Ramón Lapuyade, el irreductible cocinero de El Portal de Alcolea de Cinca, no ha llegado a la final del Campeonato Oficial de Tapas y Pinchos de Hostelería de España en el marco de Madrid Fusión, pero su propuesta no pasa inadvertida por su originalidad retro, por su relato y porque es capaz de resistir a golpe de técnica y creatividad las pulsiones de los modismos de hoy día.
Conociéndole y reconociendo su inspiración y su hercúleo relato, viene a la memoria inmediatamente la escena final de la película "Campeones" cuando la derrota en la final se convierte en una fiesta en la que los baloncestistas con discapacidad a las órdenes de Marco (interpretado por Javier Gutiérrez) empiezan a corear "¡Subcampeones, subcampeones, oé, oé, oé!" y todo el pabellón se contagia por lo que, al final, no son derrotados sino vencedores.
Ramón Lapuyade concurrió por la mañana el lunes junto a otros 14 aspirantes, para la tarde quedaban otros 16, y se entregó en la elaboración y en la explicación con la pasión que le caracteriza. Un concepto precioso, el de los restaurantes de carretera de toda la vida que alcanzaban la virtud de ofrecer platos jugosos, suculentos y económicos.
En ese tributo, el "Ten Don Pepito Espero que te mole" con reminiscencias del pepito de tercera era un prodigio de deconstrucción-construcción: la ternera en tendones, un steak tartar, la ayuda del chocolate de Benabarre y un buen mole. Nada que ver con las tendencias de tapas frías que hoy imperan y que mañana pueden ser pasado, pero la vida es así y los clásicos, como Ramón Lapuyade, siguen en la carretera. Así que enhorabuena porque el triunfo va en el virtuosismo, en la técnica y en la creatividad y no en el palmarés. Para éste, ya ha tenido muchos momentos.
