Huerto se esfuerza por mantener sus tradiciones y lo demuestra en la fiesta de Santa Águeda, uno de sus rasgos de identidad. Las Cuplillas, el Martirio, el Romance, el juego de la Olleta, las Corridas... se conservan tal y como se han heredado de los más mayores.
La jornada de este sábado, víspera de Santa Águeda, ha comenzado con la procesión de Santa Águeda, con la imagen portada por mujeres hasta la iglesia, donde se ha celebrado la misa, en la que se ha cantado el Maritio, melodía original de Huerto.
Tras la celebración religiosa, el párroco ha bendecido la torta y las velas, que se han repartido al salir de la iglesia. Antes, junto al altar, unas quince mujeres han cantado el tradicional Romance, que ensalza las bellezas de Santa Águeda.
Ya en la plaza de la iglesia, las mujeres de Huerto han recuperado el juego de la Olleta. Maribel, vecina de la localidad, ha explicado que se trata de una tradición típica de Huerto. “Se traen todas las ollas de barro viejas que se tengan en casa y nos las vamos tirando unas a otras en corro hasta que se rompen. Es una forma -explica- de romper con todo lo viejo y empezar con cosas nuevas en las casas”, un cambio para olvidar lo pasado y abrirse a un nuevo tiempo que llega con más luz.
Los actos tradicionales se mantienen este domingo, festividad de Santa Águeda. A las 6 de la mañana una campana anunciará la reunión en la placeta de Arnillas para dar comienzo al canto de las Cuplilas, al que seguirá el rosario en un recorrido que se iluminará con faroles. Estos actos, cuenta Maribel, finalizan con un chocolate caliente para todas las participantes.
“Por la tarde se hacen las Corridas que decimos aquí, y que son unas carreras de mujeres casadas, de mujeres solteras y de hombres. Como premios, unas tortas muy bonitas que nos hace el panadero de aquí y se vuelven a comer con chocolate todo el pueblo en el ayuntamiento”.
Maribel explica que “está costando mucho mantener las tradiciones, porque, como pasa en todos los pueblos, cada vez estamos menos gente, pero de fuera también se animan a venir este día y se participa bastante. Por ejemplo, este domingo estaremos unas 20 mujeres para cantar las copillas y el martirio”, ha indicado.
Pablo Gracia, presidente de Acordanza e hijo de Huerto, explica que “esta ha sido y sigue siendo la nota de identidad de nuestra fiesta en Huerto. No se ha querido aderezar con otros actos que no sean los mismos que se han realizado desde siempre. No perder la esencia de cada uno de ellos y su relación con lo que suponía que la mujer se adueñara de la vida del pueblo por un día, al menos”.
“En este mensaje -añade- hay mucho del recuerdo de las abuelas que pelearon por reivindicar el papel que se les negaba desde instituciones y desde la propia rutina del día a día de nuestra historia no demasiado lejana. Por ellas, seguimos manteniendo esta fiesta intacta”, concluye.