El colectivo Hombres por la abolición del sistema prostitucional en Aragón ha iniciado una recogida de firmas para sumar nuevos apoyos a las acciones contra esta "abyecta forma de esclavitud sexual". Además, ha elaborado un manifiesto, en el que afirma que la prostitución nada tiene que ver con la libertad sexual y propone la aprobación inmediata de una ley orgánica integral de la abolición del sistema prostitucional que defiende el movimiento feminista artculado alrededor de la Plataforma Abolicionista.
Esta nueva normativa, según indica este movimiento, debe articular y financiar programas de reparación integral a las mujeres y niñas en situación de prostitución, con independencia de su origen, circunstancia personal o social, así como castigar el proxenetismo y todo el submundo que le rodea, y que persiga a los prostituidores y sus redes.
En un comunicado que se ha difundido este jueves, 22 de septiembre, admiten un "retraso imperdonable" en su iniciativa, pero ahora miran "de frente" esta "barbarie" y se suman a la centenaria lucha del feminismo.
Según recuerdan, casi cuatro de cada diez varones admite haber ido de putas alguna vez en España, el tercer país del mundo y el primero de Europa en el consumo de mujeres y niñas a cambio de dinero. Aquí, la prostitución está perfectamente integrada y aceptada en su sociedad. Además, constituye un reclamo turístico, un próspero negocio y cuenta con la complicidad de Estados, elites empresariales y organismos internacionales.
El colectivo denuncia que, ante esta situación, la postura generalizada es "mirar hacia otro lado", responsabilizar a las prostitutas, anteponer la solidaridad entre varones, argumentar que se trata de una necesidad social y sostener que "su prohibición no traería nada bueno".
Otra defensa habitual entre quienes defienden esta práctica, es que las prostitutas "han elegido serlo", que tienen derecho a ello, que es un trabajo como otro cualquier o que todo se solucionaría con una regulación. Incluso, que hay problemas más urgentes que atender. "Creemos que nadie, absolutamentenadie, elige, acepta y consiente prostituirse libremente. Sostener lo contrario significa, entre otras cosas, admitir (o suponer) que existen (o podrían llegar a existir) prostitutasfelices dedicadas a hacer lo que nadie queremos hacer ni desearíamos como 'salida profesional' para nuestros seres 'queridos'. Basta con asomarnos a la realidad para darnos cuenta de que el mundo no es como lo pintan los
defensores del regulacionismo", declaran en el manifiesto.
Forman parte del colectivo, entre otros oscenses, Juan Mainer, Modesto Arjona, Jesús Pérez Navasa´, Álvaro Cabañuz, Eugenio Monesma, José Luis Giménez, José Ignacio Río, José María Aspiroz, Mario Gonzalvo, Juan Facu, Julián Ordás, Alfonso Ibáñez, Francisco Javier Moreno, Miguel Gracia, Jesús Sanagustín, Juan José Compairé, Isidro Garrido Jiménez y Luis Sarto.