Huesca ha vuelto a ser escenario del intento oficial de batir un récord Guinness. La provincia ya cuenta con algunos conocidos como la parrillada de longaniza más grande del mundo en Graus, el mayor dominó humano con colchones de la ciudad de Huesca, el mojito más voluminoso en Cerler y la tirolina más rápida en Fiscal. En esta ocasión, el oscense David Cabrero y Diego Arellano, natural de Tarazona y afincado en la capital oscense, han conseguido el récord de más pases consecutivos con una pelota hinchable gigante, con un total de 4.563, marca que tiene que recibir el visto bueno del Guinness World Records
Para el oscense David Cabrero no es una novedad, ya que con otros cuatro amigos lograron en septiembre de 2022 formar la línea de cartas más larga del mundo en el pabellón de Huesca, una marca que se espera que el Guinness World Records valide en breve.
En esta ocasión, ha hecho dúo con Diego Arellano, que no pudo participar en el anterior récord Ginness. “Como a mi me gustó el proceso y Diego se había quedado con las ganas, decidimos hacer otro juntos”, dice David; “será un recuerdo que tendremos los dos para toda la vida”, apostilla Diego.
A la hora de elegir el récord que querían batir, les hizo gracia el de pases consecutivos de pelota hinchable gigante, que se adaptaba a lo que buscaban por la logística. “Había que realizarlo entre dos personas y sólo hacía falta una pelota”, explican. Hicieron la petición en septiembre al Guinness World Records, que la aceptó y les remitió las reglas.
El récord Guinness está instalado en 4.169 pases consecutivos y Diego y David han realizado 4.563, en lo que han empleado un tiempo de una hora, cinco minutos y diez segundos, todo cumpliendo todas las exigencias de Guinness World Records, que ahora debe validar la hazaña. Entre ellas, un diámetro de pelota hinchable superior a 80 centímetros -la suya era de más de un metro- y una distancia entre los participantes de dos metros, además de que no podían tardar más de dos segundos en pasarla.
El asalto al récord se llevó a cabo el pasado 11 de febrero en el pabellón del Bádminton Huesca con los profesores de Educación Física Jesús Martínez y Lucía Tejel como testigos.
No es fácil, de hecho, David Cabrero y Diego Arellano no lo consiguieron en el primer intento. “Cuando llevábamos más de media hora, se nos cayó”, explican. Fueron minutos de duda, porque no querían dejarlo para otro momento, pero volver a comenzar también era duro. “Al final nos dimos una oportunidad más y salió”, apuntan.
Conforme pasaban los minutos, “la pelota pesaba más de lo que pensábamos, no podías enfocar bien después de tanto tiempo viendo lo mismo y, además, no nos veíamos las caras y no queríamos hablar por no distraernos. De hecho, en el primer intento se nos cayó por hablar”. Al final, más de una hora y 4.563 pases para superar el récord Guinness.
Toda la documentación se ha completado para remitir al Guinness World Records con los vídeos desde distintas perspectivas, fotos y las declaraciones de los testigos, entre otros requisitos. En tres meses será revisado y ya sólo queda esperar a que llegue el marco a casa con el certificado que acredite el récord.