Cada vez es más complicado transitar por las ciudades, entre coches, patinetes, bicicletas, terrazas, escaleras, obras y otros obstáculos, por lo que los perros guía de la ONCE juegan un papel muy importante para las personas con discapacidad visual. Es crucial que conozcamos sus derechos y obligaciones y tomemos conciencia para favorecer la convivencia.
Así se ha puesto de manifiesto en una exhibición y unas mesas de trabajo que se han desarrollado este martes en Huesca, en el marco de la Semana de la Once en Aragón, que arrancó este lunes con un "desayuno a ciegas".
Un labrador negro, Job, y pastor alemán, Pongo, ambos de dos años de edad, han sido los verdaderos protagonistas de la mañana, con permiso del entrenador Rafael Alameda y el instructor Eloy Aranda, que han dirigido esta actividad, organizada por la Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG) y desarrollada en la plaza López Allué ante dos grupos de escolares.
Una de las primeras cosas que han aprendido niñas y niños es dónde no pueden entrar estos perros, después de que los especialistas rechazasen por incorrectas -entre otras respuestas del alumnado-, la montaña rusa, la joyería, el estadio de fútbol, el avión o una tienda de 'chuches'. "Sólo tienen denegado el acceso a la UCI y el quirófano, y a las cocinas de los restaurantes", han revelado.
También se les ha explicado, que nunca deben dar de comer o tocar a estos guías sin el permiso de la persona a la que acompañan, ni distraerles o llamar su atención.
Clara y Paco, dos profesores del Colegio Santa Rosa, han aceptado el reto de colocarse un antifaz y dejarse llevar en un circuito con obstáculos que se había instalado en la plaza López Allué. Ha sido el último tramo de esta exhibición, que ha culminado con una foto de familia y una larga cola de niños que, uno a uno, han ido desfilando para acariciar a Pongo.
ADIESTRAMIENTO Y ADJUDICACIÓN
Hace 30 años, los perros guía se traían de Estados Unidos, porque no había ningún centro de adiestramiento en España. Ahora, los canes siguen un proceso que comienza con su educación en una familia, durante doce o catorce meses, para pasar después a la fase de entrenamiento en la Escuela de Perros Guía de Madrid, que se desarrolla en un plazo de doce semanas a tres meses y tiene como objetivo introducirles en una serie de ejercicios.
El testigo lo cogen después los instructores, que continúan la tarea durante otras 12 a 16 semanas, y se busca el perfil más idóneo mediante un curso de adopción. "Luego, nosotros nos hacemos cargo de esa unidad por el resto de la vida laboral del perro", explica Eloy, quien durante el ejercicio ha dejado muy claro que la titular del animal va a ser siempre la ONCE y que una de sus grandes preocupaciones es también el bienestar del animal. En todo este itinerario interviene, asimismo, un equipo veterinario, que planifica los cruces entre machos y hembras.
Antes de entregar al perro, se lleva a cabo un curso con un trabajo personalizado en función de las necesidades del individuo, bien en la Escuela de Perros Guía, o a domicilio, especialmente en aquellos casos que hay alguna patología añadida que le impide acudir.
Rafael Alameda y el instructor Eloy Aranda subrayan que, sin el apoyo de la Once y sin el fundamental trabajo de los vendedores del cupón, los afiliados no podrían disponer de un perro guía, aunque precisa que no todas las personas ciegas quieren uno ni todas están capacitadas para tenerlo. "Hay una comisión de valoración que decide quién puede entrar en la larga lista de espera que hay o debe solucionar alguna carencia", indica.
MESA DE TRABAJO
También esta martes se ha llevado a cabo una mesa de trabajo en el edificio de Ceos-Cepyme de la Asociación de Usuarios de Perros Guía de Aragón con responsables de distintos colectivos, a los que han transmitido sus problemas y necesidades en el día a día. En la provincia de Huesca hay dos canes adiestrados para esta labor, uno en Huesca y otro en Barbastro.
Los asistentes, profesionales y representantes de colectivos como el comercio, la hostelería, el transporte, los bomberos o la policía, han conocido cómo se educa a un perro, la normativa que existe y las dificultades que se encuentran los usuarios con deficiencia visual.
Ruth Quintana, presidenta del Consejo Territorial, y Leticia Dionisio, presidenta de la Asociación de Usuarios, han comentado que "en Huesca no hay muchos problemas de accesibilidad, pero la conclusión es que existe mucho desconocimiento".
"Hemos querido explicar la labor de los perros, para que nos ayudan a difundirla y nos faciliten el día a día", han añadido.