frecuente en personas mayores de esa edad", ha comentado Montoro en una entrevista para este periódico. Esta preocupación se extiende a 27 de los 50 países analizados recientemente, lo que sugiere que los factores dietéticos y de estilo de vida tienen una influencia creciente en la prevalencia de este tipo de cáncer.

TRES FACTORES CLAVE

Montoro apunta que hay tres factores clave que influyen en la salud intestinal, comenzando por lo que comemos. Por ello, ha instado a recuperar los hábitos de la dieta mediterránea tradicional, rica en alimentos frescos y poco procesados, como frutas, verduras, legumbres, frutos secos, aceite de oliva virgen y pescados azules (atún, salmón y sardinas). El consumo de carnes rojas y procesadas, y alimentos con conservantes y aditivos, debería reducirse, ya que tienen una relación conocida con el daño a la mucosa intestinal y un mayor riesgo de cáncer.

También ha incluido el impacto de factores ambientales, como la contaminación, los pesticidas y los metales pesados, que generan estrés oxidativo, un proceso que altera las células y puede facilitar el desarrollo de tumores. Sin embargo, el organismo tiene mecanismos de defensa que se pueden fortalecer con una alimentación rica en antioxidantes, que se encuentran en frutas y verduras frescas, y que pueden mitigar los efectos negativos de estos factores.

El ejercicio físico es el tercer punto que ha considerado esencial. Realizarlo de manera regular no solo contribuye a mantener un peso saludable, sino que también reduce la inflamación, mejora la función intestinal y disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de colon y otras enfermedades crónicas.

El salón de actos se ha llenado para escuchar a los especialistas. Foto Myriam Martínez
El salón de actos se ha llenado para escuchar a los especialistas. Foto Myriam Martínez

PROGRAMA DE PREVENCIÓN

La jornada también se ha centrado en el programa de prevención del cáncer colorrectal en Aragón, que consiste en enviar invitaciones a las personas entre 50 y 69 años para realizar un test de sangre oculta en heces, una prueba sencilla que puede detectar signos de la enfermedad antes de que aparezcan síntomas. Sin embargo, menos del 40% de las personas seleccionadas en este programa las llevan a cabo.

Miguel Montoro tiene claro que la prevención salva vidas. La adopción de hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio regular, junto con la participación activa en los programas de detección precoz, pueden marcar una diferencia significativa en la lucha contra el cáncer de colon.

En este sentido, se destacado el modelo del País Vasco, donde el sistema es más accesible para los ciudadanos. Allí, el kit para realizar la prueba se envía directamente a los domicilios. Este proceso ha permitido alcanzar tasas de participación cercanas al 60%, muy por encima de los resultados en otras regiones de España, incluida Aragón, donde la tasa sigue siendo baja.

"Es preocupante que, a pesar de contar con una prueba tan sencilla y eficaz, la participación en estos programas sigue siendo insuficiente", ha apuntado Montoro, quien recuerda que el cáncer de colon es una enfermedad que puede prevenirse si se detecta a tiempo, y por ello es fundamental mejorar la adherencia a estos programas de cribado.

Se ha reivindicado el trabajo de los nutricionistas. Foto Myriam Martínez
Se ha reivindicado el trabajo de los nutricionistas. Foto Myriam Martínez

EL TRABAJO DE LOS DIETISTAS-NUTRICIONISTAS

Además, se ha querido poner en valor el trabajo de los dietistas-nutricionistas, profesionales clave en la prevención y tratamiento de enfermedades digestivas. El doctor Montoro ha subrayado que, tras intervenciones como la extirpación de pólipos, los pacientes deberían ser derivados a una consulta especializada en nutrición, ya que estos profesionales están capacitados para ofrecer asesoramiento personalizado que puede ayudar a prevenir complicaciones y mejorar la salud intestinal a largo plazo.

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No obstante, ha lamentado que a pesar de que las universidades, como la de Zaragoza, formen anualmente a un número significativo de dietistas-nutricionistas, la Administración sanitaria no aproveche su potencial dentro del sistema público de salud. Muchos de estos profesionales terminan trabajando en el ámbito privado, lo que resulta una pérdida de recursos para la salud pública.

A nivel económico, Montoro ha destacado que prevenir siempre es más barato que tratar enfermedades avanzadas. Invertir en prevención mediante la incorporación de dietistas-nutricionistas al sistema de salud podría generar un ahorro significativo a largo plazo, evitando tratamientos costosos para enfermedades ya desarrolladas.

En otros países, la prevención está mejor integrada en las políticas sanitarias, ha manifestado, y se considera que la educación en salud es una inversión rentable. 

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