El Huesca Burger Fest se ha llenado de virtud, de corazón y de verdad esta tarde de jueves con la presentación en sociedad de esa alianza imparable que es el "Tatau & Down" con el timonel Tonino Valiente y la delicada dirección de Arantxa Sáiz, para exponer divertidamente (el asombro y la sorpresa con ingredientes imbatibles de la gastronomía) la elaboración de una hamburguesa de entrecotte de vacuno y panceta ibérica (hasta aquí es del chef Valiente) con salsa romesco bendecida por las manos de Shobha, Juan y José.
Es el colofón a meses en las que todos los lunes los usuarios de la Asociación Down Huesca han trabajado y aprendido de ese genio que es el Estrella Michelín, que también se ha adentrado en el aprendizaje de las capacidades, cualidades y valores de los tres jóvenes.
Como la virtud llega con el talento y el equipo, han sido los propios protagonistas, con las aportaciones enriquecedoras de Arantxa y otros miembros del Tatau, los que han explicado la manera en la que se han distribuido las tareas.Shobha, Juan y José enumeran los pasos, pasando por la limpieza de las ñoras, el tostado de frutos secos (almendras y avellanas), el pelado de ajos, el tomate... Vamos, un acompañamiento ideal para un buen Xató de Calafell o unos calçots, como refuerza Tonino. Luego, el chef narra los ingredientes de la hamburguesa en sí, con su entrecotte de vacuno madurado y su panceta ibérica, acompañada por aros de cebolla de Fuentes a la romana. Como techo y suelo, un pan de Viena con masa madre preparado por el propio restaurante.
El maestro está satisfecho con los alumnos, aunque no se deja tampoco detalles sobre esas pequeñas imperfecciones que tenemos en la vida. "La verdad es que vienen siempre con muchas ganas, pero conforme avanza la jornada, a veces, 'living la vida loca'". Y José, Juan (el Pichichi de la Genuine con ocho goles) y Shobha ríen a mandíbula batiente (también cuando Tonino asegura que les da ya fiesta para que concluyan la temporada futbolera), para acabar con la lectura divertida de la leyenda que recorre la campana de la cocina abierta: "Dios envía los alimentos y el diablo a los cocineros" (Thomas Deloney). Y la conclusión es que, entre todos, han perfilado una burguer de festival de los buenos.
