La asociación Slow Food Huesca ha efectuado una degustación popular del cocido tradicional “Olla Ferroviaria” con tres modalidades. Unas patatas de Bello, al azafrán de Castilsabás, con verduras ecológicas de temporada de la cooperativa La Sazón, aderezadas con aceite ecológico Ecostean. Un potaje de garbanzos de Lierta, con cordero (masito) ecológico de Montearagón, verduras de la cooperativa La Sazón, arroz ecológico de BioPalacín, azafrán de Castilsabás, y aceite de Ecostean. Y el tercero, unas alubias montañesas de Buerba, con ternera ecológica de Casa Fes, verduras de la cooperativa La Sazón, azafrán de Castilsabás y aceite de Ecostean. Estos tres platos han sido elaborados insitu, en la plaza Concepción Arenal, de la capital oscense, gracias al método de cocción lento “slow” de la “Olla Ferroviaria”.
Esta manera de cocer a fuego lento surgió como plato gastronómico de Mataporquera, vinculado al ferrocarril de la Robla, en el norte de España. Los antiguos maquinistas, y personal ferroviario utilizaban el carbón que servía de combustible para las máquinas de vapor, y con él cocinaban durante el trayecto, los pucheros con productos de temporada, y de la zona. De esta manera conseguían un plato caliente, nutritivo, completo, sabroso y sano. La asociación Slow Food Huesca, ha querido reivindicar, la cocina a fuego lento y con productos de proximidad, abogando a su mantra corporativo de alimentarse con productos “Buenos, limpios y justos”.
Esta asociación surgió en Huesca y para toda la provincia en el año 2006, siguiendo los pasos de la ya creada en los años 80 en Italia por Carlo Petrini. Este movimiento asociativo promulga la filosofía del consumo de proximidad, fomento de la biodiversidad, alimento “bueno, limpio, y justo” para toda la humanidad, y es el más grande del mundo. Actualmente opera en más de 160 países, con más de 1.500 asociaciones, más de un millón de simpatizantes, y más de 100.000 socios, con los que se ha protegido como baluartes a más de 540 productos, se han generado más de 3.100 huertos en zonas deprimidas, y con hambrunas, ha creado más de 2.400 comunidades del alimento, y preservado más de 5.000 productos en el arca del gusto.
Una labor, que depende de las pequeñas acciones de cada uno, y que al final generan un movimiento mundial de gran valor para la humanidad. "Sé tú el cambio que deseas ver en el mundo" es su eslogan.